Mejor todos juntos

Julio Embid 

Nací hace 34 años en el Hospital “Valle de Hebrón” de Barcelona. No fue por voluntad propia. Nadie puede decidir dónde nace. Mis padres, emigrantes maño y castellana, llevaban unos pocos años en Barcelona viviendo en el barrio de “El Carmelo” en la periferia de la ciudad condal, en un humilde piso de alquiler de un bloque de ladrillos sin ascensor. No hablaban catalán porque no necesitaban hablar catalán. Vivían en un barrio castellanoparlante con amigos castellanoparlantes currando en puestos de trabajo donde no les exigían hablar catalán. Decidieron apuntarse a clases en este idioma pero con poca pasión porque los trabajos a turnos y dos bebés de poca edad llevaban mucha faena. La falta de familia alrededor se compensaba con buenos amigos y vecinos del mismo pueblo de mil habitantes del que procedía mi padre. Y por supuesto, votaban a Felipe, como casi toda la clase trabajadora castellanófona de la periferia barcelonesa de los años ochenta.

Mis padres nunca sintieron ninguna xenofobia ni acoso ni problema alguno por no hablar catalán. Nadie les echó en cara que vinieran a buscar un trabajo mejor en una ciudad más grande. Y no les importó que servidor fuese a clase de educación infantil en lengua catalana. De hecho, creo que aprendí a leer y a escribir antes en catalán que en castellano y que mis canciones infantiles y villancicos de niño son en catalán. Ara balla en Joan Petit amb el dit. Cuando yo tenía siete años, mi padre aprobó unas oposiciones, dejamos Cataluña y nos mudamos a Zaragoza.

No me considero catalán, pero hablo catalán (y si me pongo con cuidado, hasta lo escribo). Soy maño, pero soy catalán. Estudié en Madrid y ahora vivo en Zaragoza. Tengo una identidad plural, aragonesa y española. Y como yo, muchos miles de catalanes. El Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat de Catalunya, en todos sus estudios explica la heterogeneidad y pluralidad de la población catalana. El último estudio de 2017, con una muestra de 1.500 entrevistados en Cataluña, establecía que en sentimiento nacional había: Sólo español (7%), más español que catalán (5%), tan español como catalán (39%), más catalán que español (21%) y sólo catalán (23%). Y por idioma propio: catalán (41%), castellano (48%) y ambos por igual (9%). Una sociedad plural y diversa con 6 candidaturas representadas en su parlamento autonómico.

No quiero que Cataluña sea una república independiente porque no quiero que me roben mi pasado. No creo que un referéndum de secesión con pregunta SÍ o NO sea la solución para Cataluña, ni tampoco quiero que mis paisanos del barrio, nacidos en Aragón, sean extranjeros en su propia ciudad y en su propia casa. No creo que el catalán sea una lengua inferior (o superior) al castellano. Pero creo que es necesario sentarse a negociar sin prisas, con todas las partes encima de la mesa, siendo inevitable que en un acuerdo futuro todos seamos generosos cediendo algo. La Generalitat lleva varios años anunciando que va a saltarse la Ley y el Gobierno de España lleva años anunciando que hará algo sin hacer nada. Igual es momento de dejarse de órdagos a grande, a chica, a pares y a juego y tomarse un café. Para todos.

PS: El Gobierno de Madrid es el de Cristina Cifuentes y la Puerta del Sol. Me cabrea cuando lo leo en artículos refiriéndose al Gobierno de España de La Moncloa.

 

7 comentarios en “Mejor todos juntos

  1. No, desde luego no es el momento de sentarse a tomar un café.
    ……….

    Se comprende la ansiedad de la izquierda española que ayer, por boca de su dirigente más importante, Pedro Sánchez brindó un momento inolvidable de vergüenza ajena, con su propuesta de crear (¡¡¡ahora!!!) una comisión parlamentaria, después de amagar con reformas constitucionales y de difundir la falsedad del `choque de trenes´, desde su equidistante inanidad política.

    ……..

    Arcadi Espada (El Mundo, 5.9.17)

    Desde el minuto uno.

    Un artículo de Torreblanca en El País sobre el nacionalismo catalán (https://elpais.com/elpais/2017/09/01/opinion/1504287433_791609.html). Este párrafo:
    «Y pertrechados de la certeza de la superioridad moral de su causa [los nacionalistas catalanes] están destruyendo o dispuestos a destruir todo lo bueno y sano que ese nacionalismo había alumbrado, poniendo en entredicho una convivencia ejemplar, sembrando la división entre catalanes buenos y malos y de primera y de segunda, instrumentalizando las instituciones, convirtiendo la lengua de todos en una lengua nacional, subvirtiendo la pluralidad de los medios públicos y aceptando como natural un discurso supremacista de tintes etnicistas y racistas (los españoles, vagos, atrasados y fascistas, nos roban y oprimen).»
    No es un párrafo ingenuo. Es un párrafo, intelectualmente dramático, destinado a su exculpación. A la exculpación socialdemócrata. La fábula de un nacionalismo bueno y sano, en el que ellos creyeron. Nunca hubo ese nacionalismo. Desde el primer minuto fracturó la sociedad, sembró la división entre catalanes buenos y malos, instrumentalizó las instituciones, convirtió la lengua en lengua nacional, subvirtió la pluralidad y aceptó como natural un discurso supremacista, que yo prefiero llamar xenófobo, porque conozco su profundo y pútrido complejo de inferioridad.
    La metáfora y, al mismo tiempo, el sentido recto de ese nacionalismo es la evidencia de Jordi Pujol robando desde el minuto uno, como dicen en Madrid. Y desde el minuto uno, todo.

