Sentirlo mucho

Frans van den Broek

Los linderos de la sentimentalidad son difíciles de definir, pero que vivimos en una cultura hiper-sentimental es un hecho que pocos pueden disputar. De eso trata el último  libro de Theodore Dalrymple, quien ha alborotado las calmas aguas de la corrección política británica con ensayos periodísticos y libros de ensayos que surgen casi todos de su experiencia personal, pero también de sus amplias lecturas y capacitación profesional. Dalrymple, pseudónimo de Anthony Daniels es, o mejor dicho, fue psiquiatra de profesión y trabajó en la cárcel con criminales de todo pelaje, incluidos los de alto riesgo, lo que le permitió acceder a un paisaje humano pocas veces presente en la conciencia colectiva, aparte de los sesgados reportajes de la prensa, sensacionalista o no.

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No perdamos la calma

Lobisón

En estos días se ha recordado mucho la frasecita de Montoro a la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, en las tensas horas del debate sobre el recorte del déficit que había propuesto Zapatero en mayo de 2010. ‘Si España cae, que caiga, ya la levantaremos nosotros’. Estas cosas producen rencor, y se suman a las mil muestras de prepotencia que el PP ha ofrecido en estos años pasados, atribuyendo la crisis a la incompetencia del gobierno y no a unas circunstancias terriblemente adversas por el rumbo disparatado de la política de la UE, el ‘sadomonetarismo’, que dice Krugman.

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Demasiado tarde, demasiado poco

Magallanes 

Desde el inicio de la recesión actual y la consiguiente crisis del euro,la UE, el eurogrupo y el tandem Merkel-Sarkozy han tomado medidas tardías para hacer frente al ataque de los mercados financieros. A cada ataque seguían declaraciones de que cada país debía resolver sus problemas y que el contribuyente alemán, austriaco, finlandés o holandés no tenían que sufragar los despilfarro de otros, olvidándose de lo que implica una moneda común. Pero al atacar fuertemente los mercados a un determinado  país subiendo su prima de riesgo por las nubes, finalmente los líderes europeos decidían medidas de apoyo a ese país después de una reunión improvisada de madrugada en Bruselas o Berlín. Cuando se anunciaban al día siguiente con gran apariencia de triunfo, al poco tiempo se les quitaba su fuerza inicial al declarar los mismos que habían dado esa impresión de unión, que esto lo tenía que pagar el país atacado y que se le vigilaría estrechamente, es decir, se daba a entender que cada líder daba más importancia a su electorado nacional que a la unión. Si, además, en esa reunión improvisada no se habían decidido todos los detalles y había cabos sueltos, los mercados inmediatamente veían que no quedaba claro quien era el deudor o avalista de última instancia y volvía a subir la marea de las primas de riesgo.

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Invitación a Hopper

Barañain

 Se hace raro seguir la actualidad -y más aún, comentarla con alguna propiedad-, cuando uno está ya inmerso en la pereza y ociosidad estivales, adormecido en la paz de la piscina o a la orilla del mar, bajo un sol achicharrante, molestado sólo por el zumbido de alguna mosca ocasional y el rumor de los bañistas cuyo chapoteo es – para alguien como yo, duro de oído para idiomas ajenos -, casi lo único inteligible de estos compañeros de vacaciones tempranas. Entenderán que es difícil prestar la debida atención a las noticias que llegan desde la Moncloa -sólo por poner un ejemplo-,  cuando uno está dominado por esa sensación tan estival de casi-estar-muerto  que describía el periodista Joseph Roth, cuyas “crónicas berlinesas” han compartido mi peregrinar centroeuropeo antes de venir a parar al atlántico canario, desde donde escribo esto.

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Por una izquierda austera ante la crisis.

Senyor_G

Interesante y recomendable el artículo de Francesc de Carreras en su habitual columna, “La izquierda ante la crisis”, sale de la norma y abre una modesta brecha por la que deberíamos colarnos en nombre de una austeridad bien entendida.  De todos modos me gustaría mostrar una discrepancia con él, y otros articulistas, y hacer algunas consideraciones.

Resumiéndolo.

