¿Acertará de nuevo el Supremo?

LBNL

Estudié Derecho y por tanto tengo varios compañeros de estudios que son jueces, fiscales y abogados. No les he preguntado pero de seguro algunos estarán de acuerdo, al menos parcialmente, con los argumentos que tan exabruptamente expresó el líder de Vox en Andalucía sobre la sentencia del Supremo que aumentó la condena a los violadores de la Manada. Ciertamente la segunda instancia no es una repetición del primer juicio, el tribunal superior tiene muy escaso margen para cambiar la apreciación de la prueba, etc, etc. Y sin embargo, es evidente que el Tribunal Supremo acertó al enmendarle la plana al tribunal de Pamplona y sentenciar que hubo violación en vez de mero abuso sexual. La justicia debe sin duda ser independiente pero independiente de presiones políticas, económicas, personales o incluso del sentir social mayoritario. Lo último lo tenemos claro desde Fuenteovejuna. Pero la independencia no implica en absoluto que la justicia deba ser ciega a lo que más conviene a la sociedad que gobierna. Especialmente si se trata del Tribunal Supremo. Lo digo también por la próxima sentencia contra los insurrectos del procés. La interpretación del Derecho permite toda suerte de sentencias: condena por rebelión, por tentativa de rebelión, por sedición, por tentativa de la misma, por desobediencia o incluso la absolución. Pero espero que el Tribunal Supremo acierte y encuentre la forma de sentenciar en el término medio, lo cual no solo sería perfectamente legal sino que además es lo que más nos conviene a todos, incluida la legalidad constitucional y democrática que sustenta nuestra convivencia pacífica.

Volviendo a la Manada, con el Código Penal en la mano para ese grupo asocial de comportamiento execrable valía perfectamente la sentencia de primera instancia. En los videos no quedó acreditado que la víctima, que había dado señales antes de querer juerga, se hubiera negado a lo que los violadores entendieron que quería. Pero estaba borracha y el comportamiento del grupo fue mucho más allá de lo que cabría suponer en un principio. Y luego le robaron el móvil, la dejaron tirada y pasaron los videos a los compinches. Comportamiento repulsivo sin duda; ¿Violación? No tan claro según el Código Penal que seguramente debería ser mejorado. Ahora bien, nunca entendí la condena en primera instancia por abusos sexuales. O bien no habría pruebas de coacción, en cuyo caso correspondía la absolución, o bien se trataba de una violación múltiple en toda regla. Pero eso es una duda meramente leguleya. Era evidente que toda la secuencia era delictiva y reflectante de la cultura machista que provoca que tantas mujeres sean víctimas de abusos, violaciones y asesinatos en nuestra sociedad del Siglo XXI. De ahí la fuerte reacción social.

Habría sido absolutamente irresponsable y absurdo que el Tribunal Supremo hubiera confirmado la sentencia por abuso o hubiera incluso decretado la absolución de la panda psicópata (incapaz de sentir el sufrimiento ajeno). El Tribunal Supremo le habría hecho un flaco favor a la Justicia, con mayúsculas, si se hubiera centrado en las insuficiencias de la legislación, que además son imposibles de remediar completamente. Simplificando, el Tribunal Supremo ha confirmado que según la legislación actual, si un grupo de hombres practica sexo con una mujer que se ha ido con ellos pese a su apariencia de paletos, macarras y machistas, borracha o no, con independencia de si les “ha provocado” con su vestimenta, sus comentarios o “dejándose meter mano”, la graban, la dejan tirada y luego se descojonan pasándose los videos, estamos frente a una violación.

Yo soy hombre, tan macho como el que más, amante de la seducción, incluso de la persuasión, y aun así no me siento en absoluto amenazado por semejante estándar jurídico. Y menos aún se me ocurriría pensar, como al líder andaluz de Vox, que lo único seguro va ser el sexo mediante pago, lo cual, por otro lado, denota que no concibe la violación de una prostituta.

Así que bien por el Supremo. ¿Acertará de nuevo con el procés? Esperemos.

La denegación de la petición de excarcelación es un indicio de que los encausados no serán absueltos y serán condenados a más tiempo de prisión del que ya llevan en preventiva. No es extraño: la absolución sería difícil de entender teniendo en cuenta la gravedad de los hechos protagonizados por los líderes de la mayor quiebra de la legalidad constitucional hasta la fecha. Porque el 23-F fue otra cosa, protagonizada por militares armados que fueron juzgados por un tribunal militar. Digan lo que digan, lo del procés no fue, no es, un golpe, sino una insurrección institucional incruenta. Lo cual no implica en absoluto quitarle gravedad al crimen. Que los que tienen las armas cedan a la tentación de arrogarse la salvación de la patria entra dentro de lo posible, especialmente en España dada nuestra larga tradición de pronunciamientos, pero es seguramente más grave para la democracia que aquellos que detentan un mandato por las urnas se arroguen un mandato superior al que la ley según la que han sido elegidos les da.

