Verificando las intenciones de ETA, Rajoy no se aclara. ¿O sí?

Barañain

Tras declarar ETA su alto el fuego “permanente y verificable” – ocurrió hace apenas dos telediarios, aunque parece que ha pasado una eternidad-,  se convirtió en un lugar común reiterar que no era necesario el concurso de expertos internacionales que verificasen ese hecho, algo muy querido desde el mundo filoetarra (que al menos en su pirueta de despedida conseguiría así la ansiada internacionalización de su conflicto). La doctrina, asumida por gobierno y oposición,  proclamaba que el Estado – por medio de sus fuerzas de seguridad-, se bastaba para verificar ese abandono de la violencia.

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