Ricardo ParelladaÂ
La pregunta es si la diferencia entre la derecha y la izquierda es sobre medios o sobre fines. Propongo ver por separado distintas áreas: polÃtica económica, polÃtica social, religión y familia. Fines son, según parece, el bienestar, la justicia, la igualdad y la libertad. Y medios los impuestos, las leyes, los polÃticos e internet.
1. PolÃtica económica. Tomemos como ejemplo los impuestos. Para enfatizar su entusiasmo por alguna medida, el presidente Zapatero suele decir que es “de izquierdasâ€. Asà lo hizo con los impuestos: bajarlos es de izquierdas. En julio Miguel Sebastián ofreció en este foro algunas razones para bajar los impuestos. ¿HabÃa en sus artÃculos algo de izquierdas? ¿Algo de derechas? Yo sólo encontré sabidurÃa económica y aprendà mucho. Desde luego, el gráfico sobre el Ãndice de malestar económico (suma de paro e inflación) muestra la indiferencia de este Ãndice hacia el hecho de que gobierne la izquierda o la derecha.
Por otro lado, me gustarÃa recordar una entrevista a Rodrigo Rato antes de que el PP ganara por primera vez las elecciones generales. Le preguntaron en qué iba a consistir la revolución en polÃtica económica si él llegaba a dirigirla y contestó que Solbes tenÃa las cosas ordenadas y él ofrecÃa continuidad. Ante la sorpresa del periodista, Rato tuvo que marear un poco la perdiz y decir que claro que habÃa una diferencia ideológica esencial entre la polÃtica económica que emprenderÃa y la que heredaba, etc. Con estos dos detalles no se puede zanjar el asunto, pero quizá sà plantearlo. En las democracias modernas, la polÃtica económica se revela acertada o no, pero parece responder más a problemas técnicos y coyunturales que a consideraciones ideológicas. La diferencia entre la polÃtica económica de derechas y de izquierdas no será de medios ni de fines si no hay tal diferencia.Â
2. PolÃtica social. ¿La igualdad es de izquierdas y la libertad de derechas? A mi juicio, esto sólo es claro en el siglo XIX y en casos extremos. Es de derechas el individualismo libertario y de izquierdas el colectivismo socialista, pero en el contexto democrático esta oposición es discutible.
¿Igualdad de qué?, decÃa Amartya Sen. La igualdad necesita un apellido: puede ser jurÃdica, de renta, de resultados, de bienes primarios, de capacidades, de funcionamientos, de oportunidades. La igualdad ante la ley no es de derechas ni de izquierdas. La izquierda aboga por la reducción de las desigualdades y la derecha sostiene que la igualdad que importa es la de oportunidades. Pero la izquierda no tiene el patrimonio sobre el bienestar ni la derecha sobre la igualdad de oportunidades. Por supuesto que la derecha afirma que persigue el bienestar para todos y la izquierda apela al principio de la igualdad de oportunidades. Y en cuanto a la libertad, la única que parece exclusiva de la derecha es la inefable libertad digital.
Una cierta igualdad de resultados (bienestar), al menos en áreas básicas, y la igualdad de oportunidades (justicia) son fines fundamentales de la vida social y los hacen suyos tanto la derecha como la izquierda. Y la polÃtica es el arte de trabajar al servicio del bienestar y la justicia. Una de las variables más complejas que ha de barajar es la articulación de la iniciativa pública y la privada. Quizá es de izquierdas la inclinación hacia lo público y de derechas la inclinación hacia lo privado, pero esto tampoco nos llevarÃa muy lejos y, desde luego, es cosa de medios, no de fines. Y no creo que ni la derecha ni la izquierda puedan apropiarse los logros en polÃtica social.
3. La religión. Se puede hacer de la religión cuestión de Estado, para protegerla o proscribirla. Históricamente, el primer caso se considera de derechas y el segundo de izquierdas. En la actualidad, el primero es mucho más frecuente. Se trata de contextos polÃticos que nos resultan ajenos, pero que todavÃa forman parte de nuestro mundo, en los que hay un Estado confesional y no se reconoce la separación entre Iglesia y Estado.
