Arde la calle…

Pratxanda

Polonio: quemar fotos de cualquier persona me parece una soberana (nunca mejor dicho) gilipollez

Y a mí tambien me lo parece, e incluso podría considerarse un delito de amenazas. Pero las fotos quemadas en Girona por los chicos de las CUP eran las de la Corona, la institución, el ente y su objetivo era claramente el de criticar el sistema monárquico y el Estado español.

Arde la Calle al sol de Levante…

Como ya sabrán, han sido absueltos los 16 acusados de quemar fotos de Campechano I en solidaridad con los dos condenados primeros, Roura y Stern. Todo ha sido un malentendido, el fiscal pedía falta por desórdenes públicos y el juez pensaba que era delito de injurias. Y no sólo eso, hemos descubierto que en los juzgados españoles hay intérpretes de marroquí. Casi tantos como de suizo o austriaco. Pues sí, lo de quemar fotos reales es una gilipollez que hasta la reina Sofía ha comentado:

«Fue un disgusto para todos. ¿Preocupación? Ninguna. Era un puñadito de jóvenes en una universidad, no era masivo. Pero… no lo habíamos visto nunca. Yo les decía aquí [en la Zarzuela]: ‘Son fotos, no nos queman a nosotros… queman fotos, trozos de papel, así que ya se apagarán’. Y también les advertí, sin dármelas de profeta: ‘No me extrañaría que volviera a pasar’. Porque en todo esto, como en las caricaturas, los chistes o las críticas delante de un micrófono, lo difícil es atreverse a hacerlo por primera vez. Pero en cuanto alguien ha roto un tope… ¡ancha es Castilla!

Ahora bien para ser una gilipollez, lo cierto es que la justicia española se lo ha tomado muy en serio, porque ya llevamos 18 ciudadanos que comparecen delante de la Audiencia Nacional, la misma que juzga casos de terrorismo. No hablamos de un juzgado de provincias. Y no importa la edad del terrorista, como se demostró en el caso de Eric Bertran. Permítanme hacer demagogia, pero no deja de ser curioso tener una administración judicial que ventila tan rápidamente las injurias a la corona y sin embargo traspapela casos como el del asesino de Mari Luz. Y es que ser la continuación del Tribunal del Orden Público marca estilo y maneras. Una pregunta desde la ignorancia… ¿tienen otros paises de nuestro entorno una tribunal parecido?  Sí, una gilipollez, que nos puede llevar a reflexionar sobre el tipo de justicia que tenemos Enestepaís.

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