Guridi
Imaginad a un villano de un libro de James Bond, de los de Ian Fleming. Un señor rico, muy rico. Teniendo en cuenta los prejuicios de Fleming, homosexual y de origen alemán. Un tipo tan rico que, como Hugo Drax, emprenda por su cuenta un proyecto tan caro que antes sólo estaba al alcance de los gobiernos. En Moonraker, Sir Hugo Drax emprendía por su cuenta un programa de misiles intercontinentales británicos. En su versión cinematográfica, sin embargo, Drax hacía su propio programa espacial. ¿Qué locura, eh?Imaginad un villano que, como Elliot Carver en El Mañana Nunca Muere, no sólo posea televisiones y periódicos, sino que además pueda comprar o cerrar a capricho los de la competencia.
O un malo como Karl Stromberg en La Espía Que Amó (no el libro, que no tiene nadaq que ver), que sea capaz de construir una ciudad flotante, lejos de las leyes de los Estados, donde pueda actuar a capricho y no exista más ley que la suya.
Imaginad a cualquiera de estos personajes con el poder de manipular en masa a las personas, de conocer dónde está cualquiera en cada momento, de saber tu orientación sexual, tus hábitos de compra, a qué velocidad puedes conducir. Capaces de averiguar esos datos con sólo mirar en alguno de esos enormes ordenadores que siempre poseen los villanos. O incluso que puedan tomar el control de tu coche a distancia. Que tengan costumbres como inyectarse sangre de personas más jóvenes para no envejecer o vestir siempre con la misma ropa, en su desprecio por “los variables gustos de la masa”. Líderes en sospechosas alianzas con los rusos, que hasta les financian para desestabilizar a Occidente.
Normalmente, el poder del Estado aparece en la forma de James Bond, que se encarga no sólo de poner fin a los planes de estos individuos, sino de eliminarles físicamente para que el poder acumulado vuelva a la sociedad y deje de estar en las manos de un sólo personaje, que sólo lo quiere usar para satisfacer a su lado concupiscente y para tiranizar al resto de las personas, a las que considera masas aborregadas, meros números en las estadísticas de accidentes de tráfico.
Pues resulta que tipos así existen. ¿Conocéis a Peter Thiel? Es uno de los dueños de Palantir, una herramienta de espionaje que recolecta todos nuestros datos de Internet y permite saber de ti más mismo que tú. Thiel se gastó ocho millones de dólares por el mero placer de cerrar al grupo mediático Gawker. Y lo logró. Thiel se inyecta sangre de jóvenes para no envejecer y está financiando la construcción de una ciudad flotante, que ofrezca un hogar en aguas internacionales para los muy ricos.
Thiel es empresario de Silicon Valley, amigo y colaborador del también millonario Donald Trump, que se rodeó de otros millonarios del estilo al principio de su mandato. Algunos, como Elon Musk o Jeff Bezos, tienen sus propios programas espaciales privados. Bezos, además, también es el dueño del Washington Post.
¿Qué me decís del dueño de Facebook, Mark Zuckerberg? ¿O del de Twitter, Jack Dorsey? Lo que ha pasado en las redes de ambos ha tenido mucho que ver con el desarrollo de las elecciones en muchos, demasiados, países. O en cómo la opinión pública se informó acerca de temas como el Bréxit o el “Procés”.
Y por acabar os hago otra pregunta, ¿dónde está James Bond?
Pues ya que lo pregunta circula por la Barceloneta en uno de los primeros modelos de Aston Martin con Miss Moneypenny, ya que juntos han descubierto un programa del inserso para ex agentes con licencia para matar y que en España se vive muy bien. No quiere saber nada de su anterior vida. Tampoco es partidario del Brexit e invierte parte del oro de Goldfinger en Bonos y letras.
