Idiotas

David Rodríguez

En septiembre de 2020 escribí en Debate Callejero un artículo titulado “Tropezando siempre con la misma piedra”. Denunciaba que la rápida desescalada desde la primera ola había provocado la segunda, y afirmaba que “el afán por obtener beneficios a corto plazo se vio de sobras penalizado por todas las pérdidas generadas debido a la precipitación”. En la conclusión decía lo siguiente: “La táctica cortoplacista del beneficio a toda costa no hará sino provocar lo que ya ha pasado en las ocasiones arriba referidas, es decir, generar pérdidas incalculables en el futuro. ¿Cuántas veces estamos dispuestos a tropezar en la misma piedra?”.

En diciembre de 2020, en puertas de la tercera ola, me refería al artículo anterior, explicando que había evitado titularlo “tropezando dos veces en la misma piedra (…) porque temía que íbamos a superar esta cifra y, efectivamente, nos disponemos a lograrlo”. Pocos días más tarde, la operación de salvamento de la Navidad acabó en una nueva ola a principios de 2021. Sigue leyendo

La libertad individual y el bienestar colectivo

David Rodríguez

La discusión sobre el asunto de la vacunación se está situando como un importante centro de atención durante las últimas semanas. La pandemia vuelve a avanzar con fuerza en toda Europa, y lo hace sobre todo en aquellos lugares con menores tasas de inmunización. Por fortuna, España se halla entre los países con índices de incidencia más bajos, pero en otros estados está teniendo lugar una nueva ola del virus en toda la regla. Los gobiernos occidentales comienzan a pensar en medidas para incentivar más la vacunación, que van desde la lógica de la recompensa (cerveza gratis) hasta la del castigo (no poder ir a trabajar), pasando por el famoso pasaporte covid, que no permite la realización de ciertas actividades sin disponer de la pauta completa. La confusión campa de nuevo a sus anchas, con gobernantes que expresan su malestar por la insolidaridad de algunas personas, y con colectivos que salen a la calle a protestar contra el recorte a sus libertades individuales. Sigue leyendo

Glasgow: muchas promesas, pocas expectativas

David Rodríguez

Durante estos primeros días de noviembre está teniendo lugar en Glasgow la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, denominada COP26 porque es la vigésimosexta celebrada sobre esta materia, y retrasada un año debido a los efectos de la pandemia. No cabe duda de que el reto que está situado sobre la mesa es de una importancia trascendental, ya que afecta nada menos que a las condiciones del futuro de nuestra civilización en el Planeta.

Recientemente la Organización Meteorológica Mundial publicaba un estudio sobre la frecuencia, la mortalidad y las pérdidas económicas causadas por los fenómenos meteorológicos extremos entre 1970 y 2019. En conjunto, se han registrado más de 11.000 desastres, con más de dos millones de muertos. De los mismos, el 91% ha tenido lugar en los países en vías de desarrollo. Las sequías y las tormentas se han cobrado más de la mitad de los fallecidos. Por consiguiente, no se trata solamente de alertar sobre hipotéticas catástrofes futuras sino de reconocer que los efectos del cambio climático ya se están produciendo desde hace décadas. Sigue leyendo

Las ocurrencias de Escrivá y los auténticos debates

David Rodríguez

“En España hace falta un cambio cultural para que se trabaje más entre los 55 y los 75 años”, José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social del gobierno de España. 26 de septiembre de 2021.

Esta sentencia pasará a los anales de la historia económica española como una de las más disparatadas jamás pronunciadas por un ministro, tal vez sólo superada por aquella formulación de Carlos Solchaga, cuando al ser nombrado ministro de Industria afirmó que “la mejor política industrial es la que no existe”. Por fortuna, el ejecutivo español desmintió al día siguiente que fuera a aumentar la edad de jubilación, pero tal vez debería dar un paso más planteándose cómo es posible tener en el gobierno a alguien capaz de decir estas barbaridades. Sigue leyendo

La historia olvidada de Afganistán hasta 1996

David Rodríguez

Con el permiso de Mbappé, el tema más candente durante estos días en el debate público es el desastre que está teniendo lugar en Afganistán. La toma del poder por parte de los talibanes supone una amenaza terrible para los derechos de las mujeres y de otros colectivos. Mientras en España seguimos con la triste política de atizar al gobierno desde la oposición, y viceversa, me gustaría plantear una mirada un poco más amplia del conflicto afgano, que se remonta varias décadas atrás en el tiempo.

