Venezuela pinta fatal

LBNL

Tiene toda la pinta de que va a acabar muy mal. El sábado se evitó la tragedia por pelos, con unos pocos muertos, un par de decenas de armados venezolanos desertando y un par de centenares de heridos en los disturbios que tuvieron lugar en las fronteras colombiana y brasileña. La situación en el interior de Venezuela es desesperada por falta de todo. Los servicios básicos, educación incluida, han quebrado y el hambre es ahora algo común en un país de impresionantes reservas de petróleo y gas, a decir de las principales ONGs humanitarias, que no han dudado en desmarcarse de la “invasión humanitaria” de este fin de semana. Cuando empezó a violar su propia Constitución “bolivariana”, Maduro perdió toda legitimidad democrática. Solo hay una salida sin sangre: elecciones presidenciales – y quizás también parlamentarias – con garantías internacionales. Pero la oposición se ha venido arriba con el apoyo de Trump, Duque, Piñera, Macri y Bolsonaro y el régimen se ha enrocado todavía más. Hoy se reúnen todos ellos en Bogotá, con Guaidó reconocido como Jefe de Estado, todos atentos a lo que el Vicepresidente Pence tenga que decir. Una posible invasión de los marines “yankees” es la clave. Si alguien pudiera garantizarme que echando a Maduro por la fuerza llegaría la paz y la democracia a Venezuela firmaría encantado. Pero Venezuela no es Panamá y a diferencia de Noriega, Maduro cuenta con el apoyo activo de Cuba, Rusia y China. Una invasión nos llevaría más bien a un escenario como el de Libia, en la que ya son pocos los que no añoran la estabilidad de Gadafi.

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