Bloqueo total

LBNL

La semana pasada no escribí. En principio falté a mi cita semanal “por descuido” pero aunque me tengo por valiente, quizás me traicionó el subsconsciente ante el fracaso de todos mis razonamientos, previsiones y corazonadas electorales. El Rey asumió su responsabilidad disolviendo las Cortes y a mí no me queda otra que afrontar la realidad. El problema es que no tengo ni pajolera idea de qué es lo que va a pasar. Es lo bonito de la democracia, dirá alguno: hasta que el pueblo vota, todo es toro. Ojalá, pero me temo que nos vamos a encontrar más bien frente a los toros de Guisando, esto es, una repetición – escaños arriba, escaños abajo – del bloqueo postelectoral. Dejando de lado el veto de Ciudadanos a Rajoy y su reciente pacto con el PSOE, es harto difícil que PP y Ciudadanos puedan alcanzar la mayoría absoluta indispensable dada la total ausencia de otros apoyos que el PP podría encontrar en el Congreso. Y tanto si se diera finalmente el sorpasso del PSOE por Podemos como si Podemos – con IU o sin ella – volviera a quedar por detrás del PSOE, es muy dificil que Podemos vaya a aceptar en julio la flexibilización de sus condiciones que no ha aceptado en los últimos cinco meses. Y además PSOE y Podemos – incluso con IU – seguramente no sumarán tampoco los ansiados 175 diputados. A diferencia del PP, un gobierno progresista puede buscar apoyo en otros caladeros, pero los de CiU, ERC y Bildu son incompatibles con la flexibilización mencionada, así que el horizonte es también limitado. ¿Y entonces qué, terceras elecciones y así hasta el infinito?

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