Contra los escraches

Barañain

Con significativo retraso editorializa hoy El País sobre los “escraches” horrible término con el que se designa el acoso callejero a los parlamentarios u otras personas significadas políticamente por uno u otro motivo (¡la palabreja tenía que proceder del no menos horrible populismo argentino!). Es significativo el retraso, digo,  porque llevamos ya varias semanas en las que, pillada por sorpresa, la izquierda (política, mediática o intelectual) apenas ha sido capaz de argumentar a la defensiva, contemporizando con el acoso callejero y limitándose a criticar el reproche de esa estrategia  por parte del gobierno y el PP por lo que tendría de “criminalización” de lo que esa izquierda ha considerado una justa movilización ciudadana.

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