Promesas cumplidas

Millán Gómez

Se cumplen cien días desde que Barack Obama accediera a la presidencia de Estados Unidos. Durante ese tiempo existe una regla escrita que impide criticar a los presidentes y gobiernos elegidos. Ya sabemos que en otras ocasiones no se cumple. Independientemente de esto último, es un período prudencial que ya nos permite analizar y reflexionar sobre la gestión llevada a cabo por Obama hasta este momento.

 

Apenas cuarenta y ocho horas después de ser investido presidente anunció oficialmente el cierre de la vergonzosa cárcel de Guantánamo. Fue toda una declaración de intenciones. La decisión fue simbólica pero efectiva. Cuando se producen momentos de cambio político los ciudadanos desean de los políticos electos un golpe de timón que siembre esperanzas y permita a sus votantes e incluso a quienes no le apoyaron comprobar que no iban de farol. Es una forma de comunicar que sus promesas no van a caer en saco roto. El cumplimiento de una iniciativa electoral al poco de alcanzar el poder es necesario. Además, aborta así cualquier mínima etapa de transición que produce un gran hastío en los ciudadanos cuando llegan a la conclusión de que en política todo marcha excesivamente despacio. Poner una marcha más revitaliza al electorado y le insufla una ilusión necesaria. Sirve para reactivar a la opinión pública y acortar vacíos de poder.

 

El cierre de Guantánamo destierra por completo esa teoría de que la seguridad está por encima de los ideales y el escrupuloso respeto a la legalidad. No todo vale. Existen una serie de reglas que hay que cumplir. La desclasificación de las torturas llevadas a cabo durante la Administración Bush confirma una sensación que tenían muchos ciudadanos. Su salida a la luz pública es necesaria y quienes las han realizado deben ser castigados. De todos modos, es necesario reconocer la actitud conciliadora de Obama en su respeto a quienes antes que él han sido elegidos por el pueblo proclamando que hay que mirar hacia el futuro. Es necesario justicia, no revanchismo.

 

En política internacional, Obama ha modificado la política de Bush. Las formas han cambiado y, pese a que hay muchos agoreros que relativizan y minimizan los gestos en política y sólo valoran los hechos, son muy importantes. Y más viniendo de un contexto donde Estados Unidos había ganado más enemistades que empatía. Aunque algunos soñaban con sacarnos de no sé qué rincón de la historia.

 

El levantamiento parcial del embargo económico a Cuba es un gran paso por varias razones. Primero porque difunde el talante humanista de Estados Unidos impidiendo un segundo castigo a un pueblo cubano que sufre una dictadura que envejece pero que no muta. Además, Estados Unidos mueve ficha y se abre a una mejor relación con Cuba. Con posiciones maximalistas no se conduce a nada. Con esta medida ya no se le puede criticar a Estados Unidos por una actitud cerril y pone la pelota en el tejado de Cuba. Eso sí, Raúl Castro ya ha enterrado parte de las ilusiones al denegar cualquier tipo de reforma. Con otros países sudamericanos también ha mostrado un aperturismo necesario. No es casual que políticos con actitudes tan talibanes como Chávez se han visto obligados a modificar su actitud al ser conscientes de que su posición con respecto a Estados Unidos ya no se puede mantener. Básicamente porque ya no hay razones para ello. Busca conciliar incluso con países tan poco propensos a la normalidad como Irán y Venezuela. Obama sabe que para alcanzar resultados políticos es necesario rebajar la tensión y estrechar redes de confianza previamente para, más tarde, profundizar en esas relaciones. Establecer canales de comunicación con los que opinan diferente es básico en democracia y parecía olvidado durante la nefasta gestión del amigo texano de Aznar.

 

Obama también acudió a Europa y mostró una actitud humilde. Su capacidad para despertar ilusiones y unidad es indiscutible. Apenas existen voces que se muestren explícitamente en contra de sus posiciones. Da la sensación de que están sesteando a la espera de que cometa un error y salgan a la palestra. El silencio de sus rivales políticos tiene una razón clara: no ha dado motivos para ello y existe un contagio en una comunidad internacional que asiste con esperanza a su gestión.

 

También su viaje a México con el fin de estrechar relaciones con un país vecino tiene gran significado político por otorgarle prioridad a la lucha contra un problema como es el narcotráfico que ya ha provocado la pérdida de más de diez mil vidas humanas. Además, la última visita de un presidente estadounidense databa de hace doce años, una auténtica barbaridad siendo un país vecino y, por ende, debería ser un socio prioritario en muchas materias. Establecer vías de comunicación y de respeto mutuo con pueblos con los que se comparte tantas cosas muestra hasta qué punto es urgente ir dibujando círculos que cada vez se vayan abriendo más para, de este modo, integrar a cuantos más países mejor para luchar en diferentes frentes.