La idea de que el Estado debe fomentar o proteger a una determinada religión sà parece estar cargada de contenido ideológico. Es la idea de que la religión es algo tan profundo para la personalidad y el destino individual que no se puede abstraer de ella en la vida social. Es la negación de la distinción entre la Ciudad de Dios y la Ciudad de los Hombres. En las democracias modernas, la separación entre la Iglesia y el Estado es compartida por la derecha y por la izquierda. Pero la idea premoderna que niega su separación es una idea sobre los fines de la vida individual y social y puede llamarse de derechas. Es propia de los Estados confesionales pasados y presentes, pero se asoma a veces en las democracias modernas, como en el ala más conservadora del partido republicano de EEUU y en algunas formas de oponerse a la asignatura de Educación para la CiudadanÃa en nuestro paÃs.
4. La familia. Se suele asociar a la derecha con la defensa de una concepción tradicional de la familia. En las democracias modernas no creo que sea justo decir que la derecha tiene problemas con la igualdad de género. Además de su dimensión social, esta igualdad tiene una dimensión privada en la que la gente concibe a los que le rodean como fines en sà mismos o como medios para su comodidad. En lo que sà parece asomarse más claramente la ideologÃa es en la regulación pública de las formas de familia: las parejas de hecho, el matrimonio homosexual, las adopciones en estos casos. Parece de derechas la antipatÃa instintiva hacia estas novedades. Los fines son simples y los medios complejos. O la complejidad de los fines es de un género distinto. En las democracias actuales, la diferencia entre la derecha y la izquierda en polÃtica económica y social parece más cosa de medios que de fines. Y en otros casos, como la religión o la concepción de la familia, la diferencia no parece racional.
Estimados blogueros:
Un error grave ha propiciado que perdamos los valiosos comentarios que habÃais hecho a esta entrada. Por el momento, sólo he podido recuperar éste. Si habéis guardado o grabado algo de este dÃa, por favor comunicármelo a mi correo:
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Don Cicuta
2007-09-19
Me parece una noticia excelente para el blog que sigan incorporándose articulistas nuevos. ¡Bienvenido Parellada! Presenta un artÃculo difÃÂcil y muy interesante, sobre las diferencias entre la derecha y la izquierda. En general, el propósito del artÃÂculo consiste en relativizar las diferencias entre la izquierda y la derecha. Aquàvan algunos comentarios en la dirección contraria:
1. Creo que el ejemplo de los impuestos no es el mejor posible. Entre quienes han estudiado las polÃticas de bienestar y sus efectos, hay cierto consenso en que el Estado apenas redistribuye mediante los ingresos (impuestos). La redistribución y la igualdad se consiguen sobre todo a través del gasto. Por eso, lo importante en la cuestión de los impuestos es sobre todo que sean eficientes. A mi, por ejemplo, economistas como Miguel Sebastián me han convencido de las bondades del tipo único fiscal.
Lo importante es qué se haga luego con los ingresos: se puede o no subir el salario mÃnimo o las pensiones mÃÂnimas, se puede invertir en capital humano o no, se puede invertir en polÃÂticas sociales igualitarias y además productivas (como el plan de dependencia) o no… En este ámbito, las diferencias entre la izquierda y la derecha (en España, pero también en otros muchos paÃses) siguen siendo enormes.
2. Tiene razón Parellada cuando dice que la izquierda no tiene el monopolio sobre el bienestar. Pero aunque no tenga el monopolio, sàsuele tener la iniciativa y una mayor ambición. A la derecha, cuando llega al poder, le cuesta mucho, por las resistencias sociales, recortar lo que ha hecho la izquierda (ni siquiera Thatcher lo consiguió), pero rara vez amplÃÂa o profundiza en las polÃticas sociales.
3. La derecha y la izquierda tienen ideas distintas sobre la justicia. Para la izquierda, las desigualdades arbitrarias, que se producen como consecuencia de diferencias azarosas o incontrolables entre las personas (como el origen social) deben corregirse. La derecha no comparte esa idea. De ahÃÂ se derivan las principales diferencias sobre fines entre izquierda y derecha.