José D. Roselló
Cualquiera que se expresa públicamente en fecha tan señalada, siempre se ve tentado de empezar por un “Me llena de orgullo y satisfacción…”; sin embargo no son estas sensaciones la más frecuentes hoy por estos pagos. Sirva como indicador el último anuncio de Campofrío, destinado, se supone, a enternecer y subir la moral de la audiencia y cuyo efecto, sin embargo, es más bien devastador.