Cómo llegó Aristóteles a la Sorbona

Magallanes

 Con la invasión de los bárbaros, y con su decadencia endógena, el imperio romano perdió el legado de los filósofos griegos y demás conocimientos científicos y medicinales que se habían desarrollado durante los siglos de esplendor griego y romano. Todo ello se guardaba en la famosa biblioteca de Alejandría. Cuando el Islam llegó a Alejandría ocurrió que, a pesar de poner el Corán por encima de cualquier otra fuente de conocimiento, muchos estudiosos empezaron a traducir aquellos textos filosóficos, matemáticos, físicos, médicos y astronómicos. Posteriormente los musulmanes conquistan la Península Ibérica y en un par de siglos Córdoba se convierte en una  capital con más de un millón de habitantes, con una biblioteca de más de 400.000 volúmenes, y en la que las artes y las ciencias tienen un enorme desarrollo a partir de los textos de Alejandría traducidos al árabe.  Los musulmanes (árabes, sirios, mesopotámicos y egipcios) se encontraron en la Península Ibérica con la población romanizada cristiana, con los restos de una aristocracia goda y con los judíos hispanos que ya llevaban muchos siglos en la península. A estos últimos ya los conocían desde el comienzo del Islam. Mahoma había fundido gran parte del contenido de la Biblia con sus propias concepciones (mensajes de un arcángel), originando el Mahometanismo o Islamismo. Por ello Mahoma, que predicaba destruir a los idólatras, sin embargo excluía de esta consideración a los creyentes de “las religiones del libro”, es decir, a judíos y a cristianos.

 La convivencia con los judíos fue, por tanto, fácil y las nuevas generaciones de estos aprendieron árabe y se educaron en las academias dónde los maestros árabes difundían sus conocimientos.

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