Algunos bailes de escaños

Alberto Penadés

 

Se dice que las urnas han hablado, antropomorfizando un poco a esas cajas (por cierto que designamos así a los buzones transparentes porque urnas eran hace poco más de cien años: opacas vasijas con asas). Lo que todavía es a veces más inquietante, se dice que los electores han pronunciado un “claro” mensaje (de cambio, de continuidad… eso lo dice normalmente el que se siente ganador). Sólo les distraeré un minuto para mirar algunas claves interesantes del mensaje.

 

De cuál habría sido la caída del voto violento si hubiera tenido lista legal a la que dirigirse no sabemos mucho, así que mejor no hacerse ilusiones; y lo demás cambia poco, precisamente, en la clave de lectura que ahora se resalta. En el País Vasco la suma del voto “constitucionalista” es casi la misma que hace cuatro años (ha pasado del 27,2 al 27% del electorado), aunque con una distribución interna mucho más favorable al PSE que antes. El voto “nacionalista no violento” (incluyendo las cenizas de EB) ha caído del 31,2 al 30% de los electores vascos, lo que tampoco es mucho (de nuevo, con mucha mejor distribución para el PNV). El voto “nacionalista violento” ha caído algo más notablemente: del 8,4 al 5,5% de los censados, contando, aproximadamente, al 96% de los nulos como batasunos (una estimación basada en las elecciones pasadas). Unos y otros parecen haberse ido a la abstención.

Sigue leyendo