 

Económicamente la situación parece que mejora. Existen ciertos datos que permiten vislumbrar el final de la mayor crisis económica desde el crack de 1929. Una de las medidas económicas más destacadas de Obama fue su capacidad para conseguir un acuerdo en el Congreso que permitió aprobar unas cantidades de dinero más elevadas de las previstas en un primer momento con el fin de revitalizar la economía.

 

El mensaje de Obama ha calado hondo. La sociedad internacional vive un mitin continuo donde el presidente estadounidense es el orador y los asistentes cubren amplios sectores de la opinión pública mundial. Su forma de comunicarse ha sentado un precedente del que todos los políticos que deseen alcanzar el éxito deben seguir a rajatabla si no quieren quedar fuera de la modernidad entendida en términos políticos. Como él mismo dice, podemos estar contentos pero no satisfechos. Las bases están asentadas y la preocupación que tenían algunos de que al depositar tantas esperanzas en Obama éste nos pudiese decepcionar también se han aplazado. Es buena señal. Que así se mantenga.

19 comentarios en “Promesas cumplidas

  1. De acuerdo con casi todo: no creo que la situación económica esté dando signos de mejora, ni siquiera de ralentización de la desmejora, ni en EEUU ni en el resto del mundo. Y tampoco creo que Obama haya hecho todo lo que podría haber hecho en este campo. Fue más ambicioso de lo que lo había y lo habría sido Bush, pero eso no es mucho decir. Lo más radical lo ha hecho la Fed, Bernanke, en forma de bajar los tipos a cero y comprar deuda pública por primera vez en décadas. Obviamente Obama lo apoya pero no se atrevió a dar el paso de nacionalizar los bancos a cambio de las ayudas, y de su paquete de emergencia la mitad se iba en desgravaciones fiscales antes que en keynesianismo puro.
    Dicho todo lo cual, larga vida a Obama, el verdadero Mesías que necesitamos como agua de mayo, en la economía y, sobre todo, en la política, incluido para Oriente Medio donde, si no lo arregla él no lo arregla nadie.

  2. Abundando en lo anterior, les dejo una perla, en inglés, de Chris Patten, maestro donde los haya.
    Destaco su frase «Too often, Israel’s inalienable right to live at peace has been confused with Israel’s right to do whatever it wants.» Es decir, demasiado frecuentemente, el derecho indiscutible de Israel a vivir en paz se ha confundido con el derecho de Israel a hacer lo que le venga en gana. Lo cortés no quita lo valiente, y la maestría a la hora de decirlo, a prueba de cualquier acusación de antisemetismo o antiisraelismo, es la que uno echa en falta en tantas críticas a Israel que, bienintencionadas, yerran al pasarse de frenada.

    Last Chance: The Middle East in the Balance
    Review by Chris Patten
    Published: April 20 2009 07:55

    It is difficult to exaggerate the importance of this angry book. It is almost equally difficult while reading Last Chance to avoid a growing feeling of gloom that, in spite of the unlamented departure of Bush and the arrival of Obama, the wise if uncomfortable advice here is unlikely to be heeded. So we will “abet the onward march of the jihadis” and “condemn the broader Middle East to violence, stagnation and possible state failures”. We will pay a heavy price in the west for this.

    David Gardner, chief leader writer for the FT, has a clear and convincing thesis. In the Middle East and beyond we should not continue to base our policy on propping up autocrats and on unconditional support for Israel, he says. We have sustained tyranny, practised shameful double standards, turned much of a civilisation against the west, and incubated Islamic terrorism. We should not regard the Arab world as the exception to our general espousal of the virtues of democracy. There really is a freedom agenda, though the consequences of trying to implement it may be uncomfortable in the short-term.

    Last Chance does not shy away from the turbulence that democracy could bring in a region where the security state has been tolerated, so long as oil continues to flow at a reasonable price and Israel is not put under too much pressure. If Arabs are given the chance to vote, they will at times – particularly at first – vote for people who the west does not care for. Hamas won the elections in Palestine. Authoritarians, in or out of uniform, will inevitably be followed in some countries by men with beards. We have pretty well guaranteed such outcomes. But the longer democracy is denied, the more extreme the consequences and the greater the instability when democracy eventually comes.

    Early this decade, the United Nations Development Programme produced two brave reports, written by Arabs, that demonstrated the relationship between bad governance, lack of democracy, discrimination against women, confessional education and lousy economic performance. Where civil society is oppressed, corruption flourishes and religious extremism becomes the only alternative to brutal power.

