Colgados de la brocha

Senyor_J

Tomamos prestada la expresión utilizada recientemente por algún opinador de este medio para afirmar que la coalición de Podemos Unidos y sus confluencias cosecharon en la jornada del 26 de junio un fracaso sin paliativos. Fue un fracaso por el número de votos recogidos, ya que se perdieron 1.200.000 votos respecto a lo que por separado habían cosechado las fuerzas políticas mencionadas en las elecciones del 20 de diciembre.  Fue un fracaso en la tentativa de poner fin al reinado del bipartidismo en España, ya que no se llegó siquiera a un final ajustado: todo lo que se consiguió fue acortar distancias en el número de escaños, gracias a un nuevo retroceso de la representación socialista. Y lo que es más importante, fue un fracaso estratégico que marca el fin del relato del cambio como lo conocíamos hasta ahora.

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