Berne en Miraflores

Frans van den Broek

 

No recuerdo si la lectura de los libros del Dr. Eric Berne me incitó a pensar en uno de los cuentos de Julio Ramón Rybeiro o si alguna relectura del cuento me evocó los libros del Dr. Berne, pero el caso es que en mi universo mental ambos han estado desde ya hace un buen tiempo amaridados. La primera pregunta que probablemente el lector español de hoy en día se haga es quién es este Dr. Berne, un nombre que en otros tiempos y sobre todo en otras latitudes generaba inmediato reconocimiento. Quizá aún lo genere en España, no lo sé, pero me temo que sus doctrinas y métodos han sido relegados al espacio que ocupan las terapias alternativas o a los áridos homenajes de las historias de la psicología. Para quien no esté en el hábito de reconocer este nombre, indicaré algunos rasgos básicos que también me servirán en los comentarios posteriores.

           

El Dr. Berne es el fundador del método psicoterapéutico conocido como Análisis Transaccional (AT). Nacido en Canadá (1910-1970), se afincó más tarde en América, donde alcanzó una celebridad concedida de común sólo a escritores o artistas. Supo atender a las necesidades del momento, supongo, y su libro más famoso, Games people play, publicado por primera vez en el año 1964, estuvo en las listas de libros más vendidos por años, llegando a vender más de 50 millones de ejemplares. Berne se había entrenado en psicoanálisis, pero en determinado momento de su carrera profesional consideró que la terapia psicoanalítica –a la que no perdió jamás el respeto, sin embargo- era demasiado larga y, en muchos casos, completamente innecesaria. Su atención se centró entonces en las interacciones de grupo, en las que descubriría que los seres humanos hacemos uso de patrones ritualísticos cuya motivación ulterior no es evidente a los participantes, y que exige de nosotros la asunción de distintos roles. Estos roles son múltiples, por supuesto, tantos como máscaras necesita el comportamiento humano, pero emergen de la preeminencia en la conciencia de uno u otro de tres sistemas psíquicos presentes en todo individuo. A estos sistemas psíquicos que componen nuestra interioridad decidió llamarlos, según las características más resaltantes de los mismos: la parte Parental, la parte Adulta y la parte Infantil, un eco consciente, de seguro, de su formación psicoanalítica. El Dr. Berne solía representar estas partes con círculos sobrepuestos, que acabaron por convertirse en signo identitario del movimiento.

 

Berne, no obstante, no identificó a estos sistemas con el super-yo, el ego o el inconsciente de Freud (o el ello, el ego y el id), aunque las semejanzas saltan a la vista. Prefirió considerarlos como sistemas independientes que asumen un rol operativo en la conciencia de acuerdo a patrones de aparición modulados por la interacción con otros hombres y el ambiente, y por las propias necesidades internas de la persona. Por ejemplo, cuando un amigo nos pide consejo, angustiado por algún problema que no es de fácil solución, opera desde su parte infantil e incita a nuestro sistema parental a ayudarlo. Cuando discutimos una proposición de negocios, nos situamos normalmente en nuestro sistema adulto, que debe operar más objetiva y neutralmente. Cuando hacemos el amor, o jugamos a las cartas, operamos, en general, desde nuestra parte infantil, dejando que el placer sensual o el goce del riesgo nos diviertan. Pero, arguye Berne, estas partes de la mente están también en interacción entre sí, y si la parte parental, por decir algo, abruma a las demás partes, tendremos el caso del hombre moralista e inflexible que no sabe gozar de la vida y carece de la objetividad calmada y reflexionante del adulto. Una persona invadida por su parte infantil no sabrá asumir responsabilidades, ni aceptar reglas de ningún tipo, por lo que también estará en desequilibrio. La salud, postula Berne, es el equilibrio entre estas partes, todas útiles y necesarias en los contextos apropiados. La parte adulta, empero, tiene que operar como la bisagra que medie y articule las demandas de los sistemas parental e infantil, y tiene, en este sentido, una importancia fundamental. Curar a una persona significa muchas veces, en este esquema, reforzar su parte adulta para que pueda aumentar su objetividad y su madurez, y mediar entre las partes parental e infantil.

 

Así como las partes interaccionan entre sí, los hombres, como se dijo, lo hacen entre ellos, y el estudio de estas interacciones es lo que más ha ocupado a los analistas transaccionales, como lo indica el nombre mismo. Estas interacciones se organizan a su vez en lo que Berne denomina juegos, término que alude a su naturaleza reglada y ritual. Este es el tema de su libro más famoso, Games people play, y cabe destacar que su atención, como buen psiquiatra, se centra en los juegos de naturaleza morbosa, aquellos que hacen enzarzarse a los individuos en interacciones nocivas o enmascarantes de las motivaciones ulteriores. Uno de los juegos más famosos, y que causó desasosiego al ser descrito de esta forma, es el que juegan los alcohólicos con sus parejas y amigos e incluso con grupos como el de los alcohólicos anónimos. Tras la aparente pureza de intenciones de este último grupo se esconde la necesidad de los que dirigen grupos como estos de asumir el rol de salvadores de las presuntas víctimas, quienes desarrollan una relación con el grupo casi tan adictiva como la que tenían con el alcohol. Los salvadores usan hasta el abuso su parte parental, mientras que las víctimas permanecen embrollados en su conflictiva parte infantil. La idea, en general, de estos juegos es precisamente que pueden devenir interacciones patológicas que más que liberar, esclavizan, y más que avanzar la comunicación y la intimidad, las precluyen.