    On the fringes of the region, Pakistan and Turkey provide contrasting examples of the value of democracy. In Pakistan, the west’s largely unqualified support for generals, most recently Musharraf, weakened a democracy whose practitioners admittedly did much to weaken it themselves. But the democratic parties in Pakistan are the only alternative to rampant jihadism, which has enjoyed the patronage of the military. In Turkey, a moderate Islamic party has come to power through the ballot box and is fashioning a modern political and economic system. If the European Union in due course turns its back on Turkey’s aspirations to become a member, it will be tantamount to resigning any serious ambition to play a significant role in the 21st century’s affairs.

    Gardner’s critique of US and European policy on Israel and Palestine is no less devastating for being familiar – but there is a much livelier debate about Israel’s policies within that country than in the US, where criticising Tel Aviv is routinely seen as being anti-Semitic.

    Too often, Israel’s inalienable right to live at peace has been confused with Israel’s right to do whatever it wants. The disproportionate use of force to deal with acts of terrorism against civilians is one example. “The Palestinians must be made to understand in the deepest recesses of their consciousness,” said the Israeli army chief of staff in 2002, as Palestinian territories were pounded by his artillery, “that they are a defeated people.” As the imprisoned Fatah leader of the intifada, Marwan Barghouti, said: “We recognise Israel; the problem is that Israel does not recognise us.”

    We know what a settlement would need to contain, including ending the colonisation of occupied land, tolerated if not quite endorsed by Bush and Tony Blair as “facts on the ground”. For Blair to be appointed as a Middle East peace envoy, with special responsibilities for rebuilding the West Bank and Gaza (a territory he did not visit until it was flattened with more than 1,300 deaths over the New Year) is tragic evidence that real life rarely requires satire.

    In endorsing Gardner’s passionate book, Jon Snow rightly wishes for it to find a place in the hand-luggage of President Obama’s negotiators in the Middle East and Iran. Indeed. But I fear that in the Middle East, “No, we can’t,” is more likely to guide policy than “Yes, we can”. Yet, having read this beautifully written, page-turner of a book, I find myself clinging desperately to a few shards of hope. We can; really we can.

    Chris Patten is chancellor of Oxford University

  3. Gracias, Millán.

    Comparto tu tesis: Obama va bien. Llegan desde allá los ruidos correctos, y poco más vamos a pedirle a estas alturas. Los problemas (crisis económica y modelo sostenible de gestión del mundo, Afpakistán, Irán, Israel…) están definidos y las tomas de posición inciales parecen correctas, aunque en algún caso pequen de exceso de timidez. Bueno; Obama tendrá que ir presentando resultados en alguno de los frentes.

    De lo que trae a colación PDF me ha hecho gracia el viaje que le tira Patten a Blair. No puedo estar más de acuerdo. Menudo membrillo y caradura.

    Abrazos para todos.

  4. … Y algunos sueltos:

    Espeluznador; el PP de Madrid repetería mayoría assoluta, pese a Gurtel y al espionaje. Le encuesta del Globo es chica, pero pone los pelos de punta.

    El mismo diario informaba ayer de los beneficios de PRISA. Humm… leí solo el titular de la noticia, pero agradecería aclaración, por contradecir un artículo nuestro reciente.

  5. Yo no se si Obama hubiese cumplido lo del pleno empleo en este año, pero seguro que la bombilla si me la entregaba.

  6. Don Teoura, comete usted el error, muy frecuente también en ámbitos partidistas por cierto, de considerar que la ciudadanía valora los niveles de corrupción a través de los titulares de prensa. Craso error. La ciudadanía tiene, desde hace ya mucho tiempo y con motivo de grandes historias y corruptelas pasadas, el convencimiento de que la corrupción es simplemente una distorsión de un sistema de financiación irregular. Ocurre, a veces, que hay quienes se aprovechan de ello, hacen sus negocietes, y unas veces salen a la luz y otras no. La ciudadanía no enjuicia la mayor o menor capacidad del corrupto imprevisto a la hora de esconder su tejemaneje. Sabe que el sistema genera ese tipo de situación y como ve que los partidos juegan a ello y que entre ellos se cubren las espaldas, con el paripé de quedarse en superficie y limitar las críticas al hecho descubierto, pero sin entrar en el fondo, pues como que pasa de ello. La ciudadanía conoce que el ámbito más favorable y utilizado en la corrupción es el ladrillo, con los caminos conocidos de: desarrollo de planes generales de urbanización, recalificaciones, adjudicaciones, licitaciones etc. etc. Por lo que ha llegado a la conclusión de que para medir la corrupción lo que hay que hacer no es leerse los titulares de prensa sino los anuncios inmobiliarios. Ayuntamientos con m2 barato significa que son ayuntamientos vírgenes, los que tienen precios por m2 construido similares, en la banda alta, son Ayuntamientos que juegan a la corrupción urbanística. Aparentemente la ciudadanía ha identificado que todos juegan a lo mismo, por lo que la corrupción ha dejado de ser sistema de valoración de gestión y ha tomado otros parámetros como puede ser: el empleo, los servicios, el transporte, desarrollo de las comunicaciones, etc. etc. …….. La corrupción pesa poco porque no genera una clara distinción entre los ciudadanos que habitan zonas donde el corrupto ha sido identificado y los que viven en donde éstos siguen ocultos. Ello da a entender que, lo sepas o no, el tributo tambien lo pagas.

