Crónica de la menguante democracia española en Cataluña y su autoritarismo emergente

Senyor_J

Hay imágenes que quedan grabadas para la posteridad, porque representan un momento trascendental. Recordemos por ejemplo la foto Cumbre de Yalta que retrataba a los tres grandes mandatarios del momento: nada menos que Churchill, Roosevelt y Stalin, dispuestos a diseñar allí el nuevo escenario europeo. Recientemente también se ha recordado en estas páginas el Abrazo de Vergara entre Espartero y Maroto que puso fin la primera guerra carlista. Sabemos que hay momentos en que la historia asoma la cabeza para observar y su cabeza salió una vez más hace unos días, esta vez para contemplar lo que acontecía el pasado martes 10 de octubre en el Parlament de Catalunya. Miles de focos iluminaban a un President de la Generalitat que se disponía a declarar la independencia y a dar a luz, con ello, a un nuevo país europeo. Carles Puigdemont tomó el micrófono, inició su discurso con una serie de mensajes preliminares carentes en su mayoría de cualquier interés, para dar paso después a su gran momento, el que le iba a hacer pasar a la historia. Y así habló: Sigue leyendo