 

Con el Análisis Transaccional ocurrió lo que suele ocurrir con tantas teorías psicológicas (o de otro tipo, para tal caso): intuiciones originales y fructíferas en cierto campo de investigación se pretende extenderlas a todo ámbito de pensamiento y acción. El conductismo, por ejemplo, muy útil para explicar y modificar ciertos comportamientos, es irrelevante para otros, y cometió la arrogancia de querer expulsar a la no-existencia lo que no encajaba en su maquinaria explicativa, la mente. Esto corresponde a un cierto tipo de hybris, y el AT se dejó llevar por el mismo vicio. Otros vicios asociados al trabajo teórico y a la práctica terapéutica le siguieron: la hipertrofia y el sectarismo. Los círculos iniciales que simbolizaban las partes parental, adulta e infantil de la psique no le fueron suficientes al Dr. Berne, quien terminó subdividiendo los círculos en círculos internos, que correspondían a la parte parental de la parte parental, por mencionar una subparte, o la parte adulta de la parte parental, o la parte parental de la parte infantil, y así hasta un paroxismo cuasi-kantiano. Y al paroxismo teórico le sobrevino el sectarismo que acompaña a movimientos de índole oracular: se formaron asociaciones internacionales, grupos de trabajo, jerarquías educacionales, prácticas institucionalizadas, y la conocida división del mundo en aquellos que están con uno y aquellos que no comprenden. Pero, estos vicios aparte, las intuiciones del Dr. Berne representaron una aproximación harto interesante a la siempre compleja maraña de las relaciones humanas y es en ellas donde reside el valor de su trabajo.

 

El lector se preguntará en este punto dos cosas: ¿qué demonios hacía el que escribe cuado se le ocurrió leer al Dr. Berne, y qué tiene que ver Rybeiro con los circulitos de marras? La primera pregunta no tiene respuesta fácil, pero quepa decir que todos tenemos nuestras debilidades y que la curiosidad no tiene fronteras. Además, en la época en que me puse a leer los libros principales del Dr. Berne, estaba yo mismo enrevesado en una relación que no sé si llamar amorosa con una persona que sí sé llamar neurótica, tanto o más que el que escribe, lo cual ya es mucho decir, por lo que su lectura me fue realmente útil para desenredar interacciones cuya principal motivación era aumentar la miseria humana o al menos recordarla sin consuelo. Quizá sería demasiado afirmar que el Dr. Berne me ayudó a salvarme de esta relación antes del salto por la ventana, sobre todo porque vivía en un piso bajo, pero la verdad no está demasiado lejos. Guardo, por tanto, cierta gratitud para con los circulitos.

 

