LBNL
¿Habrá Brexit finalmente? ¿Y de haberlo, cuándo? La respuesta correcta a ambas preguntas es la misma: vaya usted a saber. Pero vienen los diarios llenos de “información” al respecto así que les ofrezco mis reflexiones, desinteresadas y basadas en información de primera mano. Procurando huir del pesimismo de aquellos que ya consideran inevitable el Brexit sin acuerdo y del optimismo de los que están seguros de que Reino Unido acabara quedándose en la Unión. Nadie tiene la razón porque ambas opciones son posibles como también todas las intermedias: salida con acuerdo, salida con otro acuerdo que mantenga al Reino Unido más integrado con la Unión y prolongación del proceso durante un año más. O dos. Porque la UE tiene claro que no debe empujar al Reino Unido sino asegurarse de que es el Reino Unido el que da el paso de salir. Y es posible que no sea capaz de darlo. O que necesite bastante más tiempo para aclararse. Ahora bien, las informaciones que llegan desde el Reino Unido no son nada halagüeñas porque la polarización es tan intensa que si acabaran quedándose los problemas internos serían de tal calado que necesariamente afectarían al buen funcionamiento de la UE. Lo que no obsta para recalcar de nuevo los ingentes perjuicios políticos, económicos y sociales que supone, tanto para la UE como para el Reino Unido, la salida de este último; catastróficos si es por las malas. Vamos a ello.