Tomates de Barbastro

Julio Embid

Cuando Abdul levantó la reja metálica de su frutería de Las Delicias como cada mañana, ya llevaba casi tres horas levantado. Después de rezar, ducharse y desayunar había acudido junto a su tío a Mercazaragoza a comprar género fresco, bueno y barato. Normalmente las fruterías del centro y de La Romareda se llevaban el género mejor y más caro, pero con un poco de labia y sabiendo regatear, se podía adquirir buen material a buen precio. Después, a cargar las cajas y bandejas en aquella vieja furgoneta roja que apenas podía arrancar y que semanalmente hacía ruidos raros. Sigue leyendo