La autodeterminación quizás no sea la solución (aquí y ahora)

Lluis Camprubí

Hace un tiempo la discusión sobre el «referéndum de Catalunya» centra o condiciona buena parte de las polémicas de las diversas izquierdas, tanto catalanas como del conjunto del estado. Aunque no es explícito, y la mención a referéndum o consulta es polisémica, lo que activa el debate es que casi todo el mundo asume que se está hablando de un referéndum de autodeterminación binario (independencia si/no). Si no es pues en este sentido, parecería recomendable clarificar o adjetivar al proponerlo. De hecho, la invocación a la autodeterminación como principio para abordar y solucionar las más diversas cuestiones, hechos y conflictos nacionales es y ha sido la propuesta habitual en una parte significativa de las izquierdas en/para muchas realidades. No es pues ninguna propuesta fuera de lugar, y en abstracto, metodológicamente, puede ser una buena herramienta.

Ahora bien, y teniendo presente que Catalunya no encaja en ningún sentido con las tipologías tradicionales que Naciones Unidas sostiene de «pueblos que tienen derecho a la autodeterminación», parece que las izquierdas tendríamos que pensar en ello siguiendo aquel otro principio de «el análisis concreto de la realidad concreta». En dos planos, en la deseabilidad y en la factibilidad. Aunque en política es imprescindible pensar si las propuestas son posibles/viables políticamente en un determinado contexto y correlación de fuerzas (desapasionadamente parece claro que no podrá serlo en un horizonte próximo), ahora me gustaría centrarme únicamente en la deseabilidad o no de la propuesta para Catalunya en este momento concreto. Momento concreto entendido según la urgencia y la centralidad que ha cogido la cuestión. En un horizonte de tres años -por decir una cifra-, dónde no hay que perder de vista los implícitos de las prisas. El crecimiento vertiginoso en los últimos años de la pulsión independentista, el actual estancamiento y el previsible cierto reflujo en el futuro deberían hacer relativizar la urgencia de la necesidad del referéndum. Tan necesario (o no) era hace 5 años, como ahora, como de aquí a 5. Es más, el hecho de que haya esta amplia fluctuación hace dudar de la idoneidad de convertir una foto fija descriptiva en película política.

En algunos sectores ha cuajado la idea que frente al conflicto político en Catalunya, la solución -o el desatascador- es el referéndum. Ciertamente es un mecanismo democrático (como tantos otros, a priori ni mejor ni peor que otras formulaciones de votaciones o consultas) para dar una respuesta. La pregunta es si es la mejor solución política. Dicho de otro modo, ¿disponer de un contaje permite desempatar de una forma consensual y aceptable ampliamente el empate eterno? Un empate político dentro de la sociedad catalana que es entre dos sub-comunidades políticas que cristalizan a partir de este debate (dinámica reversible en otros paradigmas). Dos sub-comunidades articuladas en base a la vivencia identitaria al activarse la urgencia y la necesidad en torno a la pertenencia o no a España.

Existe -con fundamento- la preocupación de que las dinámicas derivadas del «proceso» ayuden a cristalizar estas dos sub-comunidades políticas que antes no se expresaban como tales. De siempre en Cataluña existen identidades nacionales subjetivas y grados de vivencia de éstas diferentes, mayoritariamente duales. Hasta hace poco, sin embargo, éstas no vertebraban ni condicionaban la vida política -no eran el eje- ni limitaban los ámbitos de lo posible en las relaciones políticas y asociativas, ni construían trincheras identitarias. Es en estas circunstancias que habría que situar el largo debate refrendario (en el hipotético caso de que se realizara). La lógica confrontación y la articulación de los dos polos sería en base a la identidad (se pueden hacer muchas argumentaciones voluntaristas, pero al final la alta correlación de los «síes» y los «nos» con una determinada identidad nacional subjetiva y con una determinada lengua materna es altísima). Esto parece el estresor perfecto para seguir rompiendo los ligamentos que sostenían el «un solo pueblo» y diluir el aglutinante que suponía el extinto consenso catalanista. Se puede dramatizar o edulcorar, pero parece innegable que un proceso referendario así contribuiría a cimentar las dos sub-comunidades. Como siempre, la complejidad de la elección desaconseja apriorismos contundentes. Se debe valorar que se quiere priorizar, si rehacer la unidad civil dañada, o exponer a la sociedad catalana a la tensión del «winner takes all». Todo a la vez no puede ser.

