Los políticos: ¡el enemigo público número tres!

José S. Martínez

Los recientes datos del CIS muestran un gran cabreo de los españoles con los políticos. “La clase política, los partidos políticos” son el tercer problema de este país (13,9%), tras el paro y la crisis, por encima del terrorismo (12,9%). Esta diferencia es un “empate técnico”, pero probablemente no sería empate si la pregunta del CIS propusiese respuestas excluyentes, y no que se solapan, pues otra posible respuesta es “el Gobierno, los partidos y los políticos” (4,7%), y probablemente también se le podría sumar a buena parte de quienes responden “la corrupción y el fraude” (3,9%). Una reciente encuesta de La Razón, también estima que los políticos son percibidos como el tercer problema de este país. No se veían unos datos tan malos para la clase política desde la época de Roldán, allá por el 94. Si analizamos las diferencias por recuerdo de voto, no son relevantes, excepto en el indicador de “El Gobierno”, que señalan como problema más votantes del PP que del PSOE o de IU, y en que los votantes de IU denuncian más “la corrupción y el fraude”.

 ¿Cómo se ha llegado a esta situación? Creo que por tres factores: la crisis, la crispación política y la lógica de funcionamiento de los partidos. Supongo que señalando estos tres factores no soy especialmente original, pero déjenme que reflexione sobre papel desempeñado por cada uno.

 La crisis: la política sigue viva

Cuando casi uno de cada cinco activos está en paro, la gente quiere soluciones rápidas. Se confunden los deseos con la realidad, y se cree que el diagnóstico de la crisis es evidente, y la solución única. Genera menos ansiedad suponer que el mundo es sencillo, y que si no hay acuerdo para arreglar el problema del paro, es simplemente porque a los políticos les gusta reñir. Preferimos pensar que la ausencia de diagnóstico y soluciones comunes obedecen a que hay tontos o malos en la política, en vez de asumir que la lucha por el poder político se debe a que hay intereses enfrentados. De ahí todos esos llamamientos de salvadores de la patria para que se llegue a grandes pactos y a grandes consensos. Es una forma poco velada de decirnos que ellos saben lo que debe hacerse, que mira tú por dónde, les suele beneficiar a ellos o a quienes les pagan. Tenemos muy reciente que la exuberancia irracional de los mercados era sana, y eso era ortodoxia económica. Eran muchos los millones que sostenían esa ciencia. Ahora se habla de que el problema pudo ser la falta de regulación de los mercados o su mala regulación, pero se habla mucho menos de que pudo ser la creciente desigualdad social, pues no hay tantos millonarios financiando a quienes defienden que habría que subir los impuestos a los más ricos. No hay consenso en el diagnóstico. Tampoco en la solución. Por ejemplo, para reducir el paro, hay dos manifiestos de expertos, uno achaca todo el problema al sistema de contratación, con la dualidad entre temporales y fijos, otros al modelo productivo. Casualmente, me dieron clase de economía del trabajo dos profesores brillantes y respetables, J.F. Jimeno y Luis Toharia. Jimeno firma uno de los manifiestos. Toharia, más mayor y escéptico, no firma el otro, pero comparte el diagnóstico. Quienes ganan y quienes pierden con cada una de las propuestas no son los mismos. Me gustaría creer que Dios existe, y que sus sacerdotes interpretan adecuadamente sus designios. Pero aunque muchos se aferraren a la economía ortodoxa como a una nueva religión y aunque muchos economistas estén felices en su papel de sacerdotes y crean en la teodicea que nos cuentan, dios murió hace mucho. Saldremos de la crisis con política, no sólo con gestión. Y la política es enfrentamiento descarnado por el poder. No nos gusta la política porque nos recuerda que somos «humanos, demasiado humanos».

