Emocionante normalidad

Millán Gómez

Quienes me conocen saben de mi pasión por el deporte. Pero no es éste un artículo deportivo al uso sino la constatación de algo social y político. Político, porque así se han empeñado algunos, todos ellos del frente nacionalista. Tanto del español como del vasco, que ambos hay. Ayer, tras 33 años de olvido intencionado, La Vuelta a España ha recorrido nuevamente las carreteras de Euskadi. Una fecha para recordar y para emocionarse. Y más para alguien como yo que, además de mi ya conocida opinión sobre la situación vasca, añado una tremenda pasión por el ciclismo desde niño. Ayer fue en Bilbao. Hoy, en Vitoria.

El ciclismo ha vuelto a casa. La Vuelta ha regresado a Euskadi. Digo que es un retorno a casa no por empatía con el ciclismo vasco ni con sus ciudadanos, que también, sino porque el diario «El Correo Español / Pueblo Vasco» consiguió en 1955 que La Vuelta continuase tras cinco años sin celebrarse. Digo también que en su casa porque un equipo, creado desde Ajuria Enea, como el Euskaltel-Euskadi es, desde 1994, uno de los principales embajadores del ciclismo español. De la afición vasca, ya hay poco que decir. Se terminan los adjetivos. Ayer poblaron como pocas veces se ha visto, ¡si es que alguna vez se vio semejante gentío!, las calles y carreteras por donde discurrió la serpiente multicolor.

Durante años, los nacionalistas nos habían contado que no, que La Vuelta no podía pasar por Euskadi. Algunos hemos defendido siempre que no, pero un no muy diferente, un no de que no iba a pasar nada y que al final la coherencia se iba a imponer. Ni un solo incidente ayer. Ni una mala imagen. Solo fiesta y aficionados a ambos lados de la carretera. Animando a los corredores, desde el cabeza de carrera hasta el último rezagado de un pelotón ya ansioso por llegar a Madrid y descansar. Un veterano corredor italiano intentó hasta el último momento ganar la etapa ante el héroe local. No pudo. Ante los micrófonos declaró: «no quería estropear la fiesta, quería participar de ella».

Normalidad. Tranquilidad. Síntoma de que avanzamos. El deporte, tan manoseado por la política y muy especialmente por las nacionalistas, ha dado un ejemplo. Ya lo dio el año pasado con la visita de la selección española de baloncesto a Vitoria. El Fernando Buesa Arena (¡Qué bonito nombre y qué gran homenaje!) se llenó hasta los topes y no hubo un solo incidente. Los fanatismos y los profetas del no han quedado en evidencia. La sociedad vasca les ha dado la espalda. Ha vuelto a enseñarse al mundo con una imagen increíble. Emocionante.

Los ciclistas vascos también se han mojado a favor de la llegada de La Vuelta a Euskadi. Corredores del Euskaltel-Euskadi y otros ciclistas vascos de otras formaciones como Haimar Zubeldia han salido a la palestra pública para defender lo coherente. Ellos mismos se han querido reivindicar también en carrera, luchando por la etapa o por meritorios puestos cuando ya estaba todo el pescado vendido como una manera de hacerse ver, de hacer notar que Euskadi puede ser un ejemplo y que otros acontecimientos negativos solo serán un mal recuerdo para las hemerotecas. Qué mejor ejemplo que un ciclista vizcaíno se escapase durante más de 100 kilómetros para ganar ante los suyos. Pocas veces se vio una imagen tan emocionada de un ciclista alzando los brazos. Consiguió el sueño de todo aquel que alguna vez se subió a una bicicleta con cierto carácter competitivo: ganar en tu casa y ante tu gente. «Una bilbainada», como bien dijo el propio protagonista. No solo era deporte. Era también un golpe en la mesa a quienes dicen querer a Euskadi y solo le hacen un daño terrible. Como dijo Miguel Madariaga, mánager del Euskaltel-Euskadi, con lágrimas en los ojos en Teledeporte: «La gente quiere el deporte como deporte y la paz como paz».

10 comentarios en “Emocionante normalidad

  1. Efectivamente, la llegada de la Vuelta a España a Euskadi era una asignatura pendiente y ha sido la guinda en el proceso de normalización que estamos viviendo en esta comunidad, (donde ha transcurrido el primer verano sin rastro de kale borroka).

    Había cierta inquietud por ver como se comportaba el nacionalismo, si conseguía imponer su presencia reivindicativa y de descalificación de este signo «españolizador». (También estaba prevista al parecer la presencia en línea de meta de Rosa Díez, para denunciar a los denunciantes o algo así.

