Derrotado el ISIS, surge un nuevo enfrentamiento en Siria.

Magallanes

En el otoño de 2017 finalmente fue derrotado el flamante Estado Islámico de Siria e Irak- en adelante ISIS- cuya expansión tipo razia medieval se había producido, como un Blitzkrieg, arrasando la frontera entre Siria e Irak. La vergonzosa huida del ejército y la policía de Irak permitió que el Estado Islámico se expandiera hacia el sur casi hasta las puertas de Bagdad. Sin embargo, cuando intentó expandirse hacia el norte con el objetivo de conquistar Kirkuk, se encontró con la valiente resistencia de los peshmergas kurdos que lo detuvo. Posteriormente vino la lenta recuperación del territorio perdido y, nuevamente, la conquista de Mosul demostró la incapacidad del ejército iraquí y de las milicias chiíes para hacerlo por si solos. Sin el ataque a Mosul de los peshmergas kurdos ,por el noreste, no se podría haber realizado. Bien es cierto que los kurdos contaban con la inestimable ayuda militar estadounidense tanto de la aviación como de entrenamiento y armamento y, además, la promesa de EEUU de que respaldaría siempre la autonomía de la región kurda iraquí. Liberado Irak del ISIS, los peshmergas, siguieron persiguiendo al ISIS en territorio sirio con apoyo estadounidense. Así llegamos a la derrota del ISIS a finales de 2017 con la conquista, calle por calle, de su capital Raqqa, en territorio sirio. Pero esto fue posible por el ataque desde el este de Siria de los peshmergas, agrupados bajo las siglas de Fuerzas Democráticas Sirias. También las tropas de Assad, la aviación rusa, los milicianos de Hesbollah y chiíes iraníes habían atacado desde el oeste, pero sin mucho interés en enfrentarse a los fanáticos del ISIS. Assad estaba más interesado en proseguir liquidando grupos rebeldes sirios al norte de Damasco con la inestimable ayuda de la aviación rusa. Sigue leyendo