Ruptura y potencial

Millán Gómez

El nacionalismo gallego oficial se ha roto. Después de un sinfín de rumores de escisión, el sector de Xosé Manuel Beiras (Encontro Irmandiño) anunció oficialmente que rompe con el BNG por desavenencias con la dirección actual. EI le dio una oportunidad a la UPG y esperó a la última Asemblea Nacional. Las tornas no mudaron. En un proceso exquisitamente democrático, la fuerza predominante venció por escaso margen. La votación fue transparente y la redefinición de la estructura de cargos también. No así los gestos de los viejos coroneles de la UPG, tan predispuestos siempre a que la realidad no les estropee su titular. Se abre un nuevo tiempo en el nacionalismo gallego. Este movimiento político estuvo atomizado hasta la famosa asamblea de Riazor en 1982 donde se fundó el actual BNG. Después, se sumaron nuevas facciones y se expulsó otra por su entendimiento con Herri Batasuna.

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