El espacio central de la política catalana ante el espejo

Senyor_J

La política española se caracteriza en los últimos tiempos por la existencia de dos polos que tiene a un lado del hemiciclo a PP y Ciudadanos y al otro al PSOE y Podemos. Se trata de dos espacio separados sobre todo por el eje socioeconómico, en la medida que los últimos abogan por la implantación de medidas progresistas en base a derechos sociales o por atenuar las consecuencias económicas de la crisis, mientras que entre los primeros predomina una perspectiva neoliberal en lo económico y reaccionaria respecto a dotar de nuevos derechos a la ciudadanía o a mantener los existentes.En Catalunya, en cambio, predomina sobre todas las cosas el eje nacional y ello propicia que se hable de dos espacios fuertemente contrastados, si bien son en realidad tres. A los lados se sitúan los partidos soberanistas catalanes y los partidos con vocación españolizante, mientras que en un espacio intermedio aunque no equidistante se sitúan dos partidos más: el PSC y el espacio que componen los Comunes y Podemos. El posicionamiento de estos dos últimos partidos en el eje nacional es crucial para el futuro, ya que del mismo dependerá que se pueda articular una vía intermedia al enconado conflicto catalán y precisamente han tenido que exhibirlo últimamente con la convocatoria de la Taula de Diàleg, con resultados poco brillantes.

El PSC se presentó allí con un extenso documento denominado «Catalunya 2019: Diàleg per enfortir la convivència i recuperar consensos, per avançar en l’autogovern, el progrés econòmic i l’impuls de les polítiques socials», un título muy alineado con los objetivos históricos del catalanismo político. Su propuesta se estructura en seis ejes de actuación:

1.- Asegurar la convivencia, el pluralismo en el espacio público y la neutralidad de las instituciones: un eje que apela a la reconciliación y a la búsqueda de soluciones factibles.

2.- Garantizar el respeto a la legalidad y al actual marco institucional, mientras no exista el consenso necesario para reformarlos a través de los mecanismos y las mayorías establecidas, pero señalando la necesidad de impulsar la transformación del Estado para que integre mejor su pluralidad y diversidad, mientras se refuerza el autogobierno en un sentido institucional, normativo, fiscal y económico.

3.- Desbloquear las instituciones, evitar erosionar las creando organismo paralelos y rehacer consensos, orientados a la aprobación o reforma de una serie de leyes, entre ellas la Ley Electoral Catalana.

4.- Priorizar el desarrollo económico, la igualdad de oportunidades y el combate contra la pobreza y la exclusión social, mediante una batería de reformas, acuerdos y consensos.

5.- Abrir el debate sobre la mejor manera de fortalecer el autogobierno y mejorar la financiación y sobre los procedimientos para acreditar un apoyo ciudadano mayoritario al acuerdo que se llegue. Para ello se plantea un nuevo modelo de financiación basado en la hacienda federal, una reforma constitucional federal y una reforma estatutaria.

  1. Profundizar en el diálogo con el Gobierno de España para avanzar en la resolución de problemas pendientes, un punto que acaba siendo un canto de alabanzas a Pedro Sánchez.

Por su parte, el Grupo Parlamentario de Catalunya En Comú – Podem trasladó su documento: «Un nou pacte per la Catalunya del segle XXI: proposta de CatECP sobre el model d’encaix entre Catalunya i Espanya», que desde un diagnóstico en que plantea que el modelo autonómico está agotado y que existe una división en el país por la cuestión independentista que genera un empate técnico entre dos bloques, afirma que se requiere un nuevo consenso superador, que hay que hacer efectivo el derecho a decidir y propone lo siguiente:

1.- Un referéndum acordado, mediante un Pacto de Claridad para Cataluña que se materializaría en una ley surgida del Congreso de los Diputados .