Los malditos indepes que estuvieron a punto de llevarnos – otra vez – al enfrentamiento civil no debenser absueltos de toda culpa. Su delito no puede ser tampoco el de mera desobediencia, diga lo que diga el Código Penal. No es lo mismo desobedecer una instrucción del Tribunal Constitucional cualquiera, ya de por si grave, que desafiar la legalidad misma que sustenta el propio mandato constitucional. En otras palabras, a la Generalitat solo la obedecemos porque la Constitución española le otorga ese poder. Y por tanto, no cabe que pronuncie o legisle contra su propia fuente de poder/legitimidad. Si lo hace, los que protagonizan semejante desacato deben atenerse a las consecuencias.

No estoy enteramente de acuerdo con los que lamentan la judicialización del conflicto político. Es obvio que habría sido muchísimo mejor evitarla. Pero la ley, la judicialización del conflicto es siempre mejor que solventarlo por la fuerza. Y con independencia de si el Gobierno del Partido Popular debería haberlo evitado, lo cierto es que la Generalitat se salió del marco constitucional, pese a las múltiples advertencias políticas y jurídicas, señaladamente por parte del Tribunal Constitucional. Así las cosas, mejor judicialización y punición legal que intervención violenta.

Ahora bien, no tendría sentido que el Tribunal Supremo buscara justificaciones para identificar un delito de rebelión, siquiera en grado de tentativa, que no hubo. No hubo rebelión porque no hubo violencia. No la hubo en absoluto. Una cosa es que la represión policial del 1-O no fuera o no justificada y otra bien distinta es achacar a los líderes de la insurrección institucional la voluntad de levantarse violentamente contra la legalidad constitucional. Afortunadamente no fue el caso.

Los Jordis son unos tarugos sin solución y los cargos institucionales acusados con ellos igual o peor. Pero no pueden ser declarados culpables de rebelión violenta. Los hechos no sustentan tal sentencia. Por tanto no le haría nada bien a la democracia española que el Tribunal Supremo la dictara. Tampoco allende nuestras fronteras.

Procede, a todas luces, que el Tribunal Supremo castigue su grave desacato constitucional con una condena por sedición, a poder ser en el menor grado posible, de forma que, a la mayor brevedad, la política retome el mando del conflicto planteado por los representantes democráticos de solo una parte de la ciudadanía catalana.

La Manada podría haber sido absuelta o condenada a mucho más de quince años por cabeza. Pero el Supremo supo encontrar el equilibrio entre la legalidad y lo que conviene. Esperamos que sepa encontrarlo también para la Manada del procés, en bien, presente y sobre todo futuro, de todos. No solo no es difícil sino que es lo más sencillo puesto que los hechos, graves, apuntan precisamente a la condena socialmente más útil.

7 comentarios en “¿Acertará de nuevo el Supremo?

  1. Otras cosas se podrán decir de LBNL, pero desde luego nunca que tiene miedo de meterse en charcos.

  2. Cuando todavía estaba en fase de instrucción opiné que no veía el delito de rebelión por ningún lado. Tras la vista en el Supremo me ratifico. Veremos qué decide finalmente el Tribunal.
    En cualquier caso confió que sea la sentencia que sea en el caso de Cataluña (como ya ha sido en la de La Manada) nada tenga que ver la presión social. Sería terrible para el estado de derecho que un tribunal decidiera en función de la calle. Resulta curioso que en este caso los comentarios de cierta izquierda y algunos grupos feministas coinciden con los de VOX al decir que la sentencia de La Manada es el fruto de una movilización social. Yo no lo creo en ningún caso. El Tribunal Supremo ha corregido una lamentable sentencia de la Audiencia de Navarra y yo me alegro mucho como ciudadano. Pero los criterios han sido siempre jurídicos.
    A quien si debería afectar la presión social es a nuestros políticos para que legislen de forma segura, clara y conforme al tiempo que vivimos. Mucho de lo que hemos vivido en estos dos casos tiene que ver con leyes manifiestamente mejorables.
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    El responsable del área económica de Cs se marcha del partido y deja el Congreso por el giro del partido a la derecha. Es normal. Un partido donde no cabe Valls pero cabe Abascal es para salir corriendo.

