Lobisón
Más allá de la opinión que cada quien tenga sobre la apuesta de Mas por la independencia de Cataluña, lo que parece indudable es que constituye un problema más, y no menor, para un gobierno que ya tiene que hacer frente a la desconfianza de los inversores sobre la economía, a la tasa de paro más alta de Europa occidental, a la rápida erosión de su apoyo social y a un clima de conflictividad creciente por la resistencia a los tremendos recortes presupuestarios. Otro récord, que dice mi hija.
Quizá no esté de más subrayar los hechos y omisiones de Mariano Rajoy en la oposición que han contribuido a llevar a su gobierno a esta situación respecto a Cataluña. Es verdad que en el origen del problema está el desastroso borrador de Estatuto que tramitó el Parlament, y que Zapatero a priori se había comprometido a apoyar. La promesa resultó de alto riesgo, porque la mala cabeza de Maragall y la puja al alza entre los miembros del tripartito dieron por resultado un texto inviable.