PNV-EA: crónica de una ruptura

Millán Gómez

 

Las elecciones autonómicas vascas se celebrarán previsiblemente el próximo mes de marzo. A ellas, el Partido Nacionalista Vasco (PNV-EAJ) y Eusko Alkartasuna (EA) acudirán por separado por primera vez desde 1998. Las dos principales fuerzas del nacionalismo vasco democrático se desligan después de concurrir de forma conjunta en los comicios autonómicos de 2001 y 2005, los últimos hasta la fecha.

 

La decisión fue anunciada por la Ejecutiva Nacional de EA en línea con lo acordado en el Congreso Extraordinario de enero de 2007. Por lo tanto, era una decisión tomada desde hace prácticamente dos años. A pesar de ello, quedaba la duda de si era un paso en falso o realmente se confirmaba. Los resultados de las elecciones municipales en mayo de 2007 y las generales de marzo de 2008 podían haber modificado esa postura inicial pero, finalmente, no ha sido así. Además de la coalición conjunta al Parlamento de Gasteiz, PNV y EA se presentaron juntos a las municipales de 2003, así como a las navarras de 1999, 2003 y 2007. En las últimas elecciones forales en Navarra ambos formaron parte de la entente vasquista de Nafarroa Bai.

 

La decisión de EA llega en una situación de clara debilidad del nacionalismo vasco. Así, el PSE-EE-PSOE se encuentra en el mejor momento de su historia reciente tras ganar claramente en Euskadi en las últimas elecciones generales. Esta victoria ha resultado ser un golpe muy duro a la línea de flotación del nacionalismo vasco y del PNV en particular. Otra muestra de su debilidad es que el actual Gobierno vasco está sustentado por tres partidos y ni por esas gozan de mayoría absoluta. La necesidad imperiosa de los nacionalistas vascos por tener el poder aunque la sociedad les dé la espalda es resultado de la creencia según la cual Euskadi sólo puede estar gestionada por los buenos vascos, es decir, los nacionalistas. Bueno, y Ezker Batua (EA), que para el caso es lo mismo. En cambio, el PSE y el PP son gente extraña que lucha por algo que no merecen, según la ideología dominante.

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