Aitor Riveiro
La democracia es lo que tiene: en ocasiones, el pueblo soberano toma decisiones que no son plato de buen gusto para todo el mundo. La cosa se enturbia cuando una votación acontece en un territorio sobre el que no tenemos ni voz ni voto, por mucho que nos gustara que no fuera asÃ.
Por ejemplo, nunca entendà cómo el pueblo estadounidense votó a George W. Bush para la presidencia de su paÃs. En realidad, lo que no entiendo es cómo la ciudadanÃa aceptó el pucherazo de Florida que dio lugar a los ocho años de mandato republicano que nos trajeron lo que ya todos sabemos y que han terminado como ya todos sabemos.
Sin embargo, no he escuchado ni leÃdo a nadie en Europa decir que Estados Unidos no sea una democracia o aventurar que el sistema electoral estadounidense es propio de una república bananera. En ese nadie estoy incluyendo a polÃticos importantes (ministros, presidentes de gobierno o de estado, autoridades más o menos importantes), grandes medios de comunicación, ‘think thanks tanks’ de esos que tan de moda están ahora, etcétera.