Go Obama, go!

LBNL

El tercer debate (cuarto si incluimos el vicepresidencial) electoral norteamericano volvió a ser ganado por Obama, dejando atrás –esperemos que definitivamente- el inesperado borrón del primero. Lo malo es que la política exterior, que era el objeto central en esta ocasión, no es lo que más interesa a los norteamericanos. De hecho, sorprendió el alto grado de convergencia de Romney con las tesis defendidas por el Presidente que, por el contrario, fue mucho más agresivo con las posiciones contradictorias defendidas por el ex Governador en varios temas como la salida de Afganistán (antes en contra, ahora ambiguo), Rusia (calificada como peor enemigo de EE.UU. en el pasado mientras que ahora considera que Irán es la mayor amenaza) y hasta China, a la que Romney declararía formalmente como manipuladora del cambio de su divisa en el primer día de Presidente para detener la deslocalización de empleos norteamericanos a la que sin embargo contribuyó activamente en sus días de alto ejecutivo de Bain capital.

En todo caso, la política doméstica (educación, sanidad, déficit, empleo…) se coló recurrentemente en el debate y ambos candidatos volvieron a repetir sus principales propuestas. Simplificando, Romney quiere consolidar las bajadas de impuestos de Bush a los más ricos, extenderlas a la clase media, compensar las bajadas con la eliminación de “agujeros” en el código fiscal y reducir el déficit a base de eliminar gastos sociales cuya eficacia no esté probada. En resumen, volver a las políticas de Reagan de que el Estado deje en manos particulares más dinero que sirva para estimular la demanda y consiguientemente el crecimiento económico y el empleo. Y, por supuesto, se propone eliminar la reforma sanitaria de Obama (a la que denomina “Obamacare”) y que empezará a ponerse en práctica realmente a partir de enero.

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