 La crispación política

La estrategia de la crispación del PP, copiada de los republicanos estadounidenses, supone que los políticos trasmiten la sensación de estar continuamente en un riña de bar, como esas que ocurren en el Toni 2 de madrugada. El PSOE lo tiene complicado para romper con esta estrategia, pues si entra al trapo, queda rebajado a la altura del PP, lo que no le gusta nada a la izquierda exquisita. Pero si no entra, las mentiras «peperas» terminan colando como verdades, como se vio en la campaña de las elecciones gallegas, en la que falsamente se le atribuyeron gastos ostentosos a Touriño. El malestar que produce esta estrategia se ve agravado por los sucesivos casos de corrupción, que afectan a ambos partidos, pero no en la misma medida. Cuantitativamente son más los casos del PSOE, pero si suponemos que la corrupción es constante, cuanto mayor sea el número de altos cargos, mayor será el número de casos de corrupción. Pero quien tiene implicados a diputados regionales, un ex presidente autonómico, presidentes de Diputación, consejeros, tesorero nacional, etc. es el PP. Además, en vez de obrar rápidamente ante estos casos, vuelve a enrocarse en las teorías “conspiranoicas”, echando la culpa a jueces, fiscales, policías… en vez de expulsar a los corruptos. Desde el verano estamos esperando a que Cospedal presente las pruebas de escuchas ilegales. Cuando se está en paro y se ve a políticos que se insultan o que son unos corruptos a los que sus correligionarios les ríen las gracias, es lógico que se considere que son un problema.

 Los partidos políticos: la ley de hierro de Michels

Uno de los muchos lugares comunes de los tertulianos que nos asolan es hablar de lo mal que funcionan los partidos políticos y de lo fácil que sería arreglar este problema. Sin ir más lejos, este fin de semana Bono, jaleado por El Mundo, propuso cambiar el sistema electoral para acabar con el poder de los partidos políticos, combinando una lista proporcional con un sistema de distritos electorales con voto nominal. Se supone que el alejamiento de los políticos de la política se debe al poder de los partidos, y reduciendo dicho poder, la política recuperaría su valor democrático… o no. Los políticos no dependerían de sus partidos, pero sí de quien les financiase la campaña, como vemos en EEUU. Podrían llegar a ser muy caprichosos, en función de los grupos particulares que los apoyan, y torpedear reformas que afecten al statu quo, como ha estado a punto de pasarle a Obama con la reforma sanitaria.

 Creo que la solución no debe ser tan fácil cuando hace ya casi un siglo que Robert Michels estableció la ley de hierro de las oligarquías, para dar cuenta de cómo los partidos políticos, cuando se convierten en partidos de masas, necesitan una división del trabajo entre la élite y los cuadros intermedios que produce inexorablemente organizaciones jerárquicas, con escasa democracia interna y con intereses particulares, alejados de los intereses generales. Dictar leyes para luchar contra la ley de hierro de las oligarquías creo que tiene el mismo fundamento que la proclamación de San Canuto (muy celebrado en la Universidad Autónoma de Madrid), que como rey dio orden a las mareas de que siguieran su voluntad, o, si me permiten, como ya dije en este blog, ahí está el disco de “Los Planetas contra la ley de la gravedad”. Ciertamente, no son lo mismo las fuerzas naturales que las sociales, pero el voluntarismo legislador al que tan dado son muchos profesionales del derecho (que son la cantera principal de la clase política), debe temperarse con el conocimiento de las lógicas sociales sobre las que actúan las leyes. Si me permiten un ejemplo de otro campo que conozco un poco mejor, la sociología de las reformas educativas no estudia cómo las reformas cambian el sistema educativo, sino más bien cómo el sistema educativo cambia las reformas, es decir, cómo los agentes sociales retuercen las instituciones en su propio beneficio y en función del poder del que disponen. El realismo de conocer las fuerzas sociales no debe asociarse al argumento conservador de que los intentos por cambiar el mundo son fútiles, sino como un llamamiento a que los intentos de cambio se realicen contando con que “la ley de la gravedad está ahí”.

 Para mí, el problema no es sólo que la lógica interna de funcionamiento de los partidos les haga poco democráticos y una mala máquina de gestión de los intereses más generales. También hay otro problema, quizá no tan profundo, que consiste en que puede llevar a comportamientos casi suicidas. El PSOE en Madrid, en la Comunidad Valenciana o en Murcia parece tomado por aparatchiks con el único interés de velar por sus prebendas internas en el partido, hasta el punto de que prefieren perder unas elecciones a perder su posición, como se vio claramente con el “tamayazo” madrileño. Si hemos sido capaces de luchar contra la ley de la gravedad, mandando el hombre a la luna, ¿seremos capaces de luchar contra la ley de hierro de Michels logrando partidos políticos que funcionen mejor?

