Ignacio Sánchez-CuencaÂ
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Tras la segunda victoria consecutiva de Zapatero en las elecciones generales de marzo de 2008, el Partido Popular supo aprovecharse de la falta de reflejos del Gobierno ante los signos cada vez más evidentes de que la desaceleración económica era mucho más profunda de lo que se habÃa previsto inicialmente. El Presidente se metió él solito en un tira y afloja absurdo con parte de la opinión pública y publicada a propósito del uso del término “crisisâ€. Tuviera o no razón, Zapatero parecÃa más preocupado por asuntos semánticos que por reaccionar ante las malas noticias económicas. Falto de una estrategia coherente, el Gobierno se dedicó a aprobar una serie deslavazada de medidas parciales que no consiguieron transmitir la sensación de un plan creÃble de acción.