Serenidad

Lobisón

En tiempos difíciles conviene mantener la serenidad, especialmente si no hay razones para creer que las dificultades tienen remedios sencillos. Casi todo el mundo es consciente de que los problemas del PSOE no tienen fácil solución, por un lado porque está demasiado próxima la catastrófica derrota electoral, y por otro porque pasará algún tiempo antes de que pierda credibilidad el latiguillo de ‘la herencia recibida’ por parte del PP. Por cierto, una cosa es que ese mensaje vaya a perder eficacia y otra que dejen de recurrir a él: como demuestra la historia del 11-M, no van a faltar medios de comunicación inasequibles al desaliento.

Para que el PSOE pueda recuperar la confianza social, desde esta perspectiva, es necesario ante todo que pase el tiempo. La pregunta es qué se hace durante ese tiempo, cómo se plantea la tarea de oposición y quién la encabeza. Pero una cosa es encabezar la oposición y otra ser la alternativa a Rajoy en las próximas elecciones legislativas, que previsiblemente no se adelantarán. Dicho de otra manera, lo que hay que resolver ahora, en el Congreso de Sevilla, es quién puede ser el mejor líder de oposición.

Eso significa que insistir en que hay que debatir sobre ideas es puro voluntarismo: hay que discutir sobre personas. Las ideas irán surgiendo de la crítica de los errores del gobierno de Rajoy y de los posibles —y algunos al menos deseables— cambios que se produzcan en la perspectiva europea. Lo más que se puede hacer ahora es autocrítica, pero esto tiene dos costes. El primero es que hacer críticas al período de ZP suena a hacer leña del árbol caído, y no suscita simpatía. El segundo es que cuanto más arreciaban las dificultades mayor cierre de filas hubo, y ninguno de los candidatos tiene credibilidad ni puede presentarse como un outsider para criticar la gestión pasada.

¿No necesita la socialdemocracia ideas nuevas? Pues no es evidente. Quizá sea más sensato pensar —a la manera del desaparecido Tony Judt— que las ideas viejas son más válidas que nunca en estos tiempos, y que el problema es conseguir que lo vean así los electores. Es decir, hacer una oposición con guión, con un hilo conductor que apunte a la reconstrucción del modelo social europeo en las desastrosas circunstancias actuales. Eso implica dejar poco espacio a los mensajes brillantes y trabajar a fondo en la búsqueda de alianzas sociales y de un discurso creíble y coherente.

¿No necesita la socialdemocracia abrirse a la sociedad? Seguramente sí, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Confieso que cuando Ségolène Royal anunció que iba a confeccionar su programa en una consulta abierta a la sociedad perdí toda confianza en ella, como la perdería en un médico que pidiera opiniones en Twitter sobre el tratamiento de un enfermo. ¿Se debe abrir a la sociedad el debate sobre el liderazgo? Puede ser, pero quizá sea más importante volver a tener un partido que conecte con la sociedad, buscar otro tipo de mecanismos de reclutamiento que premien la profesionalidad y la trayectoria personal y sean menos endogámicos.

Cualquier decisión que se tome en Sevilla tendrá costes. Pueden ser prejuicios míos, pero Rubalcaba puede suponer una mejor oposición pero menos oportunidades para la aparición de nuevos liderazgos, y Carme puede traer aire fresco, pero al precio de desnortar a la oposición y dar prioridad a la comunicación de impacto sobre la comunicación argumentada. En todo caso creer que a estas alturas el PSOE debe buscar una solución ideal para sus males resulta absurdo: en el mundo real hay que elegir siempre entre males menores. Menos voluntarismo y más calma.

61 comentarios en “Serenidad

  1. Lo que hace el recien estrenado gobierno demuestra que lo que decia en la oposición era puro ruido y exageraracioens faltonas. Un se pregunta si si hacia falta decir tanto disparate como se decia o es que se elige ser tan disparatado. Dicen que el tiempo pone a cada uno en su sitio, pero es que con algunos ha sido rapidísimo.

  2. DÑA. SORAYA TIENE OTRA CARTA……… :

    http://www.elpais.com/articulo/opinion/encima/posibilidades/quien/elpepiopi/20120117elpepiopi_6/Tes

    Por encima de las posibilidades ¿de quién?

