Barañain
Ahora que se nota el alivio casi generalizado tras el resultado del referéndum escocés, sería un momento adecuado para extraer algunas lecciones de lo sucedido pensando en nuestra propia crisis soberanista. Por estos lares, llevamos desperdiciados muchos meses en una absurda guerra de trincheras y un resultado diferente en Escocia a estas alturas seguramente sólo habría agudizado la fractura, estimulando el ardor guerrero. Ahora, unos y otros podrían intentar sacar consecuencias positivas de la experiencia del vecino. Digo extraer consecuencias válidas, que es algo más que intentar arrimar el ascua a la sardina propia de cada cual; pero mucho me temo que eso es lo que prevalecerá aquí.