13 comentarios en “Barra libre

  1. Como decía ayer Xavier Sardá en el programa de la noche de «La Seta», no sigan hablando ni preguntando porque cada vez me inquieto más. A mí me pasa igual.

  2. Es tan bueno -por su síntesis, claridad y ausencia de florituras -, que en lugar del enlace, reproduzco el artículo completo. Todo un alivio después de leer gilipolleces y falsedades en el mismo periódico a tanto cantamañanas – Sami Nair, Lluis Bassets, J.I. Torreblanca, Mark Leonard (¡menudo pájaro!), por no hablar de sus corresponsales Naiara Galarraga y Angeles Espinosa (Hamas News en estado puro) -, a los que bien se puede aplicar lo del «espectáculo de cinismo y mala fe» al que alude B-H Levy.

    OBSCENIDAD
    Bernard-Henri Lèvy

    Pongamos los puntos sobre las íes.

    En 2005, a iniciativa de Ariel Sharon, el Tsahal (Ejército israelí) evacuó Gaza unilateralmente y sin condiciones.

    A partir de esa fecha no ha habido presencia militar israelí en un territorio que, por primera vez, está bajo control palestino.

    La gente que lo administra —y que no está ahí gracias a las urnas, sino a la violencia, y al término (junio de 2007) de varios meses de sangriento enfrentamiento con otros palestinos— no tiene con el antiguo ocupante, ni por asomo, un contencioso territorial como el que tenía, por ejemplo, la OLP de Yasir Arafat.

    Las reivindicaciones de Arafat, como hoy las de Mahmud Abbas, podían parecer excesivas, mal formuladas o inaceptables: al menos existían y dejaban abierta la posibilidad de un acuerdo político, de un compromiso; mientras que ahora, con Hamás, prevalece un odio ciego, sin palabras ni objetivos negociables, solo una lluvia de cohetes y misiles disparados en función de una estrategia que, como no tiene otro fin que la destrucción de la “entidad sionista”, no es otra que la guerra total.

    Y cuando, finalmente, Israel se percata de ello; cuando sus dirigentes deciden romper con unos meses de moderación en los que han aceptado lo que ningún dirigente en el mundo ha tenido que aceptar; cuando, por si fuera poco, comprueban despavoridos que no solo el ritmo de bombardeos ha pasado de una media de 700 anuales a 200 en unos pocos días sino que, además, Irán ha empezado a suministrar a sus protegidos unos FAJR-5 que ya no solo alcanzan el sur del país, sino también el centro, e incluso las afueras de Tel Aviv y Jerusalén, y se deciden a actuar, ¿qué sucede?

    Que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al que raramente habíamos visto reaccionar tan rápido en los últimos meses, se reúne urgentemente para debatir, no una eventual desproporción, sino el mismísimo principio de legítima defensa israelí.

    El ministro de Asuntos Exteriores británico, a quien no deseamos que llegue a ver el sur de su país bajo el fuego de una organización retornada al sendero de la guerra terrorista, amenaza al Estado hebreo con la posibilidad de perder, por cumplir con su trabajo de protección de sus ciudadanos, los últimos apoyos que tiene la bondad de reconocerle en la escena internacional.

    La responsable de la diplomacia europea, Catherine Ashton, empieza por redimir a Hamás de unos ataques en parte fomentados, según ella, por “otros grupos armados” y solo deplora, lavándose las manos con la hipocresía de quien considera tan extremista a un bando como al otro, una “escalada de la violencia” en la que, como en la noche hegeliana, todos los gatos son pardos.

    En Francia, el Partido Comunista exige “sanciones”.

    Los Verdes, a quienes apenas hemos oído pronunciarse sobre Siria, Libia o los cientos de miles de muertos de las guerras olvidadas de África o el Cáucaso, claman que la “impunidad de Israel debe cesar”.

    Esos manifestantes “pacifistas” que tampoco se dignan salir de casa cuando son Gadafi o El Asad los que matan, bajan de repente a la calle, pero lo hacen para expresar su solidaridad con el único partido palestino que rechaza la solución de los dos Estados y, por tanto, la paz.

    Y qué decir de esos expertos en conspiraciones que, cómodamente instalados en sus sillones de editorialistas o estrategas de salón, solo ven en esta historia la mano demoniaca de un Netanyahu encantado con esta nueva guerra que va a ponerle más fácil la reelección…

    No voy a hacer las cuentas del Gran Capitán para explicar a esos ignorantes que, antes de esta crisis, todos los sondeos daban ya a Netanyahu como claro ganador.

    Ni me voy a rebajar a confesar a una gente para la que, de todas formas, haga lo que haga, Israel es el eterno culpable, lo que, si yo fuera israelí, me disuadiría de votar por la coalición saliente.

    Tampoco serviría de nada recordar a esos listillos que si hay una maniobra, una sola, en las raíces de esta nueva tragedia, es la del establishment de Hamás, que está dispuesto a todas las escaladas y a todas las huidas hacia adelante —y, en realidad, ha decidido luchar hasta la última gota de sangre del último palestino— antes que a ceder el poder, y las ventajas asociadas a este, a sus enemigos jurados de Al Fatah.

