Cambio de Registro

Pablo Beramendi

 

Zapatero ganó el debate, por “la mínima” para unos, de modo contundente para otros.  Entre el bonobús, la “agresión a las víctimas”, y  la despedida de Rajoy, más propia de «Marcelino Pan y Vino» que de un político moderno, el candidato socialista ganó, pese a estar  bastante flojo en cuestiones como terrorismo, estructura del Estado e inmigración, y a no usar con la contundencia que se puede las políticas sociales, los avances en derechos, y los resultados económicos. Bien es verdad que, dado como se planteó el debate, había muy poco espacio para argumentar de forma racional.

El «razonable» Rajoy vino con las reservas de chapapote político bien llenas, dispuesto a enfangarlo y a confundirlo todo. Sus seguidores lo consideran hoy un héroe sobre la base de un discurso plagado de medias verdades y populismo demagógico en economía, una desfachatez difícil de concebir en asuntos internacionales, y una absoluta falta de escrúpulos en lo que a política antiterrorista se refiere. La misma basura de siempre, expuesta con soltura, y bastante agilidad en las réplicas. Sirva como ejemplo la retahíla de preguntas sobre » a qué Zapatero se supone que debía haber apoyado…”, bastante efectiva a la hora de presentar al candidato socialista como un mentiroso compulsivo en temas de Estado, independientemente de que la realidad sea más bien la contraria. O las citas de dirigentes socialistas para ilustrar la supuesta ruptura de no se qué consenso sobre el ser de España.

Desde lejos creo que el error principal de Zapatero fue centrarse en una estrategia defensiva del «y tú más». Que me acusan de mentir sobre ETA, «usted mintió en el 11-M»; que conmigo ha subido el paro, con ustedes estaba peor; que la inmigración es un coladero, con ustedes era un hervidero de ilegales; que yo «agredo a las víctimas», «usted las manipula de forma inmoral y rompe los consensos básicos”…y así sucesivamente. No he hecho un análisis de contenido, pero no me sorprendería que la expresión mas utilizada fuese “miente usted”. Se habló más de la ejecutoria de los gobiernos de Aznar (!), y de la actitud de unos y otros como oposición que de propuestas de gobierno…. Una delicia democrática, sin duda.

 

El debate se desarrolló así porque Rajoy lo impuso desde el principio. Es evidente que  Zapatero tenía que defenderse, aun a riesgo de contribuir a un espectáculo bastante pobre. ¿Por qué vuelve el Rajoy de siempre y desaparece la imagen, efímera, del amable reformista? El programa del PP no ofrece nada. Y cuando el debate se centra en políticas sectoriales, a Rajoy, y al PP, le salen los colores. En una situación así, lo mejor es crear cuanto más ruido, mejor; cuanta más confusión, mejor. Con ello el PP aspira a dos cosas: a que los leales continúen movilizados por las arengas habituales; y a que los que esperaban alguna clave para decidir el voto se queden en su casa. Reventar cualquier posibilidad de discutir  propuestas  es una estrategia deliberada de movilización de los leales y desmovilización de los indecisos, de aquellos a los que hace falta ilusionar con alguna propuesta para que vayan a votar. El cálculo del PP se basaría en que sus leales ya están movilizados, y en la admisión implícita de su incapacidad para atraer a nadie más. Siendo así, lo mejor es que los indecisos opten por la abstención, y por tanto, es necesario asegurarse de que los debates sean un fracaso como intercambio de ideas. Dentro de esta lógica, en la medida en que Zapatero y el PSOE abusen del “y tú más”, el objetivo del PP de limitar la participación, sobre todo entre los indecisos, estará mas cerca.

