Goles en propia puerta

David Rodríguez 

Los partidos de ida de los cuartos de final de la Champions de fútbol nos han deparado una cantidad anormal de goles en propia meta. El martes pasado, el Sevilla anotó dos veces en su marco frente al Bayern de Múnich. Un día después, el Barcelona se vio recompensado con dos generosos tantos de la Roma. Obsérvese bien la curiosa metáfora político-futbolera: la ciudad española que ha albergado la convención del PP regala dos goles a la ciudad alemana que ha centrado la ira de Jiménez Losantos. Mientras tanto, un club catalán se ve favorecido y obtiene una buena renta en su eliminatoria. Un precedente claro de lo que sucedería unos días más tarde. Sigue leyendo