31 comentarios en “Los políticos: ¡el enemigo público número tres!

  1. Gracias por tu artículo. El hastío político es debido a muchos factores, entre otros la corrupción en todos los partidos, la incapacidad de llegar a acuerdos de consenso entre Gobierno y oposición, el electorado está cansado de escuchar más reproches que soluciones, etc. La clase política ha tenido suerte, no hay elecciones hasta 2011 pero si hoy se celebrasen elecciones la abstención sería sensiblemente mayor a citas precedentes. Cuando critico la situación política actual no quiero que se entienda que «todos los políticos son iguales», frase tan manida por un sector social importante, porque no lo creo, sí hay políticos responsables y útiles, por supuesto que sí.

  2. Lo de los políticos como enemigo público es uno de los pocos logros de los que puede presumir el PP en estos últimos seis años. Con la ayuda entusiasta de los medios reaccionarios, los populares han conseguido enmerdar la vida politica como no se hacía desde los años 93-96. En este caso, además, como no había mucha corrupción de la que tirar en el Gobierno, han decidido corromperse ellos a fondo, dando lugar al caso Gurtel, para mi el más putrefacto de la historia de nuestra democracia por la extensión y alcance del mismo: casi todo el partido tiene la mierda al cuello, en Valencia, en Madrid, en Castilla-León, en Baleares y en la dirección nacional. Los dirigentes del PP han robado a manos llenas para el PP y para ellos mismos. La conclusión asombrosa de buena parte de la ciudadanía es que todos los políticos son iguales y todos dan asco. De ahí a Berlusconi queda un pequeño pasito.

    Me alegro mucho de que hayan liberado al de Greenpeace, frente a los comentarios reaccionarios del otro día en este blog. Estos señores de Greenpeace llevaron a cabo una protesta política por medios no convencionales pero pacíficos. No atentaron contra la seguridad o la propiedad de nadie. Y se les ha dado trato de delincuentes. El cretinismo jurídico de este país ha llegado demasiado lejos si la mayoría de la gente acepta que las acciones de protesta de los miembros de Greenpeace eran comparables a los de un ratero, un violador, un estafador o un asesino. Me parece razonable, aunque yo no lo comparto en absoluto, que se critique la protesta y se califique, por ejemplo, de payasada. A mi no me lo pareció, pero el desacuerdo aquí entra dentro de lo normal. Lo que no es tan normal es que la gente se descojone de que el tío esté entre rejas varias semanas. Lo lógico hubiera sido que un juez le hubiese impuesto una multa o algo así, pero desde luego no tenía sentido encerrar a alguien por haber realizado una protesta pacífica. A quienes les pareció un acto fríviolo y futil deberían ilustrarnos mejor sobre cómo llevar a cabo la revolución, que supongo que es lo que verdaeramente había que hacer, y no las mariconadas de los de Greenpeace. Los activistas de Greenpeace se la han jugado en muchas ocasiones y llevan a cabo toda clase de protestas, unas más visibles, otras menos, unas más espectaculares, otras menos. A mi esta me pareció especialmente ingeniosa y sirvió para ridiculizar a unos gobernantes incapaces e hipócritas y para ponerles algo más de presión para que lleguen a acuerdos.

  3. Me ha gustado mucho el artículo de hoy, sobre todo el primer punto que me parece muy exhaustivo y acertado.

    Sin embargo no estoy nada de acuerdo con la interpetación del «tamayazo» como algo relacionado con los «aparachikts». Este tipo y la sanz fueron unos sivergüenzas comprados por otros sinvergüenzas para que no gobernase la izquierda en Madrid, me parece lo mas obvio, cosa que consiguieron por cierto.
    Lo demás es manierismo.

    Saludos

  4. 06/01/2010

    El Plural / Política

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    POLÍTICA

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  5. Sorprende que en un artículo donde se analiza el descrédito de la clase política, según una encuesta del CIS, no se traten las posibles responsabilidades en el tema del gobierno de turno. No digo que sea el principal causante, pero me llama la atención que se omita a quien dirige la política nacional. Por ejemplo: Cuando se niega durante meses una crisis que afecta a amplios sectores de la población, ¿ se combate o se profundiza en ese descrédito? Algo habrá que decir, y algo tendrá que ver, el principal actor de la política nacional en este tema. Creo.

