Portugal y la Izquierda, el día después

Julio Embid 

El pasado domingo los portugueses volvieron a apostar por la izquierda dando la victoria al candidato socialista José Sócrates pero negándole la cómoda mayoría absoluta que tuvo estos últimos cuatro años. Ocho puntos y medio menos que han optado entre la abstención (cuatro puntos más que en 2005) o las opciones a la izquierda del PS, tanto la CDU portuguesa como el Bloco de Esquerdas (BE). De cualquier manera el candidato a Primer Ministro Sócrates va a tener que sentarse a negociar pues la suma de los dos partidos conservadores (PSD y CDS-PP) supera en tres escaños los diputados socialistas y una abstención en el debate de investidura de la CDU y el BE sería fatal para sus aspiraciones.

Que la izquierda europea está en crisis es un hecho. Basta ver el resultado de las pasadas elecciones europeas de junio para ver cómo ante la crisis del liberalismo, los europeos apuestan por más liberalismo. Un fenómeno que, de cualquier manera, responde más a intereses nacionales que a una visión ideológica en conjunto. La gente votó al PP español, la CDU alemana, la UMP francesa o el Partido Conservador Británico, pero no a un Partido Popular Europeo que de facto no existe. A la izquierda le pasa algo parecido pero incluso más fragmentado. Existen distintas formas y velocidades de transformación de la sociedad que se presuponen a los partidos y a los políticos de la izquierda. En Portugal a falta de una, existen tres izquierdas.

El principal partido, de aquellos llamados de centro-izquierda o socialdemócratas, sería el Partido Socialista (PS). Aquí no habría que confundir con el Partido Socialdemócrata (PSD), miembro del Partido Popular Europeo, de una tendencia liberal-conservadora y que hasta el domingo encabezaba la economista Manuela Ferreira Leite. El PS ha sido la alternativa de gobierno en esta actual Tercera República Portuguesa surgida tras la Revolución de los Claveles de 1974. Dieciséis años en el gobierno divididos en tres grandes periodos: Mario Soares (años 80), Antonio Guterres (años 90) y José Sócrates (siglo XXI).

Ocho puntos abajo para los socialistas que no han ido a parar a manos conservadoras ni aunque estas agitasen la bandera del nacionalismo y el patriotismo antiespañol con el tema del AVE. No podemos olvidar que no hace mucho, alrededor de un 30% de los portugueses se declaraba partidario de una unión política con España en un solo Estado y que a un 40% de estos paniberistas no les importaría que la capital estuviera en Madrid. Le faltó a la candidata conservadora citar la Batalla de Aljubarrota y a Joâo I siendo que fue ella la Ministra de Economía cuando Durâo-Barroso era el primer ministro y se firmaba con Aznar aquel acuerdo de colaboración en infraestructuras y que en los últimos años también había trabajado como directiva del Banco Santander.

Al otro lado de la calle, la izquierda ha salido reforzada y sin renunciar al marxismo. La CDU, compuesta por el Partido Comunista Portugués (PCP), los Verdes (PEV) y un pequeño grupo intelectual de izquierdas llamado Intervención Democrática (ID) ha sabido conservar sus feudos del Alentejo (Évora, Setúbal y Beja) y su casi 10% en Lisboa, logrando un total de 15 diputados en la Asamblea de la República, a repartir entre comunistas y verdes como han venido haciendo hasta el momento. El Bloco de Esquerdas (BE) consolida su opción anticapitalista con otros 16 diputados, el doble que en 2005, superando a la CDU en más de cien mil votos con una homogeneidad mucho mayor por todo el territorio portugués incluyendo el conservador norte. De hecho en Oporto rozaron ser la tercera fuerza política a tan solo 900 votos del tradicional CDS-PP. Cabría recordar que este Bloque de Izquierdas es fruto de la fusión de tres grupos: Unión Democrática Popular (maoístas), Partido Socialista Revolucionario (trotskistas) y Política XXI (ex socialistas) creando un movimiento anticapitalista al estilo francés, basado en un mensaje más joven y agresivo que el del PCP. Un modelo rupturista con el sistema con un éxito desconocido hasta el momento en Europa.

En cualquier caso Sócrates va a necesitar a unos o a otros para ser elegido Primer Ministro y para lograr una mayoría parlamentaria estable y eso no lo podrá lograr sin concesiones. Portugal necesita consolidar su modelo educativo basado en I+D+I, con el Proyecto Magallanes (ordenadores gratuitos en la educación primaria) como espolón y llevar de una vez a cabo la descentralización administrativa. Se precisa subir el salario mínimo que no llega a 500 euros y produce bolsas de pobreza en las dos grandes ciudades. La complejidad de subdivisiones que padece hoy Portugal donde se superponen Regiones, Subregiones, Provincias, Áreas Metropolitanas, Comunidades Urbanas, Concejos y Freguesías (Parroquias) es inexplicable en una Unión Europea que busca tanto la eficiencia en la gestión como la homogeneización de la administración. Solo Madeira y Azores disfrutan de un gobierno autónomo real y efectivo y el resto queda diluido en distintas entidades carentes de una administración intermedia. Por otro lado el AVE (en Portugal llamado TGV), si se acuerdan unos precios razonables, acercará mucho más a los celtíberos de oriente y occidente creando unos canales y unos flujos de trabajadores de una gran importancia entre España y Portugal.

