Gangsters

LBNL

Que Villarejo es un gangster es evidente. Que nuestro Estado de Derecho es más frágil de lo que parece al haber permitido que un ser siniestro como él pululara durante décadas, también. Pero que cada palo aguante su vela. Cospedal se despidió de la vida pública porque en su calidad de Secretaria General del PP contrató a Villarejo para investigar la supuesta vida disipada del hermano de Rubalcaba, con el fin de encontrar armas para forzar al Ministro del Interior a que relajara la presión sobre el caso Gurthel de corrupción institucionalizada del PP. Al parecer, Lopez Madrid, el conocido como “compi yogui” yerno de Villar Mir, ambos investigados en el caso de la red Púnica de corrupción del PP en Madrid, contrató los servicios de Villarejo para intimidar y quizás agredir a la estrafalaria dermatóloga que le acosaba tras un supuesto affaire. Y Francisco González, el todopoderoso amo del BBVA amiguito de Aznar, que le puso en Argentaria y bajo cuyo paraguas montó la fusión con el BBV, movió Roma con Santiago para tratar de frenar la OPA de Sacyr, supuestamente apoyada por Miguel Sebastián. Con este fin, Villarejo espió conversaciones de miembros del Gobierno. De las responsabilidades criminales del gànster se ocuparán los tribunales. Lo que a mi me interesa resaltar es que no conozco de ningún gobernante o político del PSOE que haya solicitado los servicios de Villarejo o se haya beneficiado de ellos. Para que luego digan que “todos son iguales”.

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