Inmigración: hablando claro

LBNL

La mini Cumbre europea de ayer salió más o menos bien pero las espadas siguen en alto para el Consejo Europeo que tendrá lugar a finales de semana. Entretanto seguirán siendo rescatados diariamente decenas, más bien centenares, de subsaharianos por los guarda costas españoles e italianos. Mientras que a Grecia, y también a Bulgaria por tierra, seguirán llegando cantidades similares de principalmente sirios, afganos e iraquíes en busca de refugio en Europa frente a las guerras que sufren en sus países de origen. Desde el sur se acusa al resto de falta de solidaridad, principalmente a los países centro-europeos pero el sur no es compacto porque España y Grecia no comparten el discurso xenófobo del nuevo gobierno italiano. Como rechaza la mayoría de Europa el rechazo centro-europeo a recibir las cuotas de inmigrantes y refugiados que la Unión Europea les ha asignado. Lo fácil es acusarles de xenófobos y racistas. Lo cual es parcialmente cierto. Ahora bien, lo que nadie dice, porque es políticamente incorrecto, es que los centro-europeos rechazan sobre todo recibir no tanto subsaharianos sino refugiados árabo-musulmanes, que son mayoritariamente percibidos en sus sociedades como terroristas del ISIS. Lo cual es obviamente una percepción absurda. Pero real. Tan absurda como pensar que España, Italia, Grecia y la Comisión Europea pretenden poner en peligro la prosperidad de Europa imponiendo una política de puertas abiertas. En conclusión, para solventar esta crisis sería necesario que el sur empatizara con el norte tanto como al contario pero no van por ahí los tiros. Al contrario, avanzamos hacia una Europa de dos velocidades también sobre inmigración. Sigue leyendo