Y a Rybeiro lo he traído a colación a raíz de un cuento suyo, llamado Tristes querellas en la vieja quinta, el cual he podido ver publicado en España en una antología preparada por él mismo publicada por Argos Vergara en 1983. El cuento narra la historia de un solterón pensionado, Memo García, quien pasa sus solitarios días en la tranquilidad de su pequeño cuarto miraflorino situado al fondo de una quinta (Miraflores, como sabrá el lector de Vargas Llosa o Bryce Echenique, o hasta el viajero menos alerta que haya pasado por Lima, es un distrito a cuyo origen de balneario le siguió el de barrio de la clase media limeña, de ensoñadoras calles de casas bajas, hoy, en buena parte, reemplazadas por edificios y centros comerciales de gusto más que dudoso) y realizando largos paseos por las calles de su zona que aún conservan un aire de reposo y de provincia. Todo parece arreglado para un lento ocaso sin sobresaltos, cuando de pronto llega una inquilina a ocupar el departamento contiguo, antes usado como depósito y por tanto inhabitado hasta entonces. La nueva vecina es una mujer gorda y oscura, madura de años, que responde al nombre de Francisca Morales (o viuda de Morales, como se lee en su puerta), cuya llegada perturbará al pensionado hasta límites grotescos. Al inicio parece que su presencia será tolerable, hecho que constata tras investigarla con asiduidad, pero muy pronto comienzan los conflictos. Primero se queja la mujer de sus discos de ópera, quejas que el pensionado no sólo rechaza, sino que agrava, subiendo el volumen, tras lo cual la mujer se compra una radio, que se pone a oír también a todo volumen, batalla en la que sólo el cansancio obra de mitigante. Desde este momento, ambos dedican buena parte de su energía y la mayor parte de su atención vital a la otra persona, embarcándose en una guerra personal de ribetes ridículos. Se maltratan las plantas, se agreden las mascotas, se insultan y ofenden sin medida, como en una danza siniestra de tintes telenovelescos en la que los compases los marca el desprecio. En su relación recurren muchos de los prejuicios y tensiones que han hecho del Perú una sociedad quebrada y disfuncional. El pensionado Memo García se reserva para un momento de inusitada ira, por ejemplo, su epíteto más mortal: ‘Negra’, le espeta a su vecina, con el objeto de aplastarla para siempre. Doña Francisca García, a su vez, se vale en más de una ocasión de epítetos que le acusan de indígena y de indigente, estigmas intolerables en el Perú de entonces, como lo son todavía en el de hoy, aunque atemperados ya por cambios sociales que han hecho posible que un hombre de ascendencia indígena llegara a ser presidente del Perú. Como es sabido, las profesiones conllevan un rango social también y doña Francisca se burla del pretencioso anuncio en la puerta que hace de su vecino un ingeniero, mientras que don Memo García ha trabajado un cuarto de siglo sellando documentos en el Ministerio de Hacienda, lo que hace de él más bien un ‘empleaducho de segunda’. En cierto momento aparece el hijo ya cuarentón de doña Francisca, de retorno de Venezuela, hombre fofo y extraño, quien resulta ser homosexual, hecho que don Memo descubre tras seguirle la pista un día hasta un bar de medio pelo donde el hijo intenta seducir a un joven parroquiano. De modo casi inevitable, en una de las tantas peleas, don Memo no puede resistirse a gritarle a la mujer que, para que lo sepa, su hijo era un marica, acusación si acaso más grave que la de indio o pobre en nuestra cucufata patria. Años después, tras incontables peleas, doña Francisca cae enferma, y la reacción de don Memo es inesperada. Sin dejar de insultarla, accede, sin embargo, a ir a comprarle aspirinas, y después hasta le prepara la sopa que ella misma ya no puede prepararse, hasta que un día la odiosa vecina no responde más a sus puyas ni acude a su sopa, por lo que va a investigar y la encuentra muerta en medio de su piso. La solitaria doña Francisca –el hijo, aburrido, se ha marchado ya hace rato de vuelta a Venezuela- es enterrada sin parientes ni cortejo, y sólo don Francisco contempla su partida definitiva en el cajón provisto por la municipalidad. Pero es como si hubiera contemplado su propio entierro, pues desde entonces, nos intima el narrador –otro habitante de la vieja quinta, que se cae a pedazos-, don Memo parece más solitario y viejo que nunca, y le adivinamos un rápido decaimiento y un no menos solitario entierro.

 

El cuento, como puede apreciar el lector, es tragicómico, y lo mismo puede decirse de muchos de los juegos descritos por Berne. Algo del mismo melancólico absurdo se puede percibir en las más o menos ascéticas descripciones del Dr. Berne y en el cuento de Rybeiro, así como en innumerables piezas literarias. Don Memo y doña Francisca se entregan sin saberlo a un juego triste que los degrada y los daña, pero que de una forma subrepticia los alimenta y vivifica. En lenguaje analítico transaccional, tal vez podría decirse que son casos ejemplares de onerosa debilidad de una parte adulta que pueda mediar objetivamente entre las torcidas exigencias de un elemento parental desavenido con la realidad y una parte infantil que no tolera invasiones en su mediocre universo de placeres simples e insustanciales. Oscilando entre un sistema parental más apto para la opresión que la sabiduría protectora, y un sistema infantil antes inclinado a la histeria y el rol de víctima que el goce del placer y la alegría, ambos hallan sentido a una existencia insignificante en la sistemática defenestración del vecino, juego que requiere ganar las batallas, pero no la guerra. Cuando muere doña Francisca y la guerra se acaba, don Memo muere también, aunque su espectro siga recorriendo los pasillos de la quinta, al colapsar el juego que había reemplazado la tarea de vivir la vida de modo más pleno, algo que obviamente se le ha escapado siempre, con la mascarada de la confrontación sin sentido.

 

Como es natural en Rybeiro y en toda buena literatura, ambos simbolizan no sólo destinos mediocres y penosos, sino que encarnan valores propios de un mundo que se desvanece, y representan de muchas maneras la tragicomedia que es la historia del Perú y hasta de la América Latina. En lugar de arreglar como adultos nuestros problemas sociales y económicos, esto es, dispuestos al compromiso y a la objetividad, a la paciencia y las reformas graduales y sostenidas –adultez que habrían llevado a Memo y Francisca a ponerse de acuerdo sobre sus músicas y sus plantas, sus mascotas o sus parientes, en lugar de destruirse con placer recóndito unos a otros-, nos hemos dedicado con denuedo al latrocinio infantil o la opresión fascista, a la imposición de ideologías de toda laya desapegadas de la realidad o a la propalación irresponsable y hasta asesina de revoluciones sangrientas, como padres furibundos o niños enajenados sin posibilidad de control o de sentido común. No siempre, por supuesto, y eso nos ha salvado a pesar de todo, pero a nadie que lea este cuento habiendo vivido en dichas tierras le resultará rara la extrapolación que sugiero, aunque toda extrapolación de este tipo tenga sus límites naturales.