Portugal ha demostrado el domingo pasado que las ofertas neoliberales de bajar los impuestos y contención de gasto público no son la piedra filosofal para vencer en unas elecciones y afrontar el fin de una crisis. Esperemos que la influencia entre los dos países ibéricos no siga siendo unidireccional y que también lo positivo de allí pueda repercutir a este lado de la frontera.

6 comentarios en “Portugal y la Izquierda, el día después

  1. Pido perdón al articulista, pero voy a retomar mi juego de hace un par de días. La pregunta era: ¿quién casó a Correa con su mujer? La respuesta: Marisol Yagüe. ¿Tiene o no tiene coña?

    Y una pregunta que me ha surgido estos días… ¿por qué se cargan a Costa? No lo entiendo. Él no tiene responsabilidades de Gobierno y su caso fue sobreseido por e TSJ… Creo que no hay mejor definición de cabeza de turco.

  2. Gracias por el artículo sobre el panorama de la izquierda en Portugal, ese vecino del que hablamos tan poco.

    La resistencia -aunque con una presencia limitada-, del Partido Comunista Portugués, que pasaba por ser el más estalinista de todos los de Europa Occidental y la eclosión de ese Bloco de Esquerdas (con inverosímiles «maoístas» en su seno) pueden ser reveladoras de que la izquierda en ese país sigue a falta de un hervor o bien de que allí, como en otras latitudes, se vota más «en contra de» que «a favor de».

    Es de esperar que su cercanía a las responsabilidades del poder, de algún modo, si pactan con el PS de Sócrates (y lo contrario sería suicida para esos «regeneradores») les procuren el baño de realismo que necesitan. Es seguro que no les servirán de mucho, a poca responsabilidad que asuman, las diez tesis de su documento/ideario político. Muy relacionado con la oposición al militarismo unilateral de Bush, con la oposición a la guerra, y la denuncia más bien superficial de la globalización y de la estructuración política que se intenta para Europa (tanto con el proyecto abortado de Constitución como con el Tratado de Lisboa), ese ideario no da mucha pistas sobre el contenido y viabilidad de su alternativa.

    Esas realidades -como la de «La Izquierda» alemana, o el proyecto de Izquierda Anticapitalista francés, liderado por un troskista-, me parece que tienen valor sólo como indicativos de las insuficiencias de la socialdemocracia europea. Pero por sí mismos, y a diferencia de esa socialdemocracia, no suponen ninguna alternativa real frente a la hegemonía conservadora. Como no lo ha sido el ecologismo político. Como no lo fueron nunca ni el comunismo ni la llamada extrema izquierda en cualquiera de sus variantes. Su único destino razonable es, me parece, espolear el necesario debate y si acaso, una cierta refundación de la socialdemocracia europea. Aunque en esa tarea desaparezcan sus peculiaridades mas llamativas como esa proclamación «anticapitalista» tan llamativa como extemporánea y estéril.

  3. Buenos dias Julio Embid,caballeros callejeros y cabelleras al viento:
    En España hablamos muy poco de Portugal y de los «lazos» que nos unen o desunen ,como se ha demostrado con la polemica del AVE.
    Aprovecho este amgnifico articulo sobre la partitocracia portuguesa para seguir haciendome la preguntaque me hago siempre:
    ¿Para cuando la union politica de Portugal y España en un mismo estado?.

  4. Si no fuese que han jugado con el dinero de todos sería hasta gracioso.
    Alvaro Pérez, alias el bigotes, su primer trabajo conocido fue como manager de ese monstruo de la interpretación, de ese actor de método, de ese ejemplo de superación, de ese que fue incluso mejor persona que actor, de……Andrés Pajares. Concretamente cuando grabó la película «los bingueros». No me digáis que no es para descojonarse…….

  5. Sí, amigo Pablo. Una gran película, además. Injustamente tratada por la crítica y desposeida del mérito de un Oscar al mejor film extranjero o a una Palma de Plata en Cannes, o a un puñetero Oso de Oro de la Berlinale. Recompensas estas que sí que han recibido otras creaciones cinematográficas provenientes del entorno de los «titiriteros» con mucho menos merecimiento. Y mira que premiar a cualquier Maribel Verdú o a cualquier Landa de la vida, y no dar el galardón que se merece a Don Alvaro. Ese sí que es un actor de método, coxones. España es que no es lo que era.

    Mírale, mírale, y admírale, en esa antológica interpretación que refieres. Ya hubiese querido Sir Laurence Olivier, ya ….

    http://www.youtube.com/watch?v=EvqEqx5sXs0&feature=PlayList&p=45643EB4B61449C7&playnext=1&playnext_from=PL&index=67

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