El viento en política

Lobisón

A menudo pensamos la política como si fuera un problema de ajedrez: las fichas están en una posición y se supone que hay una estrategia ganadora que debemos descubrir, y si sabemos verla y seguirla daremos mate al adversario y se acabó. Las cosas en política son más complicadas, en primer lugar porque la partida no termina nunca: a la mañana siguiente de unas elecciones pueden comenzar ya a torcerse las cosas para el ganador.

Peor aún, en política se juegan a la vez varias partidas, y no como si fueran simultáneas, sino que las mismas piezas juegan en diferentes partidas (lo que los muy cafeteros llaman ‘nested games’), y esto puede conducir a que la victoria en una partida signifique un desastre en otra que puede tener mayores consecuencias a largo plazo.

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