 

Pero no es necesario haber vivido en Perú o en Rwanda para ser conmovidos por las implicaciones metafóricas o conceptuales de este cuento (y de mucha literatura de similar contenido). Como dije, si bien descreo de la validez específica de buena parte de la doctrina creada por el Dr. Berne, sobre todo sus hipertrofias posteriores, las observaciones e intuiciones originales –que han sido, sin duda, estudiadas desde entonces en el marco de teorías más científicas de la psicología social- me siguen pareciendo válidas y útiles para comprender no poco de nuestro comportamiento social y hasta político, y para acercarnos a la literatura desde una perspectiva que puede resultar fructuosa, con las debidas precauciones. ¿No es posible, por ejemplo, contemplar hasta cierto punto el comportamiento político de algunas naciones como la escenificación de un juego morboso en el que los contrincantes están implicados bajo égidas ideológicas supuestamente opuestas, pero que conspiran secretamente para su mutua manutención? De que algunos políticos suenan como papás moralistas y fastidiosos, u otros como chiquillos desequilibrados en medio de una rabieta, no me cabe la menor duda, si bien nadie necesita del Dr. Berne para darse cuenta de ello. Pero su mensaje principal, en el fondo de naturaleza humanista, de que los seres humanos nos vemos envueltos a menudo en juegos peligrosos y dañinos, en el que no siempre es evidente cuáles son las verdaderas motivaciones, ni los verdaderos mecanismos, y de cuya esclavitud sólo puede salvarnos el robustecimiento de una mentalidad adulta y objetiva, me parece un mensaje cuya relevancia no puede jamás pasar de moda, aunque el Dr. Berne no sea ya la estrella intelectual que alguna vez fuera en la América de los fabulosos sesenta.

37 comentarios en “Berne en Miraflores

  1. y con aún más perdón de Van den Broke, me he leído el artículo dos veces y no he entendido apenas nada. Es más, me ha recordado a un amigo, varón, chileno, que es brillante en su prosa pero absolutamente ininteligible. Y eso que he leído con atención la historia de la pensión y el entierro (qué cojones pasó con el hijo que se fue de vuelta a Venezuela?). También me ha recordado a la última novela de Carlos Ruiz Zafón, bien escrita, bien enlazada y demás pero que al final te quedas pensando, y ahora qué?

  2. Una máxima de la comunicación es ponerse al nivel del comunicado. Puede ser que el mensaje sea tan ilustrado que merezca ser ininteligible pero las más de las veces si el público no lo entiende es problema del comunicador.
    Bueno, me voy a ver el debate en el que Obama va a rematar su victoria! Lo dice uno que está en racha: Alonso lleva dos carreras ganadas, la roja gana in extremis pero jugando bien y el aleti vé aplazada su sanción, en parte por intercesión de dos ministros y un presi de gobierno. Aupa aleti!

  3. Eso, Titos; tú, al Marca o al Mundo Deportivo, a tu nivel.
    _______

    ¡Grande, Frans! El vuelo del gallinazo es majestuoso. El cuento me ha embelesado, y lo único que temía era que el ratón del ordenador me revelase demasiado pronto su inevitable final…

    ¿De dónde sale este lujo? Alguien nos tendría que revelar algo.

    Abrazos para todos.

  4. Si Mimo Titos dice :»….al final te quedas pensando, y ahora qué?».
    ¿Sera conveniente que yo lea el articulo de hoy?….y ya que no leo el Marca o el Mundo Deportivo para que Teoura me ponga en algun nivel…pues…
    …Nada….yo a lo mio ,que es escribir sin ningun sentido y con mala prosa….y muchos puntos suspensivos….y jejes…jeje.

  5. Todos los artículos de van den Broek publicados en este blog me han fascinado. Este me ha parecido maravilloso. Ese análisis de las teorías sicológicas-siquiátricas del doctor Berne que yo desconocía totalmente, la relación con el cuento de Ribeyro desarrollado en ese Miraflores que, efectivamente, gracias a Bryce Echenique y a Vargas LLosa, uno reconoce como barrio casi propio, las anédotas personales qie intercala, las aplicaciones que hace a la vida política y a la vida personal….. todo ello envuelto en una literatura deliciosa. Como a Teoura, me daba pena que llegara el final. Como me pasa siempre con los buenos relatos o en las buenas novelas.

    Este señor aquí es un auténtíco lujo. Solo por leerle a él de vez en cuando, merece la pena que exista Debate Callejero. Sugiero a quien corresponda que, dada la dificultad de catalogar sus artículos en las categorías temáticas que existen el el blog, se abra una nueva categoría, van den Broek, para sus artículos con el objeto de facilitar su localización y lectura.

  6. Yo disiento de algún otro contertulio y me uno a la felicitación del articulista de hoy. Creo haber entendido el continente y el contenido y sólo puedo admirar y hasta envidiar la tan profunda como engalanada pluma del Sr. Van den Broek. Un lujo.
    A mí me fascinan las lecturas de psicología social y de vez en cuendo me sumerjo en ellas con fruición, pero reconozco que me siento más atraído por las nuevas corrientes que no tienen una espesura tan asfixiante de constructos teóricos como parecen sugerir el psicoanálisis y derivados. Nada puedo aportar a lo escrito por nuestro autor de hoy, salvo, de nuevo, mi aplauso.

