Sánchez, con el mazo dando

LBNL

Sabedor de que o es investido Presidente o tendrá que dejar la política activa al menos durante un largo periodo, Pedro Sánchez está jugando muy bien sus cartas. A los desafíos y desprecios de Podemos está respondiendo con talante y firmeza, rechazando su exigencia de exclusividad en la negociación y abriendo una negociación paralela con Ciudadanos que, por su parte, reclama paciencia a PP y Podemos diciendo que necesitará al menos tres semanas. Lo cual le viene muy bien a Pedro Sánchez porque cuanto más se alarguen las negociaciones, peor lo tendrán Susana Díaz y los demás opositores internos para desbancarle. Recordemos que la presentación de candidaturas para la Secretaría General tendrá lugar entre el 11 y el 14 de abril (¡Viva la República!). Teniendo en cuenta que unas nuevas elecciones se convocarían dos meses después de celebrada la primera votación de investidura, a Pedro Sánchez le conviene acudir al Congreso ya entrado marzo. Perderá la primera votación por mayoría absoluta y posiblemente la segunda pero a continuación lo intentará Rajoy o lo volverá a intentar Pedro Sánchez, tras nuevas negociaciones que pueden alargarse otras cuantas semanas. Así, su oposición interna se vería obligada a plantear el asalto mientras él sigue luchando por llevar al PSOE al Gobierno. No quedará bien de cara a la militancia, especialmente si Sánchez ha mantenido las líneas rojas que le fijó el Comité Federal: no pactar con el PP y no aceptar un referendum de autodeterminación en Cataluña. Y menos todavía si el PSOE sigue subiendo en las encuestas, como es previsible.

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