Cambio de reglas para frenar a los tramposos

Sancho  Esta semana hemos sabido que varios responsables políticos del PP han tratado de cometer fraudes electorales con el fin de facilitar la victoria de su partido político. No hay más que coger la prensa de esa semana para recrearse en la burda trama melillense para fotocopiar impresos de voto por correo, o en las denuncias de las exageradas alteraciones de los censos electorales de las localidades granadinas de Alquife y Lanjarón. Afortunadamente, tenemos una democracia sana con unas instituciones fuertes que son capaces de detectar a tiempo estos fraudes y ponerlos en manos de la justicia. Si los casos de malas prácticas electorales son una mala noticia, no lo es tanto al saber que el Estado reacciona de forma eficiente y eficaz. Este hecho demuestra una madurez democrática que me invita a reabrir el debate sobre la forma que tenemos de elegir a nuestros alcaldes. Sigue leyendo