  7. Como de costumbre, asombroso el artículo de van den Broek. Su prosa hechiza, así que uno podría pasarse horas leyéndole, sin ganas de acabar nunca. Me ha dejado estupefacto la reacción de Mimo Titos, comparando a van den Broek con Zafón. Miren que yo he presumido de falta de sensibilidad literaria, pero creo que Mimo Titos merece sin duda el primer premio Fernando Esteso de las letras.

    Por cierto, que ya van dos artículos de van den Broek en los que glosa relatos literarios de otros autores. Me ha dicho un pajarito que el tal van den Broek es autor de algunos relatos inmortales, así que desde aquí le ruego que publique en este foro alguno de ellos, para que todos podamos disfrutar de su escritura.

    Sobre su artículo de hoy. Creo que plantea una cuestión peliaguda que, al menos a mi, me resulta fascinante pero también desasosegante: van den Broek sugiere al final que los desequilibrios psicológicos propios del ser humano tienen una traslación natural al ámbito de la política. Es decir, que parte de las patologías políticas que observamos a diario en todo el planeta, aunque más en algunos países que en otros, puede deberse a que las personas rara vez están en sus cabales. Las teorías dominantes sobre la politica, sin embargo, establecen que, al final, todo se puede explicar por el egoísmo humano y la búsqueda del poder. Las personas son racionales y las patologías colectivas pueden explicarse en función de la persecución del interés propio de cada uno. Van den Broek sugiere una visión completamente distinta. La vida social y política resulta tan caótica porque la gente no está en sus cabales. El autor parece pensar que en Perú los círculos del doctor Brener están especialmente descabalados, pero ¿qué decir de los Estados Unidos, un país que ha tenido ocho de presidentes a un hombre con cerebro reptiliano como Bush? ¿Y si al final van den Broek tiene razón y la política no se sino la psicopatología de la vida cotidiana, como dijo aquel con tan buen tino?

  8. Son mas de las 11 y no me he atrevido a leer el articulo de hoy….y despues de darle un vistazo a las opiniones de Permafrost y Don Cicuta…sigo preguntandome si deberia hacerlo.
    Por otro lado acabo de conocer esta noticia que revolucionara «el gallinero de DC»:
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    El escritor donostiarra Fernando Savater, con la novela ‘La hermandad de la buena suerte’, ha resultado ganador del LVII Premio Planeta, dotado con 601.000 euros.

    Por su parte, la escritora castellanomanchega Angela Vallvey ha quedado finalista con la obra ‘Muerte entre poetas’.
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    En fin….no se si Frans van den Broke (Sr Puente para los mas entendidos) ,Don Cicuta o Permasfrost ,estara de acuerdo con la decision del jurado….ejem.

    A mi lo que me ha sorprendido es que Angela Vallvey haya escrito una novela finalista con tanto merito….
    Cuando la oigo en los debates televisivos ….se me pone la piel de gallina….que escalofrios me da…¡Diosssss mio!.

  9. Dicen que una imagen vale mas que mil palabras,pero ….¿y si una imagen se une a una palabra?.
    Pues se arma la marimorena.

    Ya tenemos otra fiesta «popular»…..jeje.

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    Durante el informativo de mediodía de ayer de La Sexta y cuando se emitía un vídeo sobre la sanción de la UEFA al Atlético de Madrid, se coló una imagen de Mariano Rajoy justo en el momento en el que se pronunciaba la palabra “payaso”. El responsable de comunicación del PP, Esteban González Pons, ha pedido que se produzca una rectificación desde el mismo espacio, pero las reacciones más airadas han sido la de los sectores que durante meses han denigrado a Rajoy en su intento de tomar el control del PP. Así lo han hecho El Mundo y la COPE, en línea con las manifestaciones de Aguirre, para quien “siempre son los mismos” los que cometen este tipo de “coincidencias” que dañan la imagen de Rajoy.

    http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=26076

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    En fin….creo que voy a leer a Frans van den Broke ,para desintoxicarme.

  10. Gracias al Sr Puente (hoy ha sido un puente a lo desconocido) he logrado conocer la parte Parental, la parte Adulta y la parte Infantil de Amistad Civica ,que no las mias….esas se las dejo a mi mujer….jeje.

    Mi parte parental es la que le da todo mi apoyo a Pratxi en su lucha diaria por conseguir que su bebe tenga limpio su culito.
    Mi parte adulta es la que hace que os pida que le deis click al raton en mi nick azulado para que veais mis videos…(¿A que esperais?…¡Venga,dale!)
    Mi parte infantil es la que escribe puntos suspensivos….y muchos jejes….jeje.
    Pero la parte que no esta escrita y que forma la estructura de mi realidad mas pura y diafana…es la que surge de mi Parte «payasal civica».
    Solo un payaso sediento de sangre literaria de blog, puede reirse como yo lo hago….JAJAJA…que nervios.

    Sr Dr Berne,¿tengo o no arreglo?.