La estrategia del fango se viene abajo si se le va la mano a quien la practica, y se hace evidente que no es “la política” en general la que es despreciable, sino solo ciertos políticos y ciertas estrategias. Para ello, la percepción y atribución de las responsabilidades a la hora de generar tensión resulta clave. Si uno es el agredido y el otro el agresor, muchos ciudadanos reaccionarán para impedir el triunfo del agresor (“semejante bestia no, por favor”). En este sentido es esperanzador que los indecisos perciban a Zapatero como ganador. Y si las encuestas publicadas hoy por Tele 5 se hicieron después del debate, el aumento en la ventaja socialista puede responder a que los ciudadanos culpan a Rajoy del tono del debate, lo que sería una noticia reconfortante. Pero si no es así, si los dos políticos aparecen como “agresores”, entonces la estrategia de la desmovilización podría funcionar, y eso sería peligroso. Por ello, creo que en el segundo debate sería recomendable un cambio de registro.Las primarias americanas ofrecen un contraejemplo en positivo, y no sólo porque el formato del debate permita eso, debate en lugar de un intercambio de eslóganes precocinados. Una de las razones del fulgurante éxito de Obama estriba en su rechazo frontal a entrar en guerras de descalificaciones con los demás. Ayer vimos otro ejemplo en Cleveland, Ohio. En lugar de rasgarse las vestiduras por la foto con el turbante, despachó el asunto en diez segundos,  asegurando que no tenía motivos para dudar de la poco creíble explicación de Clinton acerca del origen de la foto. Acto seguido, se puso a desgranar propuestas. Cada vez que alguien le saca un trapo sucio (Obama ya tiene 20 años de experiencia sobre los que rendir cuentas), responde que eso es precisamente el problema de la vieja «política de Washington», que lo que hace falta es imaginar un futuro mejor y trabajar para que ocurra. Con ese mensaje, simple y a veces algo hueco, está consiguiendo movilizar a muchos sectores, y anular la mejor oferta programática de Clinton. No pretendo dar consejos a los expertos, pero, salvando todas las distancias, tal vez merezca la pena pensar si no sería útil adoptar una estrategia parecida en el segundo debate.   A Rajoy no se le da bien ilusionar. Su repertorio de gracias es rancio, fiel reflejo de una adolescencia casinera. Habría que preguntarle si va a incluir desgravaciones para el vestido de puesta de largo de la niña. Sus preferencias no son mucho más modernas. Y aunque lo fueran, no  hay tiempo para cambiar de estilo. Por eso creo muy probable que Rajoy vuelva a la carga con el discurso pestilente de siempre. En lugar de sacar más ropa sucia y contribuir al hedor, tal vez sea hora de hablar de otra cosa, de lo que todos, menos Rajoy y los suyos, quieren oír.

57 comentarios en “Cambio de Registro

  1. Ya de vuelta por aquí, veo que hay gente ociosa -según propia confesión-,…¡qué envidia!

    Sobre sesgos y tal…Yo creo que una cosa es la opinión que cada cual tenga del debate y otra la valoración razonable del resultado en relación con la finalidad perseguida, esto es, aumentar o acortar la distancia PP-PSOE en al opinión pública ante las elecciones.

    Sobre lo primero se puede especular tanto como los aficionados con las alineaciones que no hace (¡mira qué es!) el entrenador …con lo segundo, no entiendo la especulación a estas alturas.

    En pocas ocasiones habremos tenido unas encuestas tan variadas y tan concluyentes sobre el «ganador» del debate. Y no hay sesgo que valga. Me decía uno -próximo al PP- que esos resultados de las encuestas post-debate se daban porque muchos pro-ZP o indecisos o abstencionistas habían votado así, aposta, aun estando de los nervios ante lo mal que lo había hecho el presidente… Pero si así fuera -y mira que es cosa rara-, eso sólo serviría para afianzar la previsión optimista del PSOE. Si hasta los supuestos indecisos o abstencionistas responden a las encuestas, aun mintiendo, que les ha encantado el presidente es que, realmente, no es previsible que vayan a dejar de votarle ¿no? Y no eso lo que se persigue en la campaña?

  2. En cuanto a las declaraciones de la Sra. Nadal, calificando como formación de extrema izquierda a C’s, ¿significa eso que, con su fervoroso apoyo en las Elecciones al Parlament, Fedeguico volvió a sus origenes ideologicos?. ¿Le echarán de la CoPPe?. ¿Le correrán a gorrazos en la próxima manifa auvetera?. ¿Le veremos en una comuna, practicando el amor libre, defendiendo el pacifismo a ultranza y disfrutando de un buen porrete?.