  3. Creo que nos merecemos hilar mas fino en esta materia -y en otras que la rocen-Las decisiones del Supremo siempre van a obedecer a criterios y argumentos juridicos, igual que los analisis económicos del BdE, FMI, o Comisión europea (por ejemplo) siempre obedecen a criterios y argumentos económicos.
    Cuesta mucho no apreciar que la componente política esta muy presente en las decisiones de unos y de otros. Asumiendo que estamos hilando fino – es decir componente politica no es «instrucciones de un político» -, hay casuistica abundante que apunta en esta dirección, de nuevo en tribunales e instancias internacionales. De hecho apunta más en esa dirección que en ninguna otra.
    Nos merecemos, y ya vamos teniendo empaque, el hablar de las cosas de la vida tal y como son, con sus virtudes y sus defectos.
    Primero porque, per se, los juicioes en materia de derecho, economia o algun otro buen pellizco de disciplinas, no son puramente factuales. Los mismos hechos objetivos, numeros o valores pueden explicarse de mas de una manera. -De nuevo, recordar que estamos hilando fino, no es que «todo sea igual» o que los datos o los hechos no importen, no es que la verdad no exista y que todos ea relativo, no, es que lo factual per se no basta para responder a la pregunta relevante en cada caso-.
    A veces las explicaciones, o los análisis, son mutuamente excluyentes, a veces permiten diversos grados de concurrencia (ambos casos propoprcionan ya sustancia para estrujarse el magin). En tanto en cuanto esto sucede, más relevante es la subjetividad (subjetividad informada, aceptada, legitima e inevitable -por cierto-)del juez o el analista.
    Si a esto le sumamos que tampoco disponemos los demás de una capacidad técnica suficiente para entrar en apreciaciones distintas que los jueces, o los ecnomistas o etc otras diciplinas, resulta que tenemos la tendencia de llamar «acertado» a lo que nos gusta mas, y «desacertado» a lo que nos gusta menos, o acertado a lo q parece generar mayor consenso, o nos dota de una narrativa mas coherente con el curso de acción que queríamos adoptar hoy y desacertado a lo que nos estorba.
    Lo que parece que pasa en realidad es que nos situamos en la narrtaiva que mas nos conforma. Lo cual no es malo, es humano. Ademas el saber que obramos así, cons sesgos, nos hace reconsiderar mas nuestras posiciones, tratar de objetivar más, y de ser mas humildes virtud no solo moral sino util, porque nos ayuda a no ser como Marcos de Quinto.

  4. Fantástico Toni Roldán. Su padre, el Curri, se sentiría orgulloso de él.

  5. A no ser que en breve plazo se vea a Toni Roldan con cargo PSOE -que, por no meterme en mas honduras, digamos que es poco estético-, esta es una decisión que le honra. Acepta el coste personal y a la vez es coherente con la linea política que decia representar, absolutamente fuera de la linea Cs, pero no de hoy, sino desde hace ya un tiempo.
    Al prinicpio de la formación de Cs hubo un cierto trasvase de cargos de los escalones intermedios/bajos o excargos del PSOE. La decisión de Roldan no les debe resultar cómoda.
    Caso aparte el de Soraya Rodriguez y Victor Gomez Frias, portavoz del grupo parlamentario y de alguna manera portavoz oficioso de «Socialismo es libertad» que quedan crudelisimante retratados.

  6. Lo cierto es que poca gente duda de la capacidad del TS para estudiar los asuntos que le competen y argumentar con finura sus sentencias , máxime cuando se trata de un espinoso asunto que compromete la paz o es susceptible de hacerlo en nuestro país.
    Y en efecto, la literalidad de la ley es elemento central sobre la calificación del delito. Pero no solo eso. Tal y como señala el articulista también se amplía conceptualmente el delito de agresiòn sexual en el caso de la manada , para que la letra no pueda ser el refugio de la brutalidad que atempere la crudeza de los hechos
    No creo mucho en una conceptualizaciòn rígida y mecánica aplicable a los delitos y sus contextos de manera homogénea , sino más bien en un estilo de pensamiento jurídico que amplía , cuando puede , – y el TS casi siempre puede -, las garantías procesales.
    Pues bien , en lo relativo al procés decidirá el poder judicial , lo más granado de sus miembros, hombres y mujeres que constituyen un destilado de lo mejor que ha producido nuestro sistema judicial en ese momento . En sus niveles anteriores , igualmente reconocibles en su capacidad , trabajan profesiones cualificados. Magistrados que no juegan al acierto – en sentido estricto no juegan-, porque no pueden hacerlo con la libertad de los justiciables. Por lo tanto que acierte o no , depende de la posición del observador, que en el caso que nos ocupa resulta tan irrelevante como la opinión de cualquier espectador en una cancha de fútbol. En resumen, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional siempre aciertan cuando hacen con rigor su trabajo.
    Las afirmaciones del articulista resultan sumamente arriesgadas, porque se erige en sustituto de los criterios del tribunal supremo, que no conocemos a la fecha.
    En mi opinión, por lo que respecta al procès, hay una constante de reclamo al pueblo para que le ayude en su representación con la fuerza de su presencia, impidiendo de facto la intervención de los poderes públicos debidamente legitimados para impedir cualquier acción que contravenga la legalidad. La acumulación de fuerza en las calles con la inhibición de la policía es, en mi opinión, una manifestación de violencia respecto a los ciudadanos de ese territorio cuanto , por su extensión, hacia el conjunto de ciudadanos españoles que forman más allá del territorio en cuestión , el cuerpo electoral interesado.
    Espero que para despejar el futuro de intentonas bravas , la sentencia sea dura , muy
    dura para los que se hayan saltado la ley y se hayan burlado del resto de ciudadanos anulando sus derechos por decreto. Ha sido un intento de golpe de estado ; un atentado a nuestra constitución y deben obtener el castigo que merecen.

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