  11. Buenos días Frans van den Broke, me ha encantado, mi rol adulto pide que escribas los fines de semana para leerte con el cafelito de la mañana, mi rol infantil se rebota cuando no tengo wi-fi y mi rol copión viene de Amistad…jeje

  12. Cuidado Mimo Titos, que parece que tu parte infantil se ha levantado esta mañana tan estupenda que ha fagocitado las otras dos. Espero que no sea irreversible ya que normalmente aprecio mucho tus aportaciones en forma de artículos o comentarios.
    Ésta es la primera vez que escribo algo en este blog y probablemente sea la última. Pertenezco al colectivo de los vagos (así bautizado hace unos días por uno de los comentaristas habituales), que somos los que leemos y no escribimos nada. Aclaro que, en mi caso al menos, no es por vaguería sino porque soy consciente de mis limitaciones y sé que no estoy a la altura de la mayoría de los que aquí escriben, ni en conocimientos ni en capacidad argumentativa. Prefiero callar y atender a mis mayores, que saben enseñar deleitando. Hoy tampoco tengo nada que aportar en realidad, pero no me he podido resistir a dar las gracias y a felicitar a Frans van der Broke por su magnífico artículo. Es lo mejor que he leído en mucho tiempo.
    Hasta siempre. Seguiré aprendiendo de vosotros desde la sombra. (Quizás otros deberían hacer lo mismo, especialmente uno que es insufrible y que por lo visto carece de bombilla y demás luces…es sólo una sugerencia…)

  13. Bienvenido/a Ossiana, y no te vayas, porque me da a mí que este lujo de estos escritores, como van den Broke y otros no se va a poder seguir manteniendo mucho tiempo con esta cantidad de comentarios tan pequeña. Cualquier día nos levantamos y nos lo han cerrado. Y además, ¿si al que le falta la bombilla escribe sin problemas todo lo que se le ocurre, ¿por qué no vas a escribir tú?

    Yo también creo que Mimo Titos se levantó con con la parte infantil desatada aunque, viendo la hora del comentario exabrupto, a lo mejor es que se acostaba con algún vinito de más. Si no, yo tampoco me explico su comentario. El otro día sospechaba que van den Broke era un nombre falso de Vargas Llosa y hoy dice que lo leyó dos veces y que y qué. No se entiende. Igual le ha entrado a él también la obsesió de la bombilla. Por cierto, desde el primer día que el Ministro de Industria anunció lo del regalo de las bombillas, dejó muy claro que se haría en 2009, así que podíamos descansar del temita hasta entonces.

  14. Qué cínicos y qué hipócritas son, con esta perra que les ha entrado de que a ellos lo que les preocupa de verdad son los trabajadores que se quedan sin empleo, y los «problemas reales» de la gente (esto les gusta mucho decirlo), y no los bancos y los banqueros, como le ocurre al PSOE. Es decir: el objetivo del PSOE es ayudar a sus amiguetes, los banqueros, y el de ellos, ayudar a los trabajadores. El mundo al revés, vamos. Yo recuerdo la crisis económica que tuvimos con Aznar en el poder y su preocupación por los trabajadores.

    Hoy oí en la tele, a ese prodigio de lo sibilino que se llama González Pons recriminando a Zapatero porque Gordon Brown le había citado para hablar de la crisis financiera y no para hablar de los parados. Su obesión por las consignas (esta de los parados pa (como dice Rajoy) ellos y los banqueros pa Zapatero) es tal que no se dan cuenta del ridículo en el que incurren. En el caso que le oí hoy lo lógico es que recriminara a Gordon Brown, pero no a Zapatero.

  15. Bueno, me he leído el artículo una segunda vez y sí, es bonito y está estupéndamente escrito. Pero sigo pensando que es un poquito complicado en exceso argumentar de aquella manera lo de que las patologías de los dirigentes afectan a sus políticas. Es decir, que el artículo se entiende mucho mejor una vez leído la explicación de Cicuta. Por otra parte, las invectivas de Teoura no hacen mella, estoy acostumbrado y además no leo periódicos deportivos por lo que tengo la conciencia plenamente tranquila. Eso sí, lo de Cicuta con el Fernando Esteso de las letras me ha llegado al alma.

  16. Dí que sí, Mimo Titos. No hay derecho a cómo te ponen: que si sólo aguantas la prensa deportiva, que si eres «el esteso de las letras», que si habrás escrito «con unos vinos de más»,… ¡qué gente!

    A mí me ha gustado leer a Frans van der Broke (¿o Broek?), y su resumen del relato de Rybeiro. Menos me ha interesado, la verdad, la referencia al análisis transaccional del Dr. Berne. Sobre todo porque como dice el articulista «nadie necesita del Dr. Berne para darse cuenta de …que algunos políticos suenan como papás moralistas y fastidiosos, y otros como chiquillos desequilibrados en medio de una rabieta», ni para saber que «los seres humanos nos vemos envueltos a menudo en juegos peligrosos y dañinos, en el que no siempre es evidente cuáles son las verdaderas motivaciones, ni los verdaderos mecanismos, y de cuya esclavitud sólo puede salvarnos el robustecimiento de una mentalidad adulta y objetiva», mensaje con el que concluye el artículo.

    En cualquier caso, un placer su lectura. Y un lujo.

