No es su culpa

Guridi 

Antes de que ni siquiera se plantease la elección directa a secretario general del PSOE, ya advertí en este blog que Pedro Sánchez se quería presentar, pero que no estaba a la altura. Esta opinión no se debe a que yo posea unas excepcionales dotes de observación, sino a lo observado en el trato directo con la persona. Lo mismo que vi yo, también lo veían otros; entre ellos, muchos de los barones regionales que se encargaron de que su elección fuera cosa segura. 

Sigue leyendo