Ignacio Urquizu
Ayer, en este blog, algunos se cuestionaban la utilidad del debate del Estado de la Nación. En sus argumentos parecÃan añorar la Grecia clásica donde el debate perseguÃa convencer a los rivales polÃticos. Pero lo cierto es que en las democracias modernas la idea del debate como instrumento de persuasión y formación de juicios es una cosa del pasado. Los debates son útiles, pero su utilidad no tiene nada que ver con llegar a acuerdos.