  17. Por ejemplo, no hay análisis transaccional que valga para explicar la desverguenza de ese grupo de fanáticos ulttras del Foro de Ermua (¡pobre Ermua, ya es mala suerte!) que piden a Ingrid Betancourt que devuelva el Premio Principe de Asturias de la Concordia porque no comparten sus opiniones sobre el valor del diálogo y la negociación en la lucha contra la violencia terrorista.

    http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=26061

  18. Conocí yo a un psiquiatra que estudió durante un tiempo las ideas del Dr. Eric Berne. No tenía este psiquiatra muy buena opinión de esas teorías, a las que calificaba de “literatura psicológica” (con evidente desprecio y mala leche), muy lejos, añadía, de los avances de la neuropsiquiatría. Creo que consideraba a Berne como el antecedente de los actuales “Bucay”. Pero ya se sabe que los psiquiatras están todos grillados, como cualquier enfermo de la seguridad social podría demostrar sin grandes problemas.
    ::
    No he podido leer todavía el auto, pero poco favor hace Garzón a la causa de la Memoria Histórica. Apoyé su primer auto para elaborar una lista de desaparecidos, algo absolutamente necesario para no dejar vacía de contenido la LdMH y ayudar legalmente a quienes buscaban a los suyos. Pero este proceso penal que pretende iniciar- o que aparenta querer iniciar- contra los dirigentes de la dictadura franquista por “crímenes contra la humanidad” es una absoluta “garzonada”. Menos mal que Ridruejo ya murió, que igual lo hubiera hecho entrar en la AN para deleite del EGO del magistrado. Igual Berne lo hubiera tratado de lo «suyo». ¡Qué cansancio de país!
    ::
    Así que la culpa de que no haya dinero para las nóminas de la universidad pública madrileña es de Zapatero, según Esperanza. ¿Han dicho algo los profesores sobre el particular? Resulta curioso el «estrepitoso» silencio del colectivo sobre el tema.

  19. ¡Qué gran placer salir del tema de la crisis financiera con un artículo tan original, interesante y muy bien explicado! Creo que Mimo Titos tiene que reflexionar sobre:
    1) no está obligado a hacer comentarios todos los dias y
    2) no intentar comentar un artículo largo a la una de la madrugada, después de la euforia del España-Bélgica y con prisas por ver el debate Obama-McCain.

    Desconocía totalmente al psicoanalísta Berne y su teoría del Análisis Transaccional. Sin duda en los círculos de la profesión europeos se le debe conocer, pero no ha llegado al público. En cambio, parece que en América (Norte y Sur) traspasó convirtiendose en un best-seller en la década de los 60. El escritor alemán Herman Hesse, en su novela El Lobo Estepario escrita en 1920, señala que se supone que dentro de nuestro cuerpo hay un alma, pero que esto no es cierto; dentro de un cuerpo hay varias almas. Asi, intentó explicarse a si mismo sus radicales contradicciones internas. F. van den Broek nos señala que los 3 sistemas psíquicos presentes en el individuo que crea Berne se parecen bastante a los de Freud, pero Berne recalca que son sistemas independientes, aunque puedan solaparse. Los ejemplos de personas en que uno de los tres sistemas predomina sobre los otros son muy claros. Broek, sin embargo, nos explica que posteriormente, esta teoría fue degenerando: los 3 sistemas o círculos se fueron multiplicando y empezó a haber escuelas diferentes. El grave problema es que las teorias que explican la psique no se pueden demostrar empiricamente ni por ello refutar, por lo que es muy fácil que a un esquema simple cuya sensatez es ilustrada con ejemplos de distintos seres humanos, degenere.

    La novela de Rybeiro que nos resume Broek es muy interesante. Broek ve en ella un ejemplo que se puede explicar por la teoría de Berne. A mi me recordó un libro de Eric Fromm en que señalaba que el sádico, en el fondo, es esclavo del masoquista, la persona de mal humor es dependiente del que le aguanta, el chistoso necesita al aburrido, etc.. La extrapolación de todo esto a analizar el comportamiento de los distintos grupos sociales y sus confrontaciones es demasiado tentativa. Broek nos señala cómo en Suramérica, es fácil al leer a Rybeiro establecer la comparación. Es muy posible, la diferencia es que Memo Garcia y Francisca Morales saben que en el fondo han encontrado una relación que les saca de su profunda soledad por lo que no están dispuestos a matarse el uno al otro. En los grupos sociales en pugna la mayoría de las veces se quiere eliminar al otro. Y asi ha sido no solo en Suramérica.

  20. Tiene razón Polonio, es raro el silencio de los profesores de la UNiversidad de Madrid ante el atropello de doña Espe. La carta que la consejera de Educación mandó a los profesores echándole la culpa a Zapatero da risa. A mí me parece todo como de broma. Yo creo que es el esperpento de la situación el origen del silencio. El problema es que igual van en serio, siendo cómo son.

  21. Después de leer a Magallanes en relación a Mimo Titos, uno podría pensar que así como en el Mimo Titos de la madrugada había un claro dominio de la parte infantil, en Magallanes domina la parte parental.