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    Si existe un término reaccionario como pocos es el de *preso común*, utilizado, sorprendentemente, por el portavoz de *grinpis*: lo trataron como a un *preso común*, dijo. Comprendo que para quienes el estado de derecho y la igualdad ante la ley es un chicle que se estira y se encoge a voluntad del discurso dominante del momento, sin mayores problemas, estas cosas sean complicadas de entender, pero en Dinamarca lo tiene claro. Un término el de *preso común* tan reaccionario y clasista, como de habitante de *pijolandia*, como ese otro de *lo trataron como a un delincuente*, tan habitual en algunas intrépidas clases sociales españolas. Y es que se ve que el progresismo de colegio del pilar ha hecho escuela y tiene sus declarados seguidores entre algunos de nuestros más aguerridos intelectuales subvencionados. ¿Se lo han dicho ya a las ballenas?

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    Espléndidos hoy El País con los artículos de Patxo Unzueta y Muñoz Molina. Se ve que los controles de calidad en el global vuelven a funcionar. ¿Hasta cuándo?

  6. Lamentable artículo de Muñoz Molina hoy en el País. Lo peor, el tono despectivo hacia Rodriguez Ibarra por jubilado, seguido a poca distancia por las ironías del escritor sobre políticos, gobernantes y cargos públicos. En cuanto al contenido, sencillamente Muñoz Molina ha perdido el hábito de argumentar (no es el único, a la vista de lo que puede leerse aquí: le quitas los asteriscos y el vinagre y lo que queda es desolador): el académico se hace la picha un lío con la parábola de las naranjas y llega a hablar, en los múltiples círculos que da, de si no es una injusticia que al comprar unas naranjas nos vendan la cáscara y las pepas, que no nos las comemos. Gran altura intelectual, sí señor. Y lo digo como defensor de los derechos de autor y en contra del gratis total. A mi el artículo de Ibara me pareció muy tramposo: cuestionaba que hubiera un valor añadido en la creación cultural, como si esta no fuera más que una repetición inacabable de aportaciones anteriores; comparaba absurdamente una escultura con los discos, etc., etc. Pero la réplica de hoy sólo refleja la pataleta de un petulante.

  7. Sicilia me quitó el balón de los pies cuando tiraba a puerta. El «tamayazo» fue un golpe organizado contra un proceso democrático de resultado adverso para Peranzaguirre. Lo demás, amén Jesús.

  8. Hola!!

    D. José, muy bien su artículo. Es curioso que en un trabajo donde debe primar la ética, la moral, el no mentir… sólo hay gente mentirosa que no tiene ni ética ni moral, sólo una jeta de espanto (reconozco que hay políticos que me gustan…jejeje). Para no despreciar directamente a los politicos habría que pedirles como requisito imprescindible que hicieran cursos intensivos de Educación para la Ciudadanía (que es a quien deben su puesto), una vez al año, con examenes donde no vale el ‘cinco pelao’ (como me vale a mí…jeje) sino que solo se puede sacar un 10. Y de pensiones, dietas, trabajos extras como consejeros y administradores rien de rien, a currar como el resto del personal y el mismo número de años que el resto.

    Saludos!

  9. 5y6

    Terciando.
    No me gustan demasiado ni el artículo de Muñoz Molina ni el de Rodriguez Ibarra.

    Con el debido respeto me parecen argumentos de barra de bar y palillo entre los dientes ambos dos, pero este es el nivel del debate en torno a este tema en el patio nacional (y eso que aqui por lo menos no salen Ramocin, SGAE, etc que es un descanso).
    No me extiendo más en este tema por no repetir anteriores y prolijas intervenciones al efecto.

    Si me da la impresión de que somos el único país del mundo (o de los muy pocos) donde se trata con tanta inquina a los autores etc (titulares de derechos de propiedad intelectual) y donde nos planteamos una abolición total de estos. En mi opinión conspirativa y neurótica creo que a todo este extraño debate no es ajeno el deseo de muchos de cobrarse el «No a la guerra» a costa de lo que sea.
    A eso se le añade ese amable proceso psicológico llamado «racionalización» consistente en presentar toda una panoplia de causas externas que hagan que nuestra actuación parezca la mas justa, adecuada e incluso ética. Es decir, me bajo series, películas y de todo porque el mundo me ha hecho así, porque nadie me ha tratado con amor y por culpa de los padres que las visten como pxxxs

    7

    Usted perdone, joven.

