Nostalgia de Zapatero

Guridi 

Os voy a contar algo impensable hoy en día: hace tiempo, en uno de los primeros comités federales, con Zapatero recién elegido Secretario General, uno de los barones regionales se quejó de los resultados de las encuestas. Se puso de pie y le dijo a Zapatero que tenía seis meses para arreglarlo o tocaría “cambiar equipo y entrenador”. Zapatero agradeció la intervención después del gélido silencio que se produjo y aseguró con amabilidad su convencimiento de que todo iría a mejor.

Nada se filtró de aquello. No hubo artículos días después sacando trapos sucios del barón del ultimátum. Y cuando el equipo de Zapatero se quejó de las formas y de la amenaza, Zapatero sonrió, se encogió de hombros y dijo: “es que quiere mucho al partido”. Nadie filtró que se “ponían palos en las ruedas”, no se amenazó con disolver ninguna federación, no pasó nada. Se siguió adelante y poco tiempo después Zapatero ganó las elecciones.

Con Zapatero, cosas que hoy se perciben como muy graves por una militancia híperradicalizada, espoleada por líderes victimistas y mediocres, no lo eran tanto. El PSOE siempre ha sido un partido plural, amplio, contradictorio y diverso. Y en la época de Zapatero se celebraba precisamente esa riqueza.

Es bastante curioso que en un partido que por entonces tenía básicamente las mismas normas y los mismos roces internos, las cosas no llegaran a descarrilar hasta el punto en el que estamos ahora. Es verdad que por entonces no existían las redes sociales en la manera en la que las conocemos ahora, pero también es seguro que Zapatero no se hubiera creado un perfil de twitter para soltar edulcoradas frases pasivo-agresivas.

Del mismo modo que Zapatero pensaba que las primarias eran útiles, que debían de celebrarse con limpieza y que respetar su resultado era algo fundamental.

Zapatero era (es) un firme defensor de convencer y no de imponerse. De ampliar y no de purgar. Si nos paramos a pensar en cómo era el PSOE en los tiempos en los que Pepe Blanco tenía la autoridad orgánica, resulta casi increíble caer en la cuenta de que había más diversidad y respeto a las opiniones diferentes de las que existen después de su marcha. Y me da que no es precisamente mérito de Pepe, sino del máximo responsable de la dirección política del partido.

A menudo he dicho que Zapatero era una persona que se esforzaba en jugar según las reglas en una mesa repleta de tahúres. Y esto le pasó factura, como cuando decidió cargar en exclusiva con las culpas de la crisis y de sus consecuencias. Algo que fue aprovechado por muchos para cargarle con las culpas propias, esconderle y pretender que toda la herencia política de Zapatero era mala.

Los mecanismos de democracia interna se “corrigieron” y pasamos a primarias de un sólo candidato. La disensión se confundía con la deslealtad y se pasó a las tácticas de ostracismo primero y de acoso después.

Y sin embargo la herencia de Zapatero es pensar que las cosas se pueden hacer como se dicen que se harán. No utilizar la democracia y las políticas de izquierdas como coartada, sino como proyecto. Decir que se respeta la pluralidad porque de verdad se respeta. Y unir a la gente alrededor de un proyecto político, no mediante la promesa de prebendas y las amenazas.

El PSOE está en un momento en el que todo el mundo se horroriza por el nivel de división y de beligerancia que existe, pero nadie parece apuntar a soluciones que sean sentarse para ponerse de acuerdo, unirse alrededor de políticas de izquierdas y pasar del personalismo y de la adoración al líder a los proyectos verdaderamente colectivos.

La adicción al “juego por el juego”, a los procesos orgánicos por encima de los proyectos de progreso es transversal a la organización, así que mientras nadie decida poner en práctica una simple palabra, nada de esto empezará a solucionarse. Un palabra sólo.  

Talante.