  22. Sobre el alma a la que alude Magallanes a traves de Herman Hesse,solo añadir las palabras de My Mother (of Invention),Frank Zappa:

    Diré, y esto no te coloca en el reino de la metafísica, que algo te anima mientras estás vivo.
    Hay un proceso electroquímico que anima este saco de mierda que todos tenemos que arrastrar por ahí, ¿vale?
    Así que no es imposible que en el punto en el que el proceso electroquímico que está motivando al saco de mierda deja de ser lo suficientemente fuerte para que se mueva el saco de mierda, puede que esa energía se intercambie, y puede que se disipe y lleve una existencia propia sin el saco de mierda.
    Frank Zappa, en Society Pages nº 7, 1/12/1991.

    ¿Otra forma de ver el alma?…..jeje.

  23. Esta tambien es mi primera vez.
    Gracias a van der Broek por estos articulos. Es cierto que es un lujo. Si es verdad que tiene otros relatos inmortales deberia compartirlos (con mas gente).

    Personalmente, la falta de bombillas me resulta divertida. No veo maldad alguna y alguna vez, sin que sirva de precedente, ver las cosas a oscuras nos da una perspectiva que sin ser necesariamente la acertada permite un debate mas o menos sano. Mucha menos gracia me hace lo de gente como el foro de Ermua. Ellos deberian devolver toda la pasta publica que se han levantado por atentar contra un derecho tan basico como que el de al lado exprese una opinion tan diferente a la suya. Interesante defensa de la democracia que tanto defienden y de la que tanto se apropian. Como se descuide la Sra. Betancourt le dicen que estan insultando y agrediendo a las victimas/secuestrados de las FARC.

    Salud

  24. Bienvenido/a también a Amadeus. Se ve que los «vagos» se animan. Totalmente de acuerdo con él en lo de que los del Foro de Ermua devuelvan la pasta pública. Pero me uno a la reinvindicación de Teoura para que Zaplana haga lo propio. Las Navidades pasadas nos las pasamos esperando su turrón y está a tiempo de devolverlo para las próximas.

  25. ¿Quien no se ha sentido como un Memo Garcia?.
    ¿Quien no ha tenido laguna vez a una Francisca Morales como vecina?.
    Tuve una Francisca Morales que todas las mañanas se levantaba y ponia la radio a toda pastilla mientras cantaba a grito pelao y su perro ladraba como Dios.
    Yo ,convertido en un Memo Garcia, ponia los bafles de mi equipo en la clarabolla ,a toda pastilla ,con lo mas heavy que tenia a mano.

    Os podeis imaginar ,lo contentos que se ponian nuestros vecinos,al ecuchar nuestras batallas de decibelios a las nueve de la mañana….jeje.

    En fin,que recuerdos…..snifff….

  26. Zaplana deberia devolver hasta el DNI, porque con las que ha liado se le deberia haber caido la cara de vergüenza y la foto ya no le vale.

  27. Me alegra comprobar como el Sr Puente ha conseguido que «los vagos menos perezosos» se decidan a participar en este lugar para el encuentro y el debate democrático…..no hay nada mejor que tener un «lider» que gane adeptos para el Debate Callejero…caballeros callejeros y cabelleras al viento,¡Espabilense,coño!…….jeje.

  28. Joer, voy a tener que cambiar de blog. Aquí tó er mundo está obsesionao con la bombilla.

  29. Hoy he caído en la cuenta de que el precio del barril de petróleo está en los niveles de septiembre de 2007. ¿Nos cuesta la gasolina lo mismo qu entonces? No tengo tiempo de guglear para desenterrar datos, pero doy por seguro que no.

    El comportamiento irresponsable, egoísta y apandador de los directivos de muchos bancos ha hecho necesaria la nacionalización de un sector vital de la economía. ¿Están hechos de mejor pasta los que controlan las siete hermanas? ¿Y si, ya puestos, nacionalizamos las empresas de energía? ¿Alguien se cree que la competencia, la mano invisible o lo que sea es imprescindible para que Repsol y Cepsa funcionen de una manera óptima desde el punto de vista social?

    ¿Podríamos animarnos más allá? Da la sensación de que, una vez que quien nacionaliza no es el réprobo Chávez sino el estadista Bush, todo está permitido. ¿Tomaremos el Palacio de Invierno otra vez?

  30. Teoura,te recomiendo que leas una novela de ciencia ficcion titulada :

    EL ROECEREBROS (BRAINRACK; 1974)

    Autor: KIT PEDLER & GERRY DAVIS

    Colección: SUPER FICCIÓN Nº 6

    Editorial: MARTÍNEZ ROCA

    Un número cada vez mayor de contemporáneos están convirtiéndose en unos tontos.
    El Homo Sapiens, sin excluir a los miembros de la comunidad científica, parece regresar, o más bien, despeñarse por los peldaños de la Evolución.
    En un mundo presidido por la tecnología, ésto puede ser una catástrofe.
    Alexander Mawn se propone investigar el «Efecto Roecerebros», no ignorando que ésto le expone a ser considerado como un visionulo y quién sabe si un agitador izquierdista o algo peor.
    La explosión de una Central Nuclear en Escocia da la primera campanada de alarma ¿Cómo reaccionará la Humanidad frente a la explicación completa del «Efecto Roecerebros»?

    Para que sueñes, con el precio del barril de crudo…..jeje.

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