  10. ¿Se sabe si el actor británico Rowan Atkinson, gran perjudicado por el montaje sustitutivo del presidente Zapatero con el que se le identifica, va a realizar alguna acción legal en su defensa?

  11. Señor Barañain, bien su artículo, me alegro que el número de asesinatos haya bajado, aunque estoy en la línea de los que apoyaban la no-violencia y los no-abusos en general (incluyendo los abusos laborales, etc)
    Hace falta mucha Educacion, Educación, Educación… y efectivamente que la mujer utilice los derechos adquiridos que decía ayer Amistad, yo lo hago…jejeje

    Aunque me reía con los comentarios sobre ‘grinpis’ en este blog sí que considero que se han pasado un poco con estos dos responsables encarcelados casi un mes, los Daneses están un poco exaltados ultimamente, tienen broncas callejeras cada 2×3 y creo que ya no pasan ni una… Saluditos

  12. Amistad… qué te han traido los Reyes…?? no has contao ná… el otro día pasé por tu casa con la vioneta y dejé caer unas remesas y como estás missing deduzco que lo estás disfrutando…jejejeje

  13. Amistad ha ido a la SGAE a pagar los derechos de autor sobre la canción » desde Santurce a Bilbao» que no deja de cantar desde hace unos días.

  14. «Tenía», con acento, ….. que de parásitos intestinales no parece que estuviese infectado.

  15. Muchas gracias a José Martínez por su documentado e interesante artículo.

    Dice Polonio que algo tendrá que ver el Gobierno y su Presidente en el descrédito de los políticos. Seguramente todos los políticos tienen algo que ver. Pero me parece totalmente injusto situar en pie de igualdad a unos y otros en el origen de la responsabilidad de ese descrédito. La corrupción y la crispación tienen una parte de responsabilidad infinitamente superior a cualquier otra causa. Y, hoy por hoy, los que se llevan la palma de la corrupción y de la crispación creo que es obvio que son los dirigentes del Partido Popular.
    Polonio dice «Cuando se niega durante meses una crisis que afecta a amplios sectores de la población, ¿se combate o se profundiza en ese descrédito?». Hubo, por supuesto, un error político del Presidente al no pronunciar la palabra «crisis» para referirse a la situación económica. Error que ha reconocido. Utilizó otros términos para calificar la situación (términos técnicamente correctos, por cierto) y se empecinó en no decir «crisis». Vaya usted a saber por qué, seguramente para no contribuir a empeorar la situación económica con unas expectativas pesimitas. Pero ese error en absoluto contribuyó a que la recesión empezara antes o después, o fuera más o menos intensa. Eso sería tan absurdo como suponer que la recuperación va a empezar antes o después o va a ser más o menos rápida, según lo que tarde el Presidente en pronunciar la palabra «recuperación». Totalmente absurdo. La recesión se produjo cuando se produjo y con la intensidad que se produjo, por causas absolutamente ajenas a las palabras del Presidente. Como ocurrió en el resto de los países. Y la recuperación se producirá antes o después según como funcionen aquí y en otros países, las medidas tomadas para favorecerla. Por mucho o poco que el Presidente diga la palabra mágica: «recuperación».
    Lo que ocurre es que la oposición y su corte mediática, y los advenedizos a esa corte, se han hartado de insistir en: 1. El Presidente mintió. 2. La recesión fue como fue porque el Presidente mintió. Y decir lo contrario es casi como mandar las naves a luchar contra los elementos.
    Equiparar eso con la corrupción y la crispación absolutamente irresponsable del Partido Popular (con la lucha antiterrorista en la pasada legislatura, con el aborto ahora, con la situación económica, con las escuchas telefónicas….., con lo que se les pase por la cabeza), me parece no sólo injusto, sino peligroso. NO TODOS LOS POLÍTICOS SON IGUALES. Unos merecen descrédito y otros no. Aunque haya especialistas en esparcir la tinta de calamar.

