Por pedir que no quede

Alfonso Salmerón

Inicio de curso. Aunque en realidad, la actualidad mediática parece no haber descansado durante agosto. Ya nada es como antes. Cien días de Pedro Sánchez volatilizados. ¡Todo pasa tan rápido! Buena parte de las expectativas puestas en un Consejo de Ministros prácticamente impecable parecen haberse ido difuminando a medida que avanzaban los días, las contradicciones y los bandazos. Sabíamos que Sánchez quería ser presidente desde hace mucho tiempo y ha persistido hasta conseguirlo, lo que todavía no tenemos muy claro es para qué quería serlo. Una de cal, y dos de arena. Un paso adelante y dos atrás. Exhumación de los restos de Franco y confirmación de la venta de arsenal bélico a Arabia Saudí con unas declaraciones cuando menos reprobables del ministro de exteriores y de la ministra portavoz del Gobierno.Otra nueva dimisión, van dos en tres meses. La polémica de los másters se ha llevado por delante a la ministra Montón. Dicen algunos entendidos que era la mejor ministra. El fraude de las titulaciones de la Universidad Juan Carlos I ha tocado también al PSOE. Dimite la ministra, obligada por la opinión pública y el buen periodismo cuando realiza la función pública que le corresponde. Sin embargo, su primera reacción fue calcada a la de Casado, quien a su vez, en un triple salto mortal de campeón del cinismo, continúa mirando para otro lado, que no es otro que la biblioteca donde se halla la tesis Doctoral de Sánchez, siguiendo la estela de su gemelo Rivera. Sin restarle importancia al tema, que la tiene, y aprovechando para señalar cómo los polvos de la privatización de los estudios universitarios que fue en suma, el Plan Bolonia, han traído estos lodos, uno no puede esconder su estupor al comprobar la distancia cada día más grande entre realidad y política.

Realidad y política. Dos entidades que discurren, cada día de una manera más evidente, en paralelo. En ocasiones, se presentan absolutamente disociadas. Cuando la política ya no trata de transformar la realidad, que es la principal tarea a la que debería servir, sino de imponer la hegemonía de su relato frente al del adversario político, objetivo para el cuál se sirve sin ningún tipo de escrúpulo del aparato de propaganda en el que se han convertido las plataformas mediáticas públicas y privadas. La política convertida en espectáculo. Producto de consumo televisivo en horario prime time. Cortinas de humo consecutivas. Gobiernos sin agenda política en una interminable campaña electoral en sesión continua. Ciudadanos relegados al papel de espectadores y opinadores compulsivos, redes sociales mediante, repitiendo la consigna diseñada en los despachos del poder. El sueño goebeliano hecho realidad ochenta años después. Un nauseabundo hartazgo.

Quien escribe lo hace desde Catalunya. Y es por ello obligado echar un vistazo también al inicio de curso que estamos viviendo aquí. Nada nuevo bajo el sol de septiembre. O casi nada. Nueva demostración de la capacidad movilizadora del independentismo, pero con un relato que da evidentes señales de agotamiento por cuanto es incapaz de visualizar una salida que no sea la enésima formulación de su deseo. Independencia. Como si de un mantra que hubiera que repetir una y otra vez se tratara, hasta hacerlo realidad. De nuevo, realidad y política en perfecta disociación.

Mientras tanto, ¿Dónde queda la política? ¿Quién le pone voz y le da visibilidad a la realidad cotidiana de la gente corriente que trata de seguir adelante con unas condiciones de vida todavía más complicadas debido al ajuste que supuso la crisis económica. No quiero decir que nadie se ocupe de eso. Me consta que así es, que hay multitud de iniciativas parlamentarias en esa dirección, pero de ahí a que el paro, la precariedad, el precio de la vivienda, las listas de espera de la sanidad pública o el acceso de la clase trabajadora a la universidad ocupen el lugar que le corresponde en la agenda pública, media un abismo.

Hay iniciativas más rentables que no requieren meter bisturí alguno en la dermis de las estructuras económicas y jurídicas del sistema, supongo. La derrota de la política. Los políticos han dejado la política en manos de politólogos y jefes de prensa. No importa el color del jefe de gabinete, lo importante es que cace muchos votos. Que se lo digan a Pedro Sánchez. Y así nos va.

¿Dónde quedan la Filosofía y la Ética? Acaso otra consecuencia de las sucesivas reformas educativas. La sociedad líquida de Bauman. Cuando pensar es un lujo que nuestros dirigentes no pueden permitirse porque el desayuno con las encuestas de opinión del día anterior y las agendas mediáticas les invitan a la actuación compulsiva. Ensayo y error. Y vuelta a empezar.