  7. Estupendo artículo, amigo Millán, con el que no puedo estar más de acuerdo. Todos los pasos que se van dando por su administración, lentos pero firmes, van en la dirección buena y son inequívocos. A pesar de lo cual, el camino no va a fácil. Los gestos respecto de la cuestión de Oriente Medio invitarían al optmismo si no existiera la falta de voluntad que allí reluce en todas las partes, comandadas por lo más intolerantes de cada sitio. Y en Cuba, mientras la recepción história del Régimen a una delegación demócrata hace pocas fechas invitaba a tirar cohetes, luego te encuentras con que la gerontocracia es tal cual es. Lean a Fidel:

    http://www.granma.cubaweb.cu/secciones/ref-fidel/art133.html

    Los resultados tangibles que reclama Teoura, por lo menos en materia económica, tardarán en verse. Pero los pasos de gigante en política internacional sí que se están viendo ya materializados. Ese «Obama va bien» lo comparto, sin lugar a dudas.

    Caso Madrid: Teoura, no me extraña lo más mínimo. Y eso que vamos sumando cosas dificilmente aprehensibles. Recorte descarado del gasto social, una sanidad pública cada vez más jibarizada, corrupción (que ya venía «de serie» en el origen del ascenso de Peranza a la Presidencia), manipulación informativa propia de una dictadura bananera, etc … son motivos más que suficientes para la alternancia. Pero es que las cosas, amigo, en la otra parte no se hacen bien. Le espetaba yo a un amigo peperí aquí en Málaga, unos días ha, ante su asombro de que el PSOE lleve desde 1982 instalado en la Junta sin manera de descabalgarlo, que algo se hace mal en el PP andaluz para que no lleguen a fructificar sus propuestas ni su alternativa de gobierno. Igual ocurre con el PSM/antigua FSM. Mientras sigan sus luchas intestinas, mientras sigan presentando una interminable lista de petardos electorales con la pólvora mojada a la Comunidad y a la Alcaldía, mientras sigan haciendo una política opositora errática (caso Cajamadrid) y sigan sin saber atizar en el momento adecuado, no ganarán ni haciendo trampas.

    Posdatilla: mi operador de TV me ofrece la señal de Tele-Espe. Hoy, de nuevo, en huelga, con la carta de ajuste como única imagen. Algo realmente inédito en el ámbito de las televisiones públicas europeas. Y encima, el otro episodio vergonzante (el de Mariscalazo) era cierto.

    http://www.youtube.com/watch?v=xVTMPvFTaEg

    Un saludo y mi felicitación a Millán, nuestro más atinado y despierto analista.

  8. Me parece indignante esa campaña de denigración de Germán Kirsch en la que os emperráis algunos, atibuyéndole un consumo inmoderado de güisqui. Mentís a sabiendas, porque es conocido que la sustancia psicotrópica de su predilección es la cocaína.

  9. Querido Teoura, yo sólo tenía por seguro que las únicas sustancias de las que abusa Mariscalazo eran la mala leche y la mala baba. Ésto, por gentileza de Sebastián (elinistro y profesor no, me refiero al tonto), ha sido todo un hallazgo, y la confirmación de que no eran maledicencias de la gente. Mi amigo Rafa Guardiola, cuando yo le hablaba de Hermann Monster o de Mariscalazo, me decía: «no, hombre, tú te refieres a Jack Daniel».