  3. Bueno …no se si sera eso lo que s busque con la campaña…pero Rajoy ha conseguido que se hable de su niña hasta en la sopa….jeje….y eso si no da votos da alegria y carcajadas a diestro y siniestro.
    ¿Que pasara ,si en el segundo de bate del Siglo XXI , a Marianico «el rajoyico» se le ocuure destapar todas su vis comica?…eh! todas la previsiones al carajo.

    Necesitamos que Leo Bassi asesore a Zapatero para ese nuevo combate por la democracia…JAJAJA…quie nervios.

    P.D:…No se si algunos seran «seres ociosos» ..pero «viciosos» lo son un rato….

  4. El presentador de La Mañana de la COPE, Federico Jiménez Losantos, ha sido condenado por la Justicia una vez más tras haber sido protagonista de una campaña de desprestigio contra el magistrado y periodista Carlos Fanlo y no haberse presentado a un juicio en el que se le acusaba de injurias y calumnias.

    http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=18313

    Le dejo a Don Cicuta que comente esta noticia con algun bello refran español….jeje.

  5. Noticia que ha pasado completamente desapercibida…no lo entiendo:

    «El líder popular pedía el voto ya el año pasado»

    Rajoy, multado por hacer campaña a destiempo

    ELPLURAL.COM

    «»El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha sido sancionado con una multa de 60 euros por pedir el voto a destiempo. Ha ocurrido en Ceuta donde, tal y como informa 20 Minutos, Rajoy aseguró que en el futuro volvería a la ciudad como candidato a la presidencia del Gobierno para pedir el voto, añadiendo que “ahora vengo a pedir que voten a Juan Vivas”, presidente de Ceuta desde 2001. La multa no ha sido recurrida.»»

    JAJAJA…que nervios…y luego dicen que soy el unico…

  6. Pablo Beramendi

    Creo que ZP no tuvo su mejor día, el primer error fue ignorar que enfrente tenía no a un rival político ni a un padre de la niña, sino un trilero, un bicho de la peor especie.
    Cuando el trilero le preguntó a qué Zapatero debía hacer caso, el interpelado pudo devolverle la pelota, pues yo no rechazo el «y tú más». ¿Cómo un trilero va a tener derecho a machacar cuatro años de Gobierno recurriendo a las artimañas más abyectas y un presidente no puede denunciar las marrullerías de cuatro años de oposición? Y, consecuentemente, ¿por qué ZP no iba a poder preguntarle a qué trilero creer, si a la fiera ávida de sangre de cuatro años de aullidos, calumnias y mentiras o al lobo con piel de cordero y padre de la niña de durante la precampaña, si a aquel abanderado furioso del trasvase del Ebro o al actual defensor de que el agua que no has de beber déjala correr?
    Lo que menos entiendo de ZP es ese afán de mostrar respeto a las víctimas de ETA, me refiero, claro está, a la AVT. Cuando el padre de la niña del exorcista acusó a ZP de agredir a las víctimas bien pudo éste responder que “el agredido soy yo, llega con haber escuchado alguno de los gritos de los congregados de las múltiples manifestaciones de la AVT/PP o leído los textos de las parcartas, por cierto, manifestaciones en las que usted con frecuencia paricipaba y siempre alentaba”. A propósito de la AVT: tampoco entiendo quiénes son realmente víctimas del terrorismo, quiénes deben ser consideradas como tales, ni idea tengo de dónde expiden el diploma correspondiente que, cuando menos, concede inmunidad para calumniar, insultar, amenazar (¡Zapatero, vete con tu abuelo!), me gustaría saber, por ejemplo, un muerto a cuántas víctimas vivas tiene derecho, y conste que todo esto lo digo sin ánimo de ofender a las víctimas de la AVT, pero al señor Alcaraz y adláteres no les compraría la moto, no sé por qué, pero algo me huele malamente sin necesidad de ir a Dinamarca.

  7. Vaya.
    El debate a siete en todo su apogeo y A Verlas escribiendo comentarios ……… no le debe gustar como se está desarrollando cuando se levanta de la butaca.
    Yo me he entretenido bastante viéndolo. Creo que ha sido interesante oir a todos los participantes.
    Jáuregui más perdido que el barco del arroz. Tanto jugar al ping pong, hace perder las facultades, a algunos, para saber defenderse cuando se juega a las cuatro esquinas.

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