Millán Gómez
La próxima estación, desde el punto de vista electoral, son las municipales y autonómicas de mayo del próximo año. Estamos, por lo tanto, afrontando el último sprint de una carrera interesante y, sobre todo, compleja. Dichos comicios serán evaluados en clave fundamentalmente estatal por parte de las diferentes formaciones polÃticas, lo cual es una muestra más de la irresponsabilidad de las cúpulas dirigentes por enfocar siempre absolutamente todo desde el punto de vista que más les interesa. Es una sociedad enferma aquella que obvia lo que se juega en cada envite y una falta de respeto a la ciudadanÃa por parte de la clase dirigente. En las municipales y autonómicas, los electores dirimirán quién debe gestionar su municipio y su autonomÃa, nada más. Esto no es óbice para que Zapatero, Rajoy y otros dirigentes participen del debate dialéctico pero no deberÃan ser los protagonistas ni llevar la voz cantante. DeberÃan permanecer en un respetuoso segundo plano y dejar trabajar a los verdaderos protagonistas. El dÃa que esto funcione o, cuanto menos, se ejecute sin que los mandamases metan los dedos, será la prueba irrefutable de que esta sociedad avanza también en cuanto a su comportamiento polÃtico y cÃvico.