  10. Y este fragmento, corrobora que Zapatero y Obama tienen muchas cosas en común, incluso adversarios:

    **El título honorario que la Universidad de Notre Dame quiere conceder a Barack Obama, tiene dividida a la opinión pública estadounidense, aunque los jerarcas del catolicismo han tomado ya partido: siguen dispuestos a boicotear el nombramiento por considerar al mandatario pro abortista y anti vida. En este sentido, la columnista del prestigioso diario The Washington Post aboga por que Obama rechace la invitación de la universidad “por respeto a los católicos contrarios al aborto”. La movilización católico-conservadora ha logrado recopilar 335.000 firmas contra la distinción, pero el demócrata también tiene defensores: el mismo director de Notre Dame que se niega a dar marcha atrás, los alumnos que consideran un absurdo la polémica, y el presidente de la Asociación de Colegios Católicos, que evidencia que también Bush acudió al centro, a pesar de su férrea defensa de la pena de muerte. Salvando las distancias, la actitud de los obispos EEUU y algunos centros católicos recuerda la persecución de la que es objeto Zapatero aquí en España.**

    («El Plural», digital progre y desafecto a los valores eternos de España)

  11. Espero que Obama no tenga muchas cosas en común con Zapatero, porque, de ser cierto, Obama no ganará las próximas elecciones.

  12. Sí hombre, Fernando, como si Zapatero fuera Rajoy, el eterno perdedor. Revisa tus datos, Zapatero ha ganado las dos únicas elecciones a las que se ha presentado, y Obama la única a la que se ha presentado. Digamos que lo único que nos permiten decir los datos es que Obama le sigue los talones a Zapatero. Y yo añado, de ahí que le vaya bien.

  13. Me parece lamentable que traigais a colación vicios privados del Mariscal Zhukov. Si bebe mucho o esnifa todo es tan irrelevante como que le detuvieran por malos tratos a su ex mujer antes de divorciarse. Lo importante es que está loco de remate y se cree super interesante con gilipolleces tales como no ponerse la máscara…

  14. Ayer no tuve ocasión de añadir un post al excelente artículo de Barañaín. Pido perdón a Millán por meterlo hoy, pero temo que, si no lo hago, quedará sin que nadie lo lea. Ante todo, debo decir que, por fin, me he enterado con claridad de la reivindicación catalana. Posiblemente si hubiera seguido los artículos en «Público» de la experta catalana tambien lo hubiera captado, pero para eso está Debate Callejero, para hacernos una revisión de todo lo que habitualmente no leemos y puede ser importante.

    Hay un error en » Extremadura y Castilla-León, que realizan una contribución fiscal inferior a la media (un 32% y 5%, respectivamente), por tener una capacidad fiscal baja, » entiendo que Extremadura no tiene un 32%, que la cifra debe ser parecida a la de Castilla-León.

    Estoy de acuerdo con Teoura en que despues de hacer la redistribución «resulta difícil de creer que Cataluña tenga menos renta disponible que Extremadura. Es contraintuitivo». En efecto, resulta raro entender que un habitante de Badajoz tenga mas recursos per cápita que uno de Tarragona. Esto se debe a que los recursos per cápita medio de cada comunidad, no tiene en cuenta las diferencias de clase social. Posiblemente una persona de escasos ingresos de Barcelona viva peor que una de escasos ingresos de Badajoz, pero seguramente a medida que se pasa a estratos sociales más elevados, ocurre lo contrario. Pero sobre todo, los recursos de que se habla se refieren SOLO a la renta recibida, per cápita, despues de hacer la redistribución. Ahora bien, no tiene en cuenta en absoluto, los niveles de infraestructuras acumuladas de cada CA durante muchísimos años, que no entran en la renta: autopistas, parques, estaciones, aerpouertos, cines, teatros, auditorios, colegios, universidades, etc.. Seguramente que Tarragona supera a Badajoz en todo esto. No digamos si hacemos la comparación con Barcelona. De ahí que a Teoura le parezca que es contraintuitivo pensar que el madrileño, balear y catalán tienen menos recursos per capíta. Con todo, estoy de acuerdo con que hay que acercar más a la media de 100 las rentas per cápita de todas las CCAA, pero sin olvidarse de las «economias externas» que poseen las CCAA más ricas.

  15. 14 PdF. Y…para qué necesita máscara un tal mascarón?.

    Gracias Millán.

  16. Gracias, Millán, por tu artículo. Totalmente de acuerdo.
    Otra cosa, ¿nadie ha visto el partido? A mí el fútbol me la refanfinfla, pero la he gozado viendo al Barça haciendo algo que parecía baile más que fútbol.
    Y resulta que nuestro querido Ayntamiento había vallado la Cibeles. Serán ridículos.

  17. ¡¡Visca el Barça,Visca Catalunya¡¡ Egto es higtórico, collons ……

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