2.- Un nuevo acuerdo para la Cataluña del siglo XXI, que vendría a ser el fundamento de una nueva agenda social y constituyente para Cataluña inspirado en el republicanismo, la justicia social, la ecología, el feminismo, la radicalidad democrática, el municipalismo y que atienda toda las soberanías. Que contemple asimismo una hacienda propia y solidaria y la participación de Cataluña en los órganos de decisión del Estado en política exterior y europea.

  1. Un Estado plurinacional que reconozca el derecho a decidir: Una España plurinacional y republicana, donde Cataluña sea reconocida como nación, haciendo del Estado una realidad plurinacional donde las diferentes naciones ejerzan su soberanía mediante un modelo de república parlamentaria federal que establezca una relación confederal entre Cataluña y España.

El balance de las dos propuestas me parece sencillo de hacer: ambas se encuentran fuertemente presas de los polos que tiran de ellas (el unionista en el caso del PSC y el soberanista en el caso de los Comunes), careciendo ambas de una identidad realmente propia ni de marcar un camino distinto a lo que se viene oyendo y leyendo en Cataluña desde los bloques. El PSC se asienta en postulados más propios de 2005 que de 2018, que pueden sonar más transitables fuera de Cataluña pero que no encajan en el momentum catalán, mientras que los Comunes arrastran a Podem (Podemos Cataluña) a unas posiciones fuertemente soberanistas que no son compartidas y que no se perciben creíbles ni transitables, en tanto que obedecen a una lógica de transformar Cataluña desde la óptica del nacionalismo y transformar España desde una propuesta catalana, sin que ello tenga ningún asidero político posible.

Ambos documentos son una muestra más de las serias dificultades que tiene la política catalana para hacer propuestas creíbles que deshagan el nudo gordiano en que lleva instalada Cataluña desde hace un año y que la abocan permanentemente a unas elecciones anticipadas que parecen siempre un remake de las anteriores. Ahora mismo estas propuestas no sirven de nada, aunque tal vez sea algo entre medio de ambas donde podría hallarse la clave de la solución, si nos evitamos autoengaños y las trampas al solitario tipo «el autonomismo está agotado» tras haber sido suprimido de Cataluña durante el periodo del 155 y ser la única realidad institucional vigente. Permítaseme dejar un buen consejo para la vida en general: solo cuando se reconoce uno a sí mismo su falta de autonomía, es cuando es posible empezar a construirla. Y eso vale tanto para lo personal como para lo político.

3 comentarios en “El espacio central de la política catalana ante el espejo

  1. Buenos días Senyor_J,caballeros callejeros y cabellera al viento sin coletas y a lo loco:
    Tanto PSC y Comuns han puesto sobre la mesa un principio fundamental que es el marco constitucional para la solución del problema planteado por los independentistas.
    Algo así como los que en una pelea se ponen enmedio para evitar el enfrentamiento.
    Por regla general,todo el que intenta pacificar,se lleva las hostias a diestro y siniestro.
    Y en estas estamos,recibiendo hostias por todos lados.
    Yo tan sólo puedo decirles a cada uno de los que viven del conflicto::

    ¡¡¡Arrancate la cabeza y piensa!!!

    Ante mi doy fe.
    AC/DC
    firmado….JA JAJA…..que nervios.

    Pd…los independentistas empiezan a transmutarse en llamas peruanas….jeje.

  2. El articulista cree de veras que la realidad de Cataluña ocupa el mapa mental que describe pero que nadie sabe como pudo llegar hasta aquí , sobre todo cambiando los actores y sus documentos rebosantes de dignidad.

    Iceta es un personaje antiguo que manifiesta una querencia de centralidad en la que él -miren por dónde – es el centro.

    Pues no , ni Iceta ni Común Podem , ni Podem Común, ni Podem ni Común.

    Y mucho menos sus documentos martingalas.

    ::

    Sánchez se va a Cuba mientras escupen a sus ministros en el Parlamento .
    Xulio ( no Julio ) Fontecha está muy contento de que el tarugo no se reúna con gentes que dificultan el desarrollo empresarial que recluta esclavitud.
    El Presidente sigue viajando …

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