    Francisco Pastor Guzmán – Castellón – 17/01/2012

    Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, nos pide a los españoles «un esfuerzo más». Alberto Fabra Part, presidente de la Generalitat Valenciana, dice que los valencianos «vivíamos por encima de nuestras posibilidades».

    Trabajo desde hace 14 años en I+D y desde hace 10 años lo compatibilizo con unas horas semanales de profesor en la universidad. Me esforcé de niño y adolescente en intentar aprender, sacar buenas notas y pasarlo bien. Me esforcé en la universidad para sacar la carrera y pasarlo bien. Me esforcé luego dando clases particulares y continúo ahora esforzándome en mis dos trabajos. Hace 10 años, junto a mi pareja, compramos un piso que entraba dentro de nuestras posibilidades. Ahora, tras 10 años de esfuerzo, hemos ahorrado el dinero suficiente para pagar lo que nos queda de hipoteca. Llevo años esforzándome y nunca he vivido por encima de mis posibilidades. Podía permitirme coches más caros pero no los he comprado, nunca he pedido un crédito para irme de vacaciones, reformé mi piso cuando tuve dinero para hacerlo. Me esfuerzo en educar a mis hijos lo mejor posible, los llevo a la escuela pública y me esfuerzo en la asociación de padres para ayudar a mejorarla. Cuando mis hijos enferman los llevo a la sanidad pública y si me queda jarabe en casa le digo al médico que no me haga una receta que no necesito.

    Ahora estoy a punto de quedarme sin trabajo gracias a los que han vivido «por encima de nuestras posibilidades». Ahora me piden «un esfuerzo más». Yo siempre he pagado puntualmente la hipoteca y lo sigo haciendo así que no he hundido a la banca. Yo no he hecho bajar la Bolsa, no he hundido los mercados, no he inflado la economía, no he especulado con la vivienda, no he organizado carreras de coches en mi ciudad, no necesito un aeropuerto sin aviones, no tengo yate para ver la salida de la Copa América, no he ido nunca a ver la ópera en el Palau de les Arts. Yo no he deteriorado la escuela ni la sanidad públicas, no he tenido becas ni subvenciones, no he cobrado nunca el paro ni he provocado déficit al Estado, la autonomía ni la Seguridad Social. Yo no conozco a Moody’s, Fitch ni Standard & Poor’s pero sí conozco a los que vivieron por encima de mis posibilidades. Yo no les voté, a mí no me representan.

    Soraya, el esfuerzo se lo pides a ellos.

  3. A mí también me gustaría que Vargas Llosa presidiera el Cervantes peor hay algo que no entiendo. Según El País, Vargas está pnesandoselo y si acepta el nombramiento se llevaría al próximo consejo de ministros. Si ya Aznar le propuso lo mismo en su día y Vargas lo rechazó entonces ¿por qué dan publicidad a la oferta y no esperan a ver si acepta o no?

  4. «Tanto Fraga como sus conselleiros sentían todavía la Galicia tradicional y eran más sensibles a esos valores. Fraga no se atrevió a negar al idioma gallego la categoría de lengua propia de Galicia, como hacen ahora sus sucesores.»

    Camilo Nogueira (BNG).

  5. «Recuerdo con cariño y gratitud que don Manuel siempre se dirigía a mi expresándose en nuestra lengua propia, en gallego, y como anécdota, recuerdo la cena que compartimos en Santiago con el entonces presidente del Consejo de la Abogacía Española, Eugenio Gay Montalvo, como en el transcurso de la conversación, en más de una ocasión en que se dirigía a mí para interpelarme sobre alguna cuestión, lo hacía en la lengua de Rosalía. Terminada la cena, y con cierta incredulidad, Eugenio Gay me preguntaba: «Â¿Ah, pero don Manuel habla en gallego?».»

    Xesús Palmou (PPdeG).

  6. Por muchas vuieltas que le demos,es obvio que el franquismo ha logrado conseguir el poder con los votos en plena democracia,otra cosa es que el franquismo se cure en las urnas.

  7. 59

    Una parte de la derecha que ejerce su derecho al voto mantiene sus «ideas» franquistas, pero no son mayoritarias en este espectro político ni mucho menos. Hay quien vota y sigue siendo franquista, por supuesto. Pero si votan, algo hemos avanzando.

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