    Ante este espectáculo de cinismo y mala fe; ante estas dos varas de medir, según las cuales un muerto árabe solo es digno de interés cuando sirve para incriminar a Israel; ante esta inversión de valores que transforma al agresor en agredido y al terrorista en resistente; ante esta engañifa que implica ver a los indignados de todos los países ensalzar como héroes a los miembros de una nomenklatura brutal y corrupta, despiadada con los débiles, las mujeres y las minorías, que enrola a sus propios niños en batallones de pequeños esclavos a los que envía a excavar los túneles por los que transita el dudoso tráfico que sigue enriqueciéndola; ante esta crasa ignorancia, en una palabra, de la naturaleza real de un movimiento que tiene en Los protocolos de los sabios de Sion uno de sus textos fundadores y que su jefe, Jaled Meshal, dirigía hasta hace poco desde una confortable residencia de Damasco, solo cabe una palabra: obscenidad.

  3. Por cierto, como he estado ausente no he podido participar estos últimos días en Debate Callejero pero sí he leído lo publicado por LBNL días atrás sobre la crisis de Gaza. Era bueno el «artículo-río» aunque -para mi gusto- le sobraba algún resabio y no comparto alguna de sus conclusiones y recomendaciones (esa invitación a «no tomar partido»).

    Ojala se lo estudiaran las corresponsales de El País: al menos de la Galarraga aún podría esperarse que llegue a enterarse de algo algún día; la otra es irrecuperable.

  4. Estaba yo dandole vueltas a que iba a escribir en un dia como hoy y asi por arte de birlibirloque ,mientras me miraba en el espejo entre el vapor de agua caliente ,vi aparecer ante mi ,grabados en el espejo , los versos del poema de Gongora…asi que este será mi comentario para tal dia como hoy:

    Ándeme yo caliente y ríase la gente.

    Ándeme yo caliente
    y ríase la gente.
    Traten otros del gobierno
    del mundo y sus monarquías,
    mientras gobiernan mis días
    mantequillas y pan tierno;
    y las mañanas de invierno
    naranjada y aguardiente,
    y ríase la gente.
    Coma en dorada vajilla
    el Príncipe mil cuidados,
    como píldoras dorados;
    que yo en mi pobre mesilla
    quiero más una morcilla
    que en el asador reviente,
    y ríase la gente.
    Cuando cubra las montañas
    de blanca nieve el enero,
    tenga yo lleno el brasero
    de bellotas y castañas,
    y quien las dulces patrañas
    del Rey que rabió me cuente,
    y ríase la gente.
    Busque muy en hora buena
    el mercader nuevos soles,
    yo conchas y caracoles
    entre la menuda arena,
    escuchando a Filomena
    sobre el chopo de la fuente,
    y ríase la gente.
    Pase a medianoche el mar
    y arda en amorosa llama
    Leandro por ver su dama,
    que yo más quiero pasar
    del golfo de mi lagar
    la blanca o roja corriente,
    y ríase la gente.
    Pues Amor es tan cruel
    que de Píramo y su amada
    hace tálamo una espada, 40
    do se juntan ella y él,
    sea mi Tisbe un pastel
    y la espada sea mi diente,
    y ríase la gente……JAJAJA….que nervios.

  5. ¡Penosa la comparecencia de Artur Mas!. Que si ellos solos no pueden, que si alguien mas tiene que tirar del carro,… Menudo jeta ¿Para eso había convocado elecciones a mitad de legislatura? ¿Es que estaba asfixiado y necesitaba auxilio de otro?

    El resultado ha sido tan desastroso -en conjunto- que ahora la cuestión es ver quien se desdice. Con lo polarizada que ha sido la campaña y tal como se han posicionado los partidos, lo normal sería que no fuera posible constituir un gobierno estable. CiU no puede gobernar con este PP (el de la «cloaca»), pero tampoco con ERC o PSC salvo que estos (da igual quien sea) renuncien a lo que han venido denunciando de los recortes o que CiU cambie su política economica y social. Si pretende apoyarse en el PP para mantener su política economica, ERC se lo come del todo.

    Puede pensarse que ERC, pese a criticar la politica de recortes de CiU comparte el impulso soberanista pero una cosa es subirse a ese carro tragandose los sapos «sociales» si la ola soberanista crece (que es lo que se quería verificar con este adelanto electoral) y otra distinta hacerlo ahora en estas condiciones. Un gobierno CiU – ERC dificilmente tensaría más la cuerda soberanista con este resultado. ¿Que gana ERC entonces? Tal vez a ERC le convenga decir NO a Artur Mas. Menuda papeleta. Por lo demás, nada infrecuente en otras latitudes, no habría por que asombrarse.

  6. Yo creo que dentro de unos dias todo volvera a la normalidad ,el PPC de Sanchez-Camacho se ofrecera como presidenta de un gobierno de coalicion con CiU si Mas asume la vicepresidencia o dimite ….ejem….acepto las apuestas…..yo pongo en la mesa mi coleccion de discos de FranK Zappa….bueno mejor un solomillo de ternera a la pimienta……jeje.

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