Este país se independizó de Gran Bretaña en una larga guerra finalizada en 1921. Desde entonces, se instauró un régimen monárquico cuyo máximo exponente fue Mohammed Zahir Shah, que reinó entre 1933 y 1973. Con un talante tímidamente reformador, impulsó por primera vez la escolarización de las mujeres, pero las crecientes divisiones internas y una fuerte crisis económica acabaron con Zahir en el exilio tras un golpe de estado al frente de la cual se situó Sardar Muhammad Daud, que fue a la vez primo y cuñado del rey derrocado. Entonces se proclamó la República de Afganistán, que duró solamente cinco años ante el creciente autoritarismo del nuevo presidente. Sigue leyendo

La falta de credibilidad del sistema judicial español

David Rodríguez

Mucho se ha escrito ya sobre las insuficiencias del sistema judicial español, pero durante estas últimas semanas hemos sufrido dos situaciones realmente esperpénticas que contribuyen a socavar aún más si cabe su escasa credibilidad. Si la división de poderes es uno de los sustentos de una supuesta democracia, en España estamos bastante lejos de que este principio se cumpla de manera adecuada.

La primera de estas decisiones judiciales viene del Tribunal Constitucional, que como ya sabemos no dispone de todos sus miembros, pues hay una vacante no sustituida, y además cuatro de sus magistrados dictan sentencias con el mandato caducado. Todo esto ocurre por el bloqueo del PP a facilitar su renovación. Obsérvese la paradoja de que ya no son el ejecutivo o el legislativo los poderes que impiden el buen funcionamiento del máximo tribunal, sino el principal partido de la oposición. Sigue leyendo

Pobre ciencia: la quinta ola y el chuletón imbatible

David Rodríguez

La evidencia científica debería ser la base sobre la cual realizar determinadas acciones políticas. Suena bien la sentencia pero en estos lares nos hemos especializado en hacer justamente lo contrario y de la manera más sistemática posible. Cuando hace unos dos meses la comunidad científica nos alertaba de una posible nueva ola derivada de la extensión de la variante delta, la reacción de la mayoría de los gobiernos europeos volvió a ser la de siempre, es decir, no hacer el más mínimo caso de la predicción, con el apoyo de los palanganeros de turno que tildaban a los expertos de catastrofistas y de asustaviejas. Pero ya podemos hablar de ‘La quinta ola’. Los amantes de la ciencia ficción sabrán que este es el título de una trilogía del escritor Rick Yancey que trata sobre una invasión alienígena sustentada en una sucesión de olas catastróficas que deberían acabar con el género humano. Para el que pensara que el autor se había excedido en el número de plagas, se encuentra de nuevo con aquello de que la realidad supera la ficción.

España tiene el mérito de que no se pierde ni una sola ola, y eso que las niega todas poco antes de que se produzcan. La variante delta, altamente contagiosa, recomendaba tener prudencia con la nueva desescalada tras el fin del estado de alarma, pero se ha conseguido realizar la repetición de la jugada del año pasado y, en nombre de la salvación del turismo patrio, ya estamos en la lista negra de diversos países. No aprendemos y no queremos darnos cuenta de que la extensión del virus aumenta la probabilidad de la aparición de nuevas variantes que podrían, en el peor de los casos, resistir a las vacunas actuales, pese al éxito de la campaña de inmunización emprendida. Sigue leyendo

¿Vacunar a nuestros adolescentes o donar dosis?