  2. Es íncomodo el insistir en el diálogo , la negociación y demás mixturas bienintencionadas ( como hace el príncipe de la incoherencia , Pedro Sánchez ) sin explicar – al menos para andar por casa – de qué se trata el invento.
    En todo caso , el soniquete » a partir del día 2 » , como si fuera algo debido , se impone en el mundo tertuliano alopecico de ideas.
    No hay equidistancia posible. O con la Ley de leyes o contra ella. Sin plurinacionalidades que valgan de insulso comodín.
    Y si es que no , como amenazan los golpistas , es no para todos. Es una extraña idea solicitar la sumisión del todo a petición de parte. Si lo que desea esta banda de irresponsables catalanes es someter a tensión al estado unitario , la contraprueba no puede ser sino un acto de fuerza , que no anula nada ( no puede ) , pero que impide urnas , colas , listados y aperturas de colegios. Es sencillo : no puede haber un golpe de estado. Si el argumento es la fuerza , nosotros , los defensores del estado que garantiza la igualdad , somos más ,mejores y disponemos de más fuerza.
    Mano dura contra los golpistas y déjense de bobadas.

  3. Julio Embid hace un enternecedor recuento de lo que ha sido la vida de un españolito. Sabe muy bien catalán y sus recuerdos de infancia son la cultura que se enseña a los niños en cada región del pais. Por ello a él le gustaría que todo siguiese igual que era en la Cataluña donde emigraron sus padres. Pero la gran crisis del 2008 ha enconado el país. Los recortes en Cataluña fueron vistos especialmente por los de la CUP como un robo de los recursos fiscales que se cobraron a los catalanes; los de CiU encantados de echar la culpa de los recortes al estado español. En el otro extremo de la peninsula, andaluces, extremeños, manchegos, acusan de falta de solidaridad a los independistas catalanes. En medio, el Gobierno del España, que tampoco quiere perder sus privilegios de repartir la solidaridad a su mejor entender y apelando a que lo decide el congreso de los diputados. No hay nada que negociar. El choque de trenes está asegurado. Ya está habiendo multas cuantiosas, pero despues del 2 de octubre habrá ordenes de detención de los que se opongan violentamente a que se imponga legalmente el orden constitucional. Y habrá pequeños héroes que se rebelen con fuerza encabezando manifestaciones rupturistas. Obviamente, el gobierno de España tendrá el apoyo total de la CE, ya que a ningún miembro de la UE le interesa apoyar rebeliones regionales de ningún otro, pues corre el riesgo de incitar a sus propios rebeldes regionales.
    2018 será un año convulso en que posiblemente se consiga una especie de asamblea constituyente en que se quiera finalmente aclarar qué es eso de la nación de naciones y cuántas de ella tendrán derecho a ser naciones. Pero un periodo convulso es ienvitable

  4. PMNQ Cuando pide un poco de mesura ¿ a quién se dirige ? ¿ a los mossos de gatillo rápido ? ¿ a los golpistas del Govern y Parlament ? ¿ o sencillamente le produce incomodidad la mención de la palabra fuerza ?
    No falta un mes para que , de no mediar una acción del Gobierno de España , se pueda consumar un acto de secesión contrarío al Estatut , a la Constitución , a las libertades protegidas por nuestro ordenamiento jurídico, con una altísima capacidad desestabilizadora para una convivencia pacífica jamás alcanzada en nuestro país.
    Así que me gustaría saber que forma ha de adoptar la mesura para desactivar este peligro inminente habida cuenta de los magros resultados obtenidos por el arsenal de iniciativas implicadas en el apaciguamiento de la histeria nacionalista. No puede haber consentimiento tolerante para un nuevo amago de referéndum.

  5. «PMNQ Cuando pide un poco de mesura ¿ a quién se dirige?»
    Me dirijo a todos, obviamente. La mesura es siempre conveniente en política y la falta de ella, en unos y otros, nos ha llevado a la situación en la que estamos.
    Pero en el post concreto a que se refiere, me dirijo a esto «Mano dura contra los golpistas y déjense de bobadas.»

  6. Las bobadas en este momento crítico ( escribo cuando Forcadell y los miserables impostores nos dan un disgusto ) son aquel conjunto de acciones que tratan de minimizar con la palabra la inminencia del naufragio.

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