 

 

4 comentarios en “Nostalgia de Zapatero

  1. Unir la imagen de Zapatero con el buen momento económico que disfrutó en su primer mandato ha sido una tentación permanente tanto de los medios como de sus evangelistas.
    Nostalgia de los buenos tiempos, nostalgia de su música porque esos tiempos nunca volverán.
    Mire el articulista a su alrededor y verá que siguen los mismos modos , igual rigidez y la misma inercia propia de un trasatlántico aunque bastante más nerviosos porque es un partido de poder y han perdido mucho , el mismo que han ganado los alegres muchachos de Podemos quienes experimentan en estos días y hasta el Vistalegre 2 el mismo baile de San Vito.
    ¿Y en Euskadi ? Pues aquí prietas las filas y para muestra un botón: el Comité Nacional ( se supone que de la nacionalidad ) del partido en Euskadi aprueba por unanimidad un documento de acuerdo de gobierno que entrega al PNV (un partido popular democristiano ) el 90% de la administración del presupuesto.
    Un acuerdo » entre diferentes » que la prensa local recibe con alivio por ser garantía de estabilidad en tiempos revueltos.
    En realidad lo que se busca es la estabilidad financiera del propio partido, que errático y con una estructura endeble, se permite dar consejos al resto de socialistas españoles con su apoyo sin reservas al absurdo » no es no » de un Sánchez -Hernández taumaturgico.
    Si esto se ha aprobado por unanimidad significa que el debate está cerrado y si alguien cuestiona la conveniencia de entregarnos a los nacionalistas, ya vendrá un Ares para arreglarle las cuentas con su estilo Ferraz de madrugada.
    Ayer mismo la Secretaria insistía en la idea de un congreso urgente que devuelva a la militancia su protagonismo, protagonismo que niega en su menguante redil.
    Explican las derrotas como fenómenos atmosféricos y en consecuencia esperan que vuelvan mejores tiempos.
    De mientras, los hijos de los socialistas votan a Podemos, a Bildu y a todo lo que huela a renovación , a movimiento y ya han obtenido ( superando con creces al PSE ) unos muy buenos resultados, también atmosféricos
    Ahora lo que queda del PSE centra su esperanza en una paulatina reconversión de sus adversarios para tratar de reinar en una maleable coalición frankenstein y su primer ensayo debería ser en las próximas elecciones municipales.
    ¿ Quiere talante ? Lo tiene en el PSE en cantidades abrumadoras.Es una disposición de ánimo para hacer las cosas que se distingue por su carácter esencialmente fabulador y que en su fuero interno aspira a ser embalsamado para alcanzar así, más pronto que tarde, la gloria de las momias.

  2. Zapatero es ejemplo tambien de otra cosa, que los valores se practican, a lo mejor precisamente cuando mas pide el cuerpo no hacerlo, bastante mas interesante que que llenarse la boca a base de invocarlos, y luego, si te he visto no me acuerdo.

    En un nivel más profundo de apreciación personal, con lo regular que se ha tratado, en mi opnion a ZP, me extraña que se le mencione ahora y me pregunto si no es porque Susana Diaz se lo quiere apropiar.

  3. Que voy a decir yo de Ziluminatius que no haya dicho.
    Un hombre bueno , no es el que separa a los que se enfrentan,, para evitar el enfrentamiento,sino el que atiende las heridas abiertas.

  4. Como complemento a mi opinión sobre el deambular del PSE , ayer éste suscribió una resolución que aboga por el pacto educativo , pacto que suscribieron partidos que en la anterior legislatura discrepaban radicalmente sobre el asunto.
    El informe PISA es un torpedo en la línea de flotación de la política lingüística del PNV, que por la inhibición culpable del PSE , se impone bajo criterios irracionales a toda la población.
    El rendimiento del sistema en materias tan sensibles como Matemáticas , Ciencias y Comprensión Lectora era muy insuficiente.
    Respuesta de nuestros socios en el Gobierno Vasco : « Nuestro sistema es más arriesgado porque hace una apuesta a futuro centrada en la persona ».
    Los burgueses vascos huyen de esta polémica a base de dinero y del enclaustramiento de sus hijos en la multitud de colegios internacionales.
    Los problemas (evidentes ) de convivir en una lengua no materna para las clases bajas , los demás , a lo nuestro.
    Atrapado en sus contradicciones serviles , el PSEE consiente.

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