Hace un seguimiento del discurso de las izquierdas ante la actual crisis. Por una parte critica a los amigos del PSOE por seguir la vía keynesiana vía Stiglitz y Krugman rescatando al inflacionista y liberal Keynes y por contraponer austeridad y crecimiento.

Por otra parte a los amigos de IU los acusa de ir con un mensaje simple como el “No a los recortes” que por simple nunca puede ser una solución y de proponer salidas inviables.

Resumiendo, no están a la altura en el campo de la izquierda: partidos, sindicatos, economistas e ideólogos. Han dejado la vía libre a las “fuerzas conservadoras” en vez de aprovechar “una gran oportunidad para proponer cambios en el sistema económico que permitan más libertad e igualdad”.  Ante esta situación contrapone unos artículos del “mítico Berlinguer” y su PCI (Partido Comunista Italiano)[i] que en una crisis similar en los setenta reclamó políticas de austeridad como palanca para “introducir elementos de socialismo”[ii] en el sistema capitalista. Estas propuestas fueron fruto de un previo y “notable debate teórico basado en la experiencia práctica, tanto política como sindical”. Una austeridad contra el derroche, el desaprovechamiento, el individualismo y el consumismo. Un cambio de valores morales para una sociedad más justa, igualitaria y libre: más democrática.

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Eurohuana terapéutica

José D. Roselló

 “¡Animo!” nos pedía ayer, más que dárnoslo, LNBL. Bueno, pues al menos encaramos una semanas en las que, si no animados, estaremos, al menos, en alguno de los grados existentes entre distraídos y enajenados con la cosa futbolística. En este caso creo que la muy manoseada metáfora del “opio del pueblo” bien puede sustituirse por una analogía con la marihuana terapéutica, sí, la que toman algunos enfermos para mitigar sus molestias. Es más ajustada a la realidad que la del opio decimonónico y, definitivamente, pasadísimo de moda.

Empezando mañana, viernes 10, y hasta el día 1 de julio, con solo cinco jornadas de descanso intercaladas, dispondremos de al menos una dosis diaria de fútbol competitivo. La Eurocopa es un torneo corto e intenso disputado por selecciones de un nivel medio bastante alto, no hay tanto partido de relleno como puede haber en un mundial, o en una liga de fútbol y esto le da una cierta capacidad de enganche o de arrastre.

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¡Ánimo!

LNBL

La esperanza es lo último que se pierde y en este país parece que nos hayamos olvidado. En serio, la situación económica es muy mala, y todavía no ha tocado fondo, pero lo peor es el decaimiento general, la depresión colectiva en la que estamos cayendo, el absentismo vital que está permeando nuestros poros, como si fuera irremisible que el apocalipsis se desplomara sobre nuestras cabezas.

El histrionismo de los medios de comunicación tiene mucho que ver porque una cosa es perder el puesto de trabajo y otra mucho peor estar oyendo todo el día en toda radio o televisión que se precie, que no hay ninguna posibilidad de encontrar otro empleo o siquiera de montárselo en plan autónomo por falta de crédito. El que tiene trabajo tiene trabajo todavía, acepta los retrasos de la nómina sin rechistar y firma donde haga falta una reducción salarial con tal de poder seguir trabajando. Por no hablar de los pensionistas, que temen tener que dedicar sus pensiones a gastos sanitarios otrora gratuitos, en tanto duren, porque sin duda bajarán.

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Escribir en tiempos revueltos

Lobisón

Al comienzo de Una habitación propia, Virginia Woolf explica que el tema de su conferencia podía haber sido una sucinta presentación de las escritoras británicas, incluyendo el debido homenaje a Gorge Eliot y Elizabeth Gaskell y algunas frases ingeniosas sobre ‘Miss Mitford’. O sea, Nancy Mitford, buena parte de cuyas novelas ha publicado en España la editorial Acantilado. Lo de las frases ingeniosas parece una maldad, un trato similar al que recibió en Estados Unidos Dorothy Parker, aunque ésta tenía un ingenio más desenvuelto: Parker es autora de la frase de que con un dry martini se sentía brillar, con dos acababa debajo de la mesa, y con tres debajo de algún tipo.

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