    Otro punto: El artículo de Rodríguez Ibarra del día 5 me pareció deplorable. El lío que se arma con las naranjas y la canción de Sabina para negar los derechos a la propiedad intelectual de autores de todo pelaje es penoso. Pero el artículo de Muñoz Molina de hoy me dio vergüenza ajena. Por su tono de superioridad, por el lío que se arma él también con las naranjas y el transporte y demás (qué tendrá que ver eso con el argumento que trata de defender), y sobre todo, por el tono despectivo que utiliza hacia RI por su doble condición de político y, sobre todo, de jubilado. Parece casi casi como el tono de los grinpiisis al hablar de los presos comunes. Tan del Colegio del Pilar como ellos.

    Por cierto, Cicuta, espero que a los violadores, atracadores y asesinos no les apliquen en Dinamarca las mismas penas que le han aplicado al señor de Green Peace. Si uno hace algo para llamar la atención sobre un tema, como hizo el miembro de Green Peace en Dinamarca, supongo que sabe de antemano que le van a aplicar la ley correspondiente en ese país.

  16. Bueno, me gustaría colgar dos enlaces de «El País» hoy en su edición gallega sobre la cuestión lingüística. Refleja cosas que vengo yo diciendo en este blog desde hace tiempo pero Fernando no lo quiere entender porque si la realidad le contradice peor para la realidad.

    http://www.elpais.com/articulo/Galicia/argumentos/gallego/parte/PP/insultantes/elpepuespgal/20100107elpgal_3/Tes

    http://www.elpais.com/articulo/sociedad/lengua/libertad/elpepisoc/20100107elpepisoc_1/Tes

    Un saludo.

  17. 18
    ¿Que no quiero entender yo, que?
    ¿Me quieres decir que he dicho yo, para poder comprobar que la realidad me contradice?
    Agradezco que pienses por mí, pero no te cabrees conmigo si no te gusta lo que piensas.

  18. Una pregunta que estoy fatal de lo mío… Bono, por qué lista electoral fue elegido?

    Hoy en La Vanguardia una encuesta colateral, (aunque regional)

    http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20100106/53861788137/los-catalanes-mas-realizados-son-los-mas-insatisfechos-con-la-democracia-ciu-psc-icv-erc-principado-.html

    A ver si lo entiendo. El planeta se ha calentado unos grados (o no, segun el primo de Rajoy), los líderes mundiales no se ponen de acuerdo con el CO2, y el principal problema es el acento pijo de la portavoz de Greenpeace? Pues que pongan a Belen Esteban, hostias!

    Otrosí, no me cosco con el Sahara. Se ve que el relator de Amnistia Internacional dice (aunque no hay que hacerles mucho caso) que los derechos humanos no se respetan en el Sáhara Occidental, ya que las histéricas en huelga de hambre tienen que venir a comer dátiles a las Canarias. Me he perdido algo?

    Haider es una histérica, como Pilar Manjón es a… No comparo los casos, comparo las críticas

    Según se nos explica en el panfleto que se ve que lo de Dinamarca no lo dictamina ningun Juez, lo suyo en caso de asesinatos, violacines y tal. Que todo se lo guisa y come la policía danesa. Es la ley antipayasadas danesa que dice que sera la policia la que decide si les hace gracia o no el fofito de turno, y que ya diran cuando salen. Un día antes de comparecer ante el juez. Yo lo he entendido así, pero estoy espeso.
    Si quiere llamar la atención que le pegue a un exministro con un palo… a Bono, por ejemplo! 20 euros para abogados, los tiene de mi bolsillo.

    Ya puestos pido que la policía danesa pille a Felix Millet, y que AMadeu Casellas sea juzgado por Greenpeace.

    En fin…

  19. 20

    No pienso por ti. La realidad te contradice cuando criticabas la situación lingüística en Galicia sin tener un mínimo conocimiento sobre lo que ocurre en esta tierra. Yo siempre defendí una realidad que avalan los expertos consultados en el reportaje de «El País» y el más que probable líder del PPdeG en Ourense. El tiempo pone a cada uno en su sitio.

  20. PMQNQ 17, tiene razón con que no todos los políticos son iguales, a mí se me ha olvidado poner ‘en general’, lo que pasa es que los que son buenos los califico como especialistas en lo suyo (lease Miguel Sebastian, antiguo bloguero, hola..!!), por mucho que lo intente no veo a Miguel Sebastian como político sino como buen profesional que hace bien su trabajo en el Ministerio, y el resto, los que son malos, los que son bla bla bla, son políticos. No sé si me he explicado bien….