En este sentido, en una sociedad compleja como es la catalana -donde hay que recordar que persistentemente la mayoría de la población expresa identidad mixta catalana-española- es donde aparece el dilema político clave: a) se trabaja para que haya una expresión previa de preferencias que se manifieste en un 45-55 (en un sentido u otro por el sí o el no, pero la realidad es la que es y no son previsibles ahora mismo márgenes de diferencia amplísimos) y que por tanto supongan una amplia satisfacción y una profunda frustración a partes casi iguales; o b) se trabaja políticamente y las mediaciones políticas actúan como tales para que haya un acuerdo político que pueda ser satisfactorio -o al menos aceptable- por el 70% o más, eso sí, seguramente con menos entusiasmo de los sectores más polarizados y movilizados. El referéndum independentista no permite captar los grises y de hecho excluye los escenarios deseados mayoritariamente. De nuevo, todo a la vez no puede ser.

De hecho, se puede entender el plantear el referéndum de autodeterminación como una derrota. Como el último recurso cuando ya no se encuentran soluciones de articulación política. Como el instrumento frente la incapacidad absoluta de la búsqueda de un acuerdo político que pueda ser satisfactorio para las aspiraciones mayoritarias de la ciudadanía de Catalunya. Hay todo un revisionismo histórico promovido desde el independentismo que viene a decir que desde siempre se ha intentado el acuerdo y nunca ha sido posible (a veces remontándose a 30 años, a veces a 300) y que por tanto hay que recurrir al instrumento definitivo. Desde esta falsedad, algunos fundamentan la legitimidad de la propuesta. Hay que recordar que en periodo democrático, los acuerdos sobre cuestiones y aspectos «nacionales» (con conflicto político entre medio lógicamente) han sido la norma y que han sido de aceptación muy consensual en Cataluña. Esta dinámica se rompe en dos momentos hace 3 y 5 años. Parece pues osado afirmar la imposibilidad de acuerdo, cuando de lo que estamos hablando es de unas circunstancias muy contingentes y recientes en el tiempo.

Tampoco hay que perder la perspectiva de la deseabilidad por parte de los distintos actores políticos.  Dejando de lado el sin-sentido de un referéndum autodeterminista unilateral (que de hecho ya se hizo en 2014), el referéndum si/no no parece ser una solución querida por ninguno de los actores críticos. Por motivos muy diferentes, los abanderados del «sí» y del «no» en Catalunya parecen desinteresados ​​en buscar estratégicamente una solución autodeterminista acordada. Realidad que los que lo proponen como punto de encuentro, o pretenden un encaje diferente, deberían asumir. Asimismo, los sectores dentro de las fuerzas de izquierdas de ámbito estatal que levantan el referéndum como línea roja (en el sentido de imprescindible o inasumible) y lo ponen en el centro del debate, son aquellos que por motivos diversos son refractarios a un acuerdo de izquierdas y el referéndum les es instrumental para bloquearlo.

Es una obviedad que hay en Catalunya una extendida insatisfacción con el encaje actual y con el reconocimiento nacional. Se puede matizar remarcando que es fruto principalmente de la acción política del PP y que en la intensidad de las preocupaciones no es central o prioritaria para la mayoría. Sea como sea, es un hecho. Y hay que darle pues respuesta política. Esta respuesta debería venir de la búsqueda activa de un nuevo acuerdo por parte de las mediaciones políticas. Lo que se traduce en una reforma constitucional y estatutaria que plasme las aspiraciones mayoritarias de la sociedad catalana en un Estado plurinacional. Lo que quiere decir, empezar a aterrizar cuáles son estas aspiraciones. El método de esperar pasivamente a ver «qué propuesta viene de Madrid» no parece muy recomendable. Por omisión termina acompañando la estrategia de polarización y tensión. Y deben ser la concreción de estos acuerdos políticos (podemos suponer que tardarán digamos por ejemplo unos tres años) los que deberían someterse a refrendo/validación ciudadana. Referendos previos podrían tener un sentido si lo que se pregunta es si se quiere iniciar esta vía de reforma/revisión del pack constitucional. Preguntas de parte sobre el modelo de articulación concreto no son muy recomendables. En buena lógica democrática las principales propuestas de articulación (o de no articulación) podrían legítimamente exigir «su» referéndum previo. Es necesario, por último, señalar el absurdo de plantear un referéndum de autodeterminación en medio de un proceso de reforma constitucional. Absurdo incluso metodológico, por los incentivos distorsionadores que implica ya que no pasaría de ser considerado por todas las partes como un instrumento para intentar disponer de más presión negociadora usando el resultado de la votación (el que fuera).

