Macbeth y el pueblo

Lobisón

“Yo no diría que absuelvo a Macbeth, pero no le condenamos desde el principio”, dijo Dimitri Tcherniakov a Daniel Verdú de El País (1 de diciembre) sobre su versión para el Teatro Real de la ópera de Verdi. Esta es una frase un poco misteriosa, porque es difícil no condenarle desde el momento en que asesina a su rey para sucederle, y además cuando Duncan es su huésped. Todo ello en el primer acto. La clave del montaje de Tcherniakov, sin embargo, es sustituir a las brujas por “un bulto anónimo y manipulador constituido por el pueblo”. Vaya por dios. No se sabe si esto es consecuencia de una lectura mal digerida de Canetti o simplemente de la improvisación.

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