Magallanes
Ya en los años 60, cuando era alumna del Wellesley College y promocionaba los derechos de las mujeres, se distinguió por su frase “hacer posible lo imposible”. Pero claro, eso requiere un gran esfuerzo y mucho tiempo. Pues hizo honor a su slogan: el martes 7 de junio de 2016 Hillary Clinton consiguió la preelección a candidata del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo noviembre. Falta su nombramiento oficial en la convención del mes que viene. Por mucho que Jeremy Sanders, su tenaz contrincante, la denigrara como representante de la clase política alejada de los ciudadanos y sostenida por el gran capital, por mucho que Sanders se presentara como salvador de la clase obrera y propulsor de la seguridad social gratuita, no pudo con el estilo moderado, alejado de bellas promesas, de Hillary; no pudo con que ella se presentara como la persona que llevaba muchas décadas dedicada a la función pública y que recordara que, para alcanzar metas políticas, la voz de la experiencia es mejor guía que el discurso denunciador y radical.