Hoy Pepa Bueno editorializa sobre el resto de los españoles. Ayer, en el parlamento andaluz, Susana Díaz dejó claro que el «resto de españoles» no están dispuestos a ser meros espectadores en la «solución» del conflicto de Cataluña. Alguien lo interpretó como un aviso a Sánchez. Se equivocan: era un aviso a Rajoy. Algunos, y no sólo en Barcelona, empiezan a creer que el conflicto territorial es una cosa entre la Generalitat y Moncloa ( que sei Entren, decían) mientras el resto de españoles deben esperar el resultado. Se equivocan en Barcelona pero me temo que también se están equivocando en Madrid. Escuchen al resto de España que también está muy cabreada, sobre todo cuando ve que algunas soluciones pasan por consolidar la España rica frente a la España pobre. Explicar a un extremeño que Cataluña está maltratada por el estado va a ser complicado. El último CIS da más partidarios de quitar competencias a las autonomías que de aumentarlas. Me temo que en esta opción mucho tiene que ver lo que comento. Cuando Sánchez habla de reforma constitucional o Iglesias de referéndum pactado me pregunto si han hablado con el resto de España. Y si han explicado bien esa hoja de ruta y a dónde lleva. Por cierto no se equivoquen los habituales en disparar al pianista. Para mí el estado autonómico ha tenido un desarrollo excelente y así debería seguir. Y su mayor éxito ha sido disminuir las diferencias entre territorios ricos y pobres. Esperemos que determinadas urgencias planteadas desde Cataluña no lo joda.
Así que menos James Bond y más escuchar al resto de los españoles.
No se donde, o a quien, oía el otro día que «el resto de los españoles»,si hubiera un referendum para que Catalauña saliese de España, votaria que si, mientras que en Cataluña, «el resto de los catalanes» votaria que no.
Yo soy español no monclovita y no catalan (o sea, resto) y a mi un referendum (legal con todo lo necesario para ello) me parece una solución muy buena, una reforma constitucional, depende, y darle un sistema de cupo fiscal a Cat me parece horrible.
Los «restos», «las mayorias silenciosas» o conceptos similares sirven para muchas cosas, o se interpretan arrimando el ascua a la sardina de turno. Luego muchas veces resultan ser muy heterogeneos y peculiares.
Para saber que piensan de verdad «los restos» lo mejor es preguntar directamente, o , como segunda opción, presentar como en los menus del dia, tres opciones de primero, tres opciones de segundo y a correr (o sea , elecciones con programas amplios de gobierno ) .
Esto tiene sus puñetas, me pregunto que habría pasado si se hubieran sometido a referedum medidas como la aprobación de los matrimonios homosexuales, o la prohibicion de fumar en espacios públicos. Cosas que hoy son percibidas mayoritariamente como buenas y positivas por amplisimas mayorias de la sociedad, antes de entrar en vigor generaron mucha controversia. ¿Habria que hacer un referendum sobre si queremos estado autonomico y cuanto? ¿No es populismo a lo Trump decir que se van a recortar competencias autonomicas cuando hay estatutos aprobados hace apenas 6 años que las garantizan y amplian? ¿Habria que hacer más o menos referenda para otras cosas? Es un tema bueno este.
Por otro lado es viernes y yo personalmente agradezco mucho el bondiano artículo de Guridi.
Claro que existen derechos indisponibles por la mayoría, porque forman parte de un quantum personal , inatacable que junto a otros conforman las bases de la dignidad de un país . Aqui el pueblo no pinta nada. Es más , cuanto menos pinte más libre nos hace el aire de las ciudades.
Hubo un largo tiempo en el el que la ETB hablaba de nuestros pueblos y barrios mientras desdeñaba a las ciudades. Los alcaldes de Cataluña se pueden ir al infierno con sus mierdas y sus bastones. Es su última batalla diocesana . Plastas , engreídos , reaccionarios. Callaros ya por otros treinta años. Os vigilamos
Para regular el matrimonio homosexual o para prohibir fumar en los bares nuestra constitución no exige una consulta a todos los españoles. Para reformar el artículo 1 y/o 2 de la Constitución, si. No es un debate teórico sino una exigencia constitucional.
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Dice Marta Rovira que el gobierno les amenazó con muertos en las calles. La vileza no tiene un pase: ha sido suficiente poner a Forcadell delante de un juez para que acepte el 155, declare simbólica la DUI y prometa que nunca más. Así que menos lobos, Caperucita.
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Hoy hay una manifestación en Madrid de ciudadanos extremeños pidiendo un tren justo para su tierra. Un tren!
Pero la maltratada es Cataluña.
http://www.elperiodico.com/es/opinion/20171118/articulo-enric-hernandez-arrepentidos-tacticos-6433541