    Pero las mejores excpectativas se han quedado cortas. La multitud que ha acompañado al recorrido de los ciclistas -con gente apostada en las carreteras de montaña, guardando sitio desde la víspera, como en el Tour- ha ahogado la ridícula presencia de unas pocas decenas de manifestantes. En línea de meta, en plena Gran Vía de Bilbao, el gentío agolpado ofrecía un llamativo contraste con la ausencia de vida humana en el resto de la ciudad por la tarde, ya que ayer vivimos aquí una jornada de calor sofocante, insoportable. Y encima ganó un paisano, del Euskaltel. ¿Qué más se puede pedir?

  2. Me viene a la memoria ya hace años cuando hice mi primer curso de primeros auxilios en Cruz Roja el viejo profesor que nos dio el curso nos dijo mirad muchachos aprender antes lo que no hay que hacer, porque aprender lo que hay que hacer, tendremos tiempo. Quiero decir que cuando en España lo normal no sea noticia estaremos en democracia, pero me temo que seguirá siendo noticia lo que la falta de libertad nos quita de ser normales, lo que en la Constitución es legal y justo y no lo tenemos. Hoy es noticia que la vuelta ciclista pasó por Euskadi y eso es lo normal, que hay matrimonios homosexuales, que dos hombre y dos mujeres se paseen de la mano por la calle, que haya libertad religiosa y ningun estado sea confesional de ninguna, que la gente deje de tener que llevar escolta, por ocupar un cargo, que no sea noticia un atentado en el mundo porque no se produce, que en definitiva que la sociedad viva sin temores y disfrute de la libertad. Mientras eso no sea así no podemos decir que vivimos en democracia y libertad.

  3. Noticia de alcance: Rajoy quiere hablar con la banca.

    En Las Palmas, después de escuchar consejos de palmeros de lujo como Rodrigo Rato y de jetas como Fidalgo -el ex de CCOO-, el líder del PP y aspirante a gobernar España, Mariano Rajoy dió una pista sustancial de lo que hay que hacer para sacarnos de la crisis: al aludir a la necesidad de la reestructuración del sector financiero («particularmente en el sector de las cajas de ahorros») apuntó que es importante que las entidades financieras «asuman su parte de responsabilidad en la salida de la crisis». Y para conseguir tal objetivo, «habrá que hablar con ellos (los bancos), hablar a fondo, discutir y ver lo que se puede hacer, porque también ellos tienen sus problemas, sobre todo de morosidad».

    «Ver lo que se puede hacer». Eso es. Yo ya estoy más tranquilo. ¡Menos mal que hay gente como Rajoy con las ideas claras!

  4. Yo también me quedé muy tranquilo cuando leí que Rajoy piensa hablar con los bancos a ver qué se puede hacer.

  5. Gracias, Millán.
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    A mi, lo que más me chocó de las jornadas canarias del PP fue la participación en ellas del Presidente (o lo que sea) de una nueva entidad bancaria; por el mero hecho de que estuviera allí y por lo que dijo.

    Es conocida la trayectoria de Rato, su estelar papel al frente del FMI (que tan eficaz fue en la prevención de la crisis), y la elegancia con la que concluyó su mandato dos años antes de tiempo, abandonándolo «por motivos personales». Otros motivos personales le han permitido encaramarse a la cabeza de una Caja de Ahorros que hemos transformado, según parece, un un banco privado, que va a ser gestionado por este «empresario» (menuda «clase empresarial» que hemos creado, compuesta por los amiguetes colocados al frente de empresas públicas privatizadas y trufada de ese vivero de filántropos que es la patronal de las empresas constructoras…). No sé si Rato habrá pensado que no todos los clientes de Bankia son simpatizantes del PP, y que tal vez no vean con buenos ojos su participación en un acto del partido. Yo, que no soy simpatizante del PP, desde luego que no voy a contribuir a engrosar el negocio de lo que parece que puede convertirse en el brazo financiero de Génova.

    Pero aún hay más, señores. Rato afirmó que el mercado del empleo en España responde a las crisis con flexibilidad en cuanto a las cantidades (esto es, generando paro) pero inflexiblemente en cuanto a precios (esto es, lo salarios no se moderan), reclamando implícitamente una reducción salarial (¿otra?) como vía de solución. La miga de la cuestión es que esto lo dice un sujeto que, si no recuerdo mal, con otros tres directivos de la falmante Bankia va a embolsarse el año próximo 10 millones de euros.

    Todo esto me parece asombroso.

    Abrazos para todos.

  6. En este mundo hay cosas incomprensibles:
    Que el ex-lider sindical de cece-oo ,Fidalgo,si retrate con la plana mayor del PP despues de cortejar a Rosa Hype tiene su enjundia….JAJAJA….que nervios.

  7. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, especialmente a Barañain y Trigo Limpio por complementar el artículo.

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