Unas últimas reflexiones para la llamada nueva política. Advierto síntomas de madurez en el inicio de curso de Podemos. Como si el tsunami en el que viven desde su nacimiento les hubiera dado un cierto respiro. Me parece ciertamente interesante su tentativa de incidir en la acción de gobierno. Con propuestas concretas como la reforma fiscal, tratando de marcar la agenda política con contenido programático. Quiero ver en ese cambio una señal de madurez y un distanciamiento de la manera de hacer relato a la que nos tenían acostumbrados.

Es una buena señal para la gente corriente de este país que exista una izquierda con capacidad para imaginar una sociedad mejor, que a su vez no olvida que la manera de transformar la realidad es operando en tiempo presente con las herramientas de las que se dispone en cada momento. Ojalá esas señales no sean sólo un espejismo y se esté en condiciones de poder construir un nuevo imaginario colectivo en base a la formulación de un nuevo contrato social para seguir avanzando. Volver en definitiva a las cuatro reglas de la buena política de toda la vida: Proyecto, propuesta, programa y política de alianzas. Por pedir que quede.

4 comentarios en “Por pedir que no quede

  1. Cuando Pedro Sánchez fue descabalgado de la secretaría general del partido socialista, una de las principales causas fue su permanente coqueteo con Pablo Iglesias y su predisposición a poder entablar diálogo, negociación, conversación, o como quieran llamarlo con el grupo de Bildu y otros herederos de la influencia de ETA o con competidores en la izquierda ajenos a la tradición socialdemócrata.El conjunto de los militantes socialistas, aquellos que dependen de la victoria para poder continuar en sus cargos ( tal y como sucedía en el casi extinto PSF ) consideraron muy peligrosa una estrategia que les arrinconaba permanentemente en la oposición por su falta de ideas y de cuya parálisis nada hacía predecir un vuelco de la situación.

    Pedro Sánchez no tiene ideología , a la menor resistencia modifica sus tesis y exige que su partido vire con él para dirigir el partido y a ese ejército de Pancho Villa que lo alzó al poder hacia objetivos alcanzables en un futuro más o menos próximo y que jamás son estratégicos para España.

    Quienes volcaron sus espectativas en aquel Consejo de ministros que de manera fantasiosa se calificó de gobierno bonito , encuentran hoy la desilusión de los ilusos.

    Como en toda crisis política siempre deben buscarse las causas próximas y las causas profundas; entre las primeras es evidente por su importancia la personalidad del líder Pedro y su espontaneidad , muy cercana al puro activismo por carecer de un programa imposible de confeccionar por la extrema debilidad parlamentaria.
    Condicionado por fuerzas oportunistas que extraen diamantes de su posición relativa pero en sí mismas insignificantes por tener serias reservas para lograr pactos estables en una lucha de todos contra todos que cesa al menor anuncio de elecciones que desbaraten su amodorramiento en esa especie de Isla de la Tortuga , continùa su acumulación de eventos para reforzar una imagen que oculte la decrepitud de sus magras ideas , ocultas en su insignificancia , entre montañas de citas ajenas y lugares comunes , como esa maldita Tesis Doctoral que tanto le irrita y a la que tan poco tiempo dedicó.
    En cuanto a la profundidad de las otras causas , sobresale el hecho evidente de que los estados están muy fatigados para aplicar recetas keynesianas, agobiados ,por la herencia de la deuda pública y sus intereses, en un contexto de falta de autonomía y vigilados de cerca por las autoridades de Bruselas para el cumplimiento de la disciplina en presupuesto y déficit.

    Entonces como muy bien dice Salmerón se dedican a dar una de cal y otra de arena que en realidad es la arena del desierto de sus ideas: la exhumación de los restos de franco -que ya veremos todavía a si tiene lugar- o la venta de material bélico a Arabia Saudí no tienen ninguna repercusión en la política europea y acaso se pueden volver dramáticamente contra el bienestar de cientos de familias en el sur.
    Cortinas de humo como muy bien dice Salmerón.

    Discrepo con Alfonso en la caracterización de la vuelta de Podemos , un partido estéril , de personajes , intrigante en lo peor , y con un líder que cae literalmente muy mal en todas las encuestas ; un líder del tipo Ada Colau y capaces ambos de autodestruirse en su cínico narcisismo. Una verdadera desgracia para la socialdemocracia y la estabilidad del paìs.

    El párrafo final que nos anuncia la llegada de una especie de Ray Bradbury capaz de imaginar nuevos mundos en lugar de reformar lo que tenemos – que es mucho y bueno – soy incapaz de juzgarlo.

  2. El tiempo en España.
    Chirimiri de lluvia acida que no cala en la dura corteza de Aznar ,

    Aznar sale vivito y coleando.

    Y es que tantos años esperando este momento y al final ha sido una falsa previsión de tormenta hipohuracanada….se ha quedado en un triste chirimiri de mierda.

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