  21. Muchas gracias por los comentarios. Espero que lo de hoy de Cospedal (http://www.elpais.com/articulo/espana/juez/llama/declarar/Cospedal/ratifique/denuncias/espionaje/elpepuesp/20100107elpepunac_9/Tes) sea un primer paso en parar la estrategia de la crispación. La tarea de la oposición debe ser criticar al gobierno cuando gestiona mal y criticar al gobierno cuando va contra su ideología. El problema es que con la estrategia de la crispación se critica al Gobierno por mentiras, lo que daña notablemente la calidad de la democracia.

    En cuanto a que todos los políticos son iguales, según la encuesta reciente de El Mundo, quienes piensan así son los electores del PP, pero no los del PSOE o IU. El Tamayazo: efectivamente fue un caso de corrupción del equipo de la Espe; me expresé con poca precisión, lo que quería decir es que una vez que aquello estalló y se hizo pública la biografía política de los dos personajes, me quedé a cuadros!!, ¡¿cómo puede haber semejantes inútiles en cualquier partido?!

    Sobre ecologistas, toda la verdad sobre el equipo de Paul Watson, los del barco abordado por balleneros en:
    http://www.southparkstudios.com/episodes/251888

  22. 17

    Yo no he acusado, «en pie de igualdad, a unos y otros, en el origen de la responsabilidad de ese descrédito». Ni he querido entrar en ese tema. He puesto de manifiesto que me sorprendía en el artículo la ausencia de las posibles responsabilidades del gobierno en esta cuestión, sean las que sean y en el nivel que sea. Me resulta complicado entender que en una cuestión así quede al margen del análisis quien dirige la política nacional. Y no, no sólo fue un problema de «pronunciación de la palabra crisis». El presidente discutió durante meses la existencia de la propia crisis, hasta que la realidad le alcanzó. Absurda y ridículamente, pero así fue. En junio de 2008 el presidente declaraba a El país: «es un tema discutible si hay crisis o no hay crisis». No era sólo un problema semántico. Pero mi pregunta no era en ese sentido, sino en cómo afectaría ese debate tan *intelectual*, tan semántico, de nuestro entrañable presidente a quienes ya en esas fechas estaban sufriendo la crisis. Me temo que esa pirueta *semántica* no ayudaría a superar el descrédito de nuestra clase política (que pone de manifiesto el CIS, no yo). Tampoco creo que el gobierno no pueda hacer nada contra la crispación de la oposición. Otra cosa es que el nivel de respuesta del gobierno sea muy escaso, debido a su poco peso político y sus numerosos ministros silentes. ¿Cuántas veces, en esta legilsatura, el propio presidente ha tenido que matizar, desmentir o negar a algunos de sus propios ministros? Igual hay que hacer frente a la realidad con otros equipos. Si se tienen, claro.

  23. Polonio, no dudo que cuando se pierde el empleo, la gente se cabreé con sus gobernantes, pero lo que resulta extaño es que no pase a apoyar a la oposición. Esa es la prueba de que algo no funciona bien en nuestro sistema político. Por otro lado, a toro pasado, todo se ve fácil, pero que yo sepa, nadie previó la magnitud de la crisis. En su momento se trabajó con un escenario de desaceleración. Si se toma el panel de expertos que recopila FUNCAS, en el primer trimestre de 2008, absolutamente todos los expertos planteaban un escenario de desacelaración (crecimiento bajo), no de recesión (decrecimiento). El problema del Gobierno es que si en un escenario de desacelarción se pone a hablar de crisis, ¿de qué habla cuando llega la crisis? Lo importante es que se fueron tomando medidas, no si se dijeron las palabras mágicas. Todavía en el verano de 2008, los datos eran ambiguos, y aunque el paro había empezado a crecer, el volumen de empleo se mantenía más o menos estable.

  24. Una pequeña muestra de nuestra «clase ciudadana». Esta noche en el telediario, lo habrán visto ustedes. Un camionero atrapado en una carretera cortada por la nieve: «pues que venga Zapatero y nos traiga un bocadillo y arregle esto». No hablaba en broma, no.

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