Todo no puede ser. Soplar y sorber al mismo tiempo no es posible. En este momento concreto, o se activa y se cose la fraternidad entre las diversas Catalunyas y se teje la fraternidad con los diversos pueblos de España -que el “proceso” y el PP han trinchado- iniciando el camino de un nuevo acuerdo político o, se sigue con la dinámica actual de dilución de los aglutinadores (internos y externos en Catalunya).

 Para terminar, dos apuntes relativizadores. En primer lugar, recordar que esta discusión de reparto competencial y de poder político entre nivel estatal y sub-estatal (nacional en el caso de Catalunya) poco afecta a la actual impotencia política y al estrechamiento de las alternativas en políticas socioeconómicas a aplicar en el actual contexto de disloque de soberanías. Seguramente lo que debería ser central es determinar qué soberanías trasladamos a un nivel europeo democrático para hacer más efectiva la soberanía popular. 

Y segundo, no hay que hacer un dogma. Se puede o no estar de acuerdo en que la autodeterminación es una solución (siempre distinguiendo si estamos hablando metodológicamente o políticamente) pero lo que es indispensable es pensarlo siempre para este momento concreto y para esta nación concreta.

21 comentarios en “La autodeterminación quizás no sea la solución (aquí y ahora)

  1. En el año 2525
    No pienso decirte toda la verdad,
    no diré ninguna mentira
    Todo lo que pensamos, hacemos y decimos
    Está en la pastilla que tomó hoy
    En el año 2525 gracias a un estudio en La Politecnica de Bercelona sobre Ingieneria de Biosistemas aplicados a la telecomunicaciön ,se descubrio la existencia de Mundos paralelos a los que se podia acceder en las sedes de todos los partidos politicos,mediante el carnet de afiliacion y con el pago anual de 100 € chinos mediante una trnasferencia bancaria en Los bancos de Todo a 100 mas cercanos a su domicilio habitual.
    Este descubrimiento clarifico el panorama politico catalán ,los independentistas dejaron de pedir referendums de autodeterminacion a los sucesivos gobiernos de Podemos ,que mucho prometian pero que nada concedian.
    Pero este descubrimiento acabo con tanto chalaneo de los españoles e hizo que cada cual viviera en el mundo que les ofrecian la amplia gama de partidos politicos,con sus ideologias,levedades del ser,utopias alcanzables,veranos con suecas o toros todos los dias…
    …En fin,que si eras del partido Democracia i LLibertad ,solo tenias que entrar en su sede ,pasar la banda de reconocimiento de tu carnet de afiliado,entrabas en la cabina trasladora y en un periquete volvias a salir y salias a la calle y vivias la incomparable realidad de La Republica Catalana de Mas.
    No me siento con fuerzas para describirles lo que vi,pero…jo! la estatua de Colon ,ya no está ,ahora allá en lo alto hay la figura de Mas mirandose el ombligo que señala con su dedo indice de la mano derecha en señal de triunfo y orgulloso de el.
    Que duro fue ver aquello…recorri la Ramblas viendolo todo con un extraño resplandor que difuminaba lo que habia a mi alrededor…la pantalla se lleno de nieve y me desmalle en el suelo.
    Al despertar me di cuenta que estab denuevo en casa ,sano y salvo,gracias a Dios que se me acabo el saldo de mi carnet de Democracia i LLibertat y volvi a mi realidad,pensando en que mañana me ire a afiliar a la sede del Partido Marihuana Power ,estoy harto de las pesadillas de los partidos independentistas.
    Cerre los OjOs y pense…
    …mañana sera otro dia
    ..mañana volvere a nacer

    En el año 2525
    No pienso decirte toda la verdad,
    no diré ninguna mentira
    Todo lo que pensamos, hacemos y decimos
    Está en la pastilla que tomó hoy….JAJAJA….que nervios.

