London again

LBNL

Mientras el Madrid vapuleaba a la Juve y se apropiaba merecidamente – mal que me pese – de una nueva Champions, el terrorismo yihadista volvió a sembrar Londres de sangre y pánico, apenas un par de semanas después de la bomba de Manchester y unas pocas más del ataque en Westminster. A la sin par Theresa May, que está llevando a su país a la ruina – y quizás también a su partido, que pierde terreno frente a los laboristas a marchas forzadas – le faltó tiempo para anunciar medidas para acabar con la excesiva tolerancia contra el extremismo islámico, dejando de lado como si nada sus varios años como Ministra del Interior. Bienvenida sea en todo caso una mayor intensidad en el control de las peores derivas salafistas en Reino Unido así como del uso de internet para la difusión de propaganda yihadista e incluso la preparación de atentados. Pero es necesario profundizar un poco más porque si bien el salafismo o fundamentalismo islámico es evidentemente nocivo, no está claro que sea la pulsión principal que lleva a miles de jóvenes europeos a querer inmolarse matando a cuantos más puedan.

Sigue leyendo