David Rodríguez

Recientemente, el presidente del gobierno Pedro Sánchez acaba de anunciar a bombo y platillo la vacunación de nuestros adolescentes antes del inicio del curso escolar. Es interesante recordar que hace exactamente un año nuestras autoridades sugerían que el alumnado no era foco de contagio, motivo que llevó a ahorrar millones de euros en inversiones para adaptar debidamente las escuelas ante la pandemia. Bueno es que se reconozca el error de apreciación cometido y se plantee ahora la inmunización de parte del alumnado, pero en este caso surge un nuevo debate que consiste en dilucidar si es prioritaria la vacunación de los menores en los países ricos o por contra se debe anteponer la llegada de dosis a naciones que de momento no las están recibiendo.

Los expertos vuelven a tenerlo bastante claro, y como viene siendo tradición en estos tiempos, plantean lo contrario que nuestros gobernantes. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha declarado:  «Entiendo que algunos quieran vacunar a sus niños y adolescentes, pero ahora mismo los insto a que lo reconsideren y donen vacunas a COVAX, ya que en los países de ingresos bajos el suministro de vacunas no ha sido suficiente ni siquiera para inmunizar a los profesionales sanitarios». Evidentemente, su recomendación no ha sido escuchada. Sigue leyendo

Catalunya y el peligro del desgobierno

David Rodríguez

Finalmente, Pere Aragonès ha sido investido President de la Generalitat Catalunya gracias al apoyo de Junts y de las CUP. Tenemos por lo tanto un gobierno íntegramente independentista, pero con visiones de país totalmente diferentes, cuando no contradictorias. Si alguien pensaba, por ejemplo, que Junts per Catalunya había virado hacia la izquierda, el desmentido ha sido rápido cuando han propuesto a Jaume Giró como Conseller d’Economia. Será digno de ver cómo se implementa una política económica y unos presupuestos con un banquero a la cabeza y los votos imprescindibles de una formación anticapitalista como las CUP.

Si alguien ha mirado el programa social del nuevo gobierno, podrá ver como se propone un notable aumento de la inversión en partidas tan importantes como la salud, la investigación o la educación. Pero cuando buscamos las fuentes de los ingresos, no existe ni una sola mención a los tributos de competencia autonómica, dejándolo todo en una emisión de bonos no cuantificada (y autorizada excepcionalmente por el gobierno de España) y en los fondos que han de llegar de la UE (que previamente han de pasar por Madrid y con unas condiciones que probablemente no sean muy compatibles con el desarrollo del gasto social). Por consiguiente, cambian mucho las cosas o el desgobierno en el eje social puede ser considerable. Sigue leyendo

Los intereses económicos tras las vacunas

David Rodríguez

Estos días estamos viviendo una situación surrealista en toda Europa sobre el tema de la seguridad en la inoculación de las dosis de ciertas vacunas. Algunos dirigentes políticos y ciertos medios de comunicación han puesto en su punto de mira a AstraZeneca alegando que puede ocasionar trombos en determinados pacientes y consiguiendo la paralización en la pauta de vacunación con este compuesto, aunque con informes contradictorios por parte de autoridades sanitarias y científicas. Pero antes de profundizar en el asunto de las vacunas contra la Covid me gustaría repasar algunos detalles de la historia más reciente de las grandes empresas farmacéuticas mundiales sobre la materia de las patentes en algunos medicamentos, para tener así una visión más clara de cuáles son los precedentes en los que nos movemos.

Uno de los caballos de batalla más importantes durante las últimas décadas ha sido el tratamiento contra el SIDA. En el año 2000, la combinación de antirretrovirales estaba suponiendo un coste de 10.000 dólares por paciente y año. Dos años más tarde, gracias a los genéricos, el coste descendió a 130 dólares1. Pero Novartis, el gigante farmacéutico suizo, junto con otras 38 compañías, demandó al gobierno de Sudáfrica para impedir que importase esos tratamientos más baratos. Finalmente, la presión de la sociedad civil obligó a retirar el recurso pero el problema ha persistido en el tiempo. En el año 2010, de los 14,2 millones de personas que precisaban tratamiento, sólo lo recibían 6,6 millones. Según la ONG ‘Unitaid’, 1,8 millones murieron de SIDA ese año, entre ellos 250.000 menores2. Sigue leyendo