  2. Si Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera no piden hoy la dimisión de Rajoy como presidente del Gobierno se pueden meter su proclamada regeneración democrática donde les quepa, al menos por mi parte. Los casos de corrupción del PP, como el que vamos conociendo de Valencia, y la imputación del propio PP y TODOS sus tesoreros, hace imposible que el interlocutor pueda ser Rajoy. Que busque el PP un candidato decente y luego que hablen todo lo que quieran.

    ( perdón al articulista )

  3. Bueno,Felipe Gonzalez parece que ha hablado y dado que lo ha hecho,le tengo que decir a REN que estaba equivocado al decirle que el omitiria su opinion.
    Felipe Gonzalez conoce muy bien el entramado politico en el que se han movido ciertos lideres de Podemos y nadie puede negar el trato que ha recibido por parte de esta formaciòn politica y el gobierno de Maduro,de ahi que sea comprensible que como ex-presidente vea mas alla que muchos de nosotros las consecuencias politicas de una alianza con Podemos y no les digo nada de las que supondrian un gobierno de coalición con ministros y viceperesidencia de Podemos.
    De ahi que ponga en valor la abstención del PSOE en la investidura de Rajopiyus Lecter «El escapista» eso propiciaria un entendimiento constitucional para superar el desafio de los independentistas catalanes y le permitiria al grupo socialista tener una relevancia politica a la hora de legislar y derogar leyes impulsadas en la anterior legislatura.
    Ya se que etos argumentos se sostienen por si mismos….pero es que con llo sucedidio hoy y que Polonio hace incapie en ello,es que es muy dificil de entender para la opinion publica que votó un cambio sea cual sea su ideologia politica,que nos gobierne el lider de un partido en el que la corrupcion politica haya sido su sello personal de como se desarrollan «las politicas» del Partido Popular.
    Por eso tengo el convencimiento que el PSOE actuara en consecuencia y Peter Sanchez hara lo que vengo diciendo largo y tendido,negociar un cambio politico con un gobierno en minoria con acuerdos programaticos con el parlamento.
    Esta es la unica solucion posible polticamente,ya les digo yo que su elección vendra de la mano de los que se abstengan para no impedir el comienzo de esta legislatura.
    Pero es la hora de Rajopiyus,el presidente en funciones tiene que defender su gobierno,los interes del estado y su dignidad politica permitiendo a Peter Sanchez ser presidente del gobierno con su abstencion y sin contrapartidas.
    …Fernando…¡¡Salvemos al soldado Sanchez!!….JAJAJA….que nervios..

  4. Polonio, ¿y por qué Rajoy tiene que dimitir cuando los ciudadanos mayoritariamente han dado su respaldo a su candidatura hace 1 mes? Si los imputados judicialmente han sido cesados o han dimitido (por cierto, como hace el PSOE también) y estamos a la espera del veredicto judicial (¿no somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario?), ¿para qué todo este teatrillo? Además, tu partido ha dicho que no va a hablar nada de nada de nada con el PP de Rajoy o de quien sea quien lo presida. Así que menos tontadas, vamos!

  5. No hace falta más que recordar como el actual liderazgo Popular se ha conducido con respecto al PSOE para entender de inmediato por qué un pacto con el PP, en su actual formulación, es imposible. No sólo imposible, sino de «primos», permítase la expresión.

    De vez en cuando conviene examinar el pasado reciente y a medio plazo propio, no sólo el de los demás. El cultivo del insulto, la altisonancia , la barbaridad que no para en mientes, es lo que tiene. Corrupciones aparte.

  6. Va a ser eso, Laertes. Y mientras los barones de tu partido echando chispas… y Pablemos descojonándose y preocupándose por las sillas… Eso sí que es preocuparse por los problemas reales de la gente… «Formulación imposible»… Y nos quedamos tan anchos.

  7. Lo de Valencia, lo de los ordenadores, lo del número dos de Soraya…. aparte de todo lo demás. NO sé quién decía aquí ayer que la corrupción no era un problema, que el problema sería que hubiera impunidad.. Pero ¿es que no la hay? ¿por qué hay tanto forajido del PP (cargos digo, alto cargos) por ahí, vivitos y coleando, tan campantes? Porque hay un altísimo grado de impunidad, que les permite ser corruptos hasta la médula del partido.
    Y la señora Cospedal habla de los que respetan la Constitución y no sé qué más cosas solemnes. Nos toman por tontos, y no me extraña, habiendo tenido tantos votos con tanta corrupción. País de súbditos y lerdos, efectivamente.

  8. Pregunata Hen Henne
    ¿y por qué Rajoy tiene que dimitir cuando los ciudadanos mayoritariamente han dado su respaldo a su candidatura hace 1 mes?
    Por usar las instituciones del estado para purgar a su partido.
    Tiene a la fiscalia anticorrupcion movilizada ,con la guardia civil,policia nacional,servicios de inteligencia,fiscales,jueces…en fin una inversion millonaria salida de las arcas de estado para limpiar la mierda del Partido Popular…si eso no es motivo para que Rajopiyus dimita ,quizas el presidente en funciones,podria tener un poquito de dignidad y evitarle al Rey la verguenza de pedirle que acepte la investidura por ser el partido mas votado.

  9. @Por mí que no quede, obviamente la corrupción va a seguir existiendo, por los siglos de los siglos. Está en el género humano. Dije, efectivamente, que lo importante es que no haya impunidad. Eso lo puede subrayar cualquier persona con 2 dedos de frente, digo yo.
    ¿Cargos imputados del PP (y de otros partidos, por cierto) en la calle? Pues a eso se le llama sistema judicial. Los imputados (excepto cuando el juez de instrucción decide prisión preventiva) están en la calle porque son I-NO-CEN-TES. ¿Lo repito? I-NO-CEN-TES. Sean del PP o del PSOE o de cualquier partido. Cuando el juez termina con la instrucción, viene el juicio. Y por último la sentencia. Si te crees lo de la democracia, pues ya sabes. Ahora bien, si de lo que se trata es de ajusticiar a los «presuntos» porque no son de tu ideología o porque te caen antipáticos, mal vamos. Explico todo esto por fijar ideas, vamos! Que aquí se le llena la boca a todo el mundo con grandes palabras que acaban quedando huecas.

  10. Amistad Civica, Rajoy no tiene que dimitir. El no está imputado por nada. ¿No habían fijado los partidos políticos la dimisión cuando hubiera una imputación por parte de la justicia? Pues eso. Al PSOE le pasa exactamente igual, y a todos los demás. Así que no sé de qué os extraña.

  11. Hen Henne,
    No queremos que dimita por la dignidad de su partido.queremos que dimita por la dignidad del Jefe del estado y del resto de españoles que no le han votado.

  12. Pues sí algo de calma y sosiego por todos irá bien. Creo que hemos sido los articulistas catalanes de DC que desde puntos de vista diferentes sobre «el tema» nos podríamos poner de acuerdo en articular alguna propuesta de resolución, no sólo entre Catalunya i el resto de España, sino también intraCatalunyas… pero estaría bien alguna propuesta también por aquí de solución con cierta grandeza.

    Ahora mismo no hace falta convencer a todos los independentistas, pero por lo menos a los suficientes para ir articulando mayorías «suficientes».

  13. Latinmunich: «Si te crees lo de la democracia, pues ya sabes. Ahora bien, si de lo que se trata es de ajusticiar a los “presuntos” porque no son de tu ideología o porque te caen antipáticos, mal vamos. Explico todo esto por fijar ideas, vamos!»
    Punto número 1: Me creo lo de la democracia.
    Punto número 2: No quiero ajusticiar a nadie, sean o no de mi ideología.
    Punto número 3: Lo que quiero, lo quiero por igual para los de mi ideología y para los de otras ideologías, para los que me caen simpáticos y para los que me caen antipáticos.
    Así que agradezco mucho su intención de ayudarme a fijar ideas, pero le aseguro que no me hace falta, las tengo sólidas y muy fijas.
    Lo que yo quiero es algo tan sencillo como que las personas que están siendo investigadas por haber indicios de corrupción en su contra, no ocupen cargos públicos, en los que representen a los ciudadanos, y no manejen fondos públicos.
    Es una simple cuestión de ética y decencia. Nada más. Una idea sencillita.

  14. La autodeterminación , la cultura y el pueblo son palabras polisemicas y tan esponjosas que como el algodón hidrofilo es capaz de absorber hasta 18 veces su peso en agua.
    Es un debate imposible y por lo tanto inútil ; ahora, procura los beneficios políticos procedentes de la confusión.
    Para pasmo de muchos es evidente que el presupuesto- los presupuestos- se han cumplido y que , respecto a ellos, las cuantías imputables a la corrupcion han sido poco significativas, no obstante su